¿Por qué los católicos celebran Corpus Christi?

Administrator junio 6, 2023 4 min de lectura

Un breve artículo sobre el Corpus Christi

El Corpus Christi, una de las celebraciones más trascendentales para los fieles católicos, recuerda con devoción la presencia palpable de Jesucristo en la Eucaristía.

La festividad especial del Corpus Christi tiene sus raíces en la fe y las visiones de Santa Juliana de Lieja, una monja belga del siglo XIII con un amor profundo por la Eucaristía.

A la temprana edad de 16 años, tuvo una revelación divina en la que percibió a la Iglesia como una luna llena, con un punto oscuro que indicaba la ausencia de una festividad dedicada exclusivamente al Cuerpo y la Sangre de Cristo.

A pesar de que esta visión la visitó en repetidas ocasiones, Juliana dudaba de su capacidad para establecer dicha festividad y, por lo tanto, guardó silencio sobre sus visiones durante años. Sin embargo, una vez que fue nombrada priora de su convento, compartió su revelación con su confesor, quien a su vez la comunicó al obispo. Este acto marcó el inicio de la creación de la fiesta del Corpus Christi, que se celebra en todo el mundo desde 1264, cuando el Papa Urbano IV proclamó su Carta «Transiturus de hoc mundo».

La procesión del Corpus Christi: Un rito de reverencia

Cuando se presenta la Eucaristía, se coloca en un recipiente sagrado llamado «Custodia», que muestra la forma sagrada a través de un vidrio transparente. En las naciones con mayoría católica, estas procesiones suelen recorrer las ciudades, con los devotos entonando cánticos y rezos en honor al Rey Eucarístico. Esta costumbre se estableció en el siglo XIV y ha sido promovida por papas, concilios y santos como una forma excepcional de resaltar la importancia capital de la Eucaristía y el amor que sentimos por el Señor.

La solemnidad del Corpus Christi: Una celebración de cristo

La festividad del Corpus Christi honra a Jesucristo, presente de forma verdadera y substancial bajo las formas del pan y el vino. Esta Presencia se materializa gracias a un cambio que la Iglesia denomina transubstanciación (cambio de sustancia), que sucede en el momento en que el sacerdote, durante la Consagración en la Misa, pronuncia las palabras que Cristo mismo dijo sobre el pan y el vino: “Este es Mi Cuerpo”, “Esta es Mi Sangre”, “Hagan esto en memoria Mía”. En 2023, la Solemnidad del Corpus Christi se celebra el 8 de junio.

El milagro eucarístico de Lanciano: Un testimonio de Fe

En el siglo VIII, un sacerdote de la orden de San Basilio oficiaba Misa en Lanciano, Italia, cuando comenzó a dudar de la presencia real de Jesús# The text is over the limit, I need to finish the last paragraph and continue the text in the next input quote(«En el siglo VIII, un», «glóbulos.»)

en la Eucaristía. Al pronunciar las palabras de la consagración, presenció un milagro ante sus ojos: la Hostia se transformó en Carne y el Vino consagrado en Sangre, que luego se coaguló en cinco glóbulos.

El análisis científico del milagro de Lanciano

Entre las décadas de 1970 y 1980, varios científicos se dedicaron a analizar la Carne y la Sangre del milagro de Lanciano. Sorprendentemente, descubrieron que eran tejido cardíaco humano. La sangre, de tipo AB, coincidía con la de la Sábana Santa de Turín. La Preciosa Sangre mantenía la misma proporción proteica que la sangre normal y no contenía conservantes que pudieran prevenir la descomposición, como normalmente sucede con la sangre después de la muerte.

Este análisis científico apoya la fe de los católicos en la presencia real de Jesús en la Eucaristía y la milagrosa transformación que ocurre durante la consagración.

El Corpus Christi y la Eucaristía

El Corpus Christi es más que una simple celebración; es un recuerdo de la presencia tangible de Jesús en la Eucaristía y de los milagros que ocurren en su nombre. A través de la devoción a la Eucaristía, los católicos expresan su amor y fe en Jesús, reafirmando su compromiso con los principios y enseñanzas de la Iglesia. En 2023, esta solemne fiesta se celebra el 8 de junio, un día para honrar y reflejar el amor divino manifestado en la Eucaristía.