República Dominicana frente al coloso de la crisis haitiana
Desafíos monumentales de República Dominicana ante la crisis haitiana: Defensa territorial y organización de la inmigración
El prestigioso historiador y filósofo cubano, Eliades Acosta Matos, advierte que República Dominicana se enfrenta a un desafío formidable con respecto a la cuestión haitiana: imponer respeto a su territorio, administrar la inmigración, legalizar situaciones irregulares y brindar apoyo dentro de sus posibilidades, sin desvincularse del vecino país. Asegura que lo que ocurre en Haití tiene un efecto directo en el suelo dominicano.
Necesidad de conciencia universal
Acosta Matos destaca el necesario respaldo del presidente Luis Abinader para continuar presionando la conciencia mundial y moral de las naciones, enfatizando que el progreso de la humanidad no puede lograrse mientras Haití continúe en su estado actual.
La apatía de la comunidad internacional
Para Acosta, la denominada comunidad internacional, conformada principalmente por cuatro países con tendencias racistas, ha demostrado indiferencia hacia el destino de Haití debido a prejuicios raciales, ignorando la situación crítica del país.
La historia trágica de Haití
Según Acosta, la dramática historia de Haití, desde su emancipación de la esclavitud hasta su posterior invasión de territorios vecinos, ha llevado a una invisibilización del país. El reconocimiento de la República de Haití por parte de potencias como Estados Unidos y Francia solo ocurrió después de largos periodos y a menudo se vio acompañado de medidas punitivas.
La sincera ayuda a Haití: Excepción y no la norma
El historiador aplaude los esfuerzos de países como la República Dominicana, Venezuela, Brasil y Cuba, que han proporcionado una verdadera y desinteresada ayuda a Haití, en contraposición a la explotación de las ONG que, en su mayoría, han buscado su propio beneficio.
Haití, una herida abierta
Desde el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moise en 2021, poco se ha esclarecido. Acosta argumenta que para entender la situación actual, debemos considerar a Haití como una herida abierta en América Latina y el mundo, afectando particularmente a la República Dominicana.
El desconocimiento de la esencia haitiana
Acosta Matos lamenta que pocos se hayan dedicado a comprender la verdadera naturaleza de Haití, un país eminentemente agrícola que debería enfocarse en impulsar su sector agrario en lugar de depender de la ayuda internacional.
Un país en ruinas: Haití ante el desempleo y la desidia
Haití se enfrenta a un panorama desolador, con más del 80% de su población en desempleo, una cifra que Acosta cuestiona cómo un país podría sobrevivir. Critica la indiferencia de la oligarquía haitiana que, ante desastres, opta por huir en lugar de comprometerse con el futuro de su país.
Falta de visión y dependencia de la caridad
Acosta analiza la carencia de un proyecto de nación en Haití, sumado a la violencia rampante y a una dependencia crónica de la caridad. Según él, la diplomacia haitiana ha sabido explotar la miseria del pueblo para obtener ayuda, una solución que solo mitiga problemas a corto plazo.
A 60 años del gobierno de Juan Bosch
En el programa de televisión Reseñas, Eliades Acosta también tuvo la oportunidad de hablar sobre su libro “Juan Bosch, presidente: a 60 años de su gobierno”, en conmemoración del sexagésimo aniversario del gobierno y derrocamiento de Bosch.
Preguntas frecuentes
¿Por qué Eliades Acosta piensa que la situación en Haití repercute en República Dominicana?
Porque ambos países comparten una isla y tienen una historia interrelacionada. Los problemas de Haití pueden causar inestabilidad en toda la isla, incluyendo a República Dominicana.
¿Cuál es la visión de Acosta sobre la comunidad internacional y su relación con Haití?
Según Acosta, muchos países de la comunidad internacional han ignorado a Haití debido a prejuicios raciales y a una indiferencia generalizada hacia la situación del país.
¿Cómo Acosta ve la ayuda internacional a Haití?
Acosta considera que la mayoría de las ONG en Haití están más interesadas en su propio beneficio que en el bienestar del país. Sin embargo, resalta la ayuda sincera brindada por República Dominicana, Venezuela, Brasil y Cuba.
