Papa Francisco acepta renuncia de monseñor Benito Ángeles

Administrator marzo 18, 2024 2 min de lectura

Monseñor Benito Ángeles, era el obispo auxiliar de Santo Domingo

En un movimiento significativo dentro de la estructura eclesiástica de la República Dominicana, el papa Francisco ha aceptado la renuncia de monseñor Benito Ángeles, obispo auxiliar de Santo Domingo, quien alcanzó la edad de jubilación de 75 años, marcando un momento de transición importante para la Iglesia en el país.

Renuncia por límite de edad

Conforme a las normativas del Código Canónico, monseñor Benito Ángeles presentó su renuncia al papa Francisco tras cumplir los 75 años, una edad que señala la jubilación obligatoria para los líderes eclesiásticos.

Esta decisión, publicada oficialmente el día siguiente de su cumpleaños, destaca la adherencia a las directrices de la Iglesia y el respeto por sus tradiciones.

Monseñor Ángeles, ahora designado como obispo emérito, ha dejado una huella en la comunidad eclesiástica a través de su servicio como rector de la Universidad Católica de Santo Domingo (UCSD) y su labor como vicario episcopal de Santo Domingo Este. Su trayectoria refleja un compromiso profundo con la educación y la fe.

Desde su ordenación como presbítero en 1978 hasta su nombramiento por el papa Francisco como obispo auxiliar en 2017, y su posterior designación como rector de la UCSD en 2020, monseñor Ángeles ha demostrado un liderazgo espiritual y administrativo excepcional.

Desafíos actuales y futuros de la Iglesia dominicana

La Iglesia católica en la República Dominicana enfrenta un período de cambio y renovación, con varias diócesis esperando la designación de nuevos líderes. La renuncia de monseñor Ángeles subraya la importancia de una transición ordenada y la necesidad de nuevos nombramientos que respondan a las demandas espirituales y administrativas de la Iglesia en el país.

La aceptación de la renuncia de monseñor Benito Ángeles por parte del papa Francisco no solo marca el fin de una era de servicio dedicado sino que también abre la puerta a una nueva fase de liderazgo dentro de la Iglesia católica dominicana. Mientras la comunidad eclesiástica aguarda con expectativa las futuras decisiones del Vaticano, el legado de monseñor Ángeles permanece como un testimonio de fe, educación y servicio.