Estudio de la Universidad de Miami revela que 35 edificios en la costa sur de Florida se están hundiendo a un ritmo inesperado

El estudio utilizó imágenes satelitales

Miami.-Un estudio reciente de la Universidad de Miami (UM) indica que 35 edificios ubicados entre Miami Beach y Sunny Isles Beach, en la costa sur de Florida, presentan un hundimiento acumulado de entre 2 y 8 centímetros en los últimos años.

La investigación, que utilizó imágenes satelitales y fue llevada a cabo por científicos de la Escuela Rosenstiel de Ciencias Marinas, Atmosféricas y de la Tierra de la UM, sugiere que el fenómeno afecta tanto a complejos de lujo como a edificaciones menos conocidas, y plantea interrogantes sobre el impacto a largo plazo en la seguridad, la infraestructura y la sostenibilidad costera de la región.


El estudio, publicado en la revista científica Earth and Space Science, analizó la deformación del terreno y las estructuras a lo largo de la franja costera, abarcando desde Miami Beach hasta Sunny Isles Beach.

En este tramo, se detectó que los edificios han experimentado un hundimiento acumulado que oscila entre 2 y 8 centímetros, un rango que supera las expectativas iniciales de los expertos. Las imágenes satelitales empleadas en la investigación permitieron a los científicos monitorear cambios en la altura de las construcciones a lo largo del tiempo, ofreciendo una perspectiva sin precedentes sobre la estabilidad del litoral urbano.

Según el equipo de la UM, las tasas más marcadas de hundimiento se encontraron en edificaciones ubicadas en Sunny Isles Beach, seguida de las situadas en Surfside, un punto de interés particular debido al trágico colapso del edificio Champlain Towers South en 2021, donde casi un centenar de personas perdió la vida.

Aunque la investigación no vincula directamente el fenómeno del hundimiento con el derrumbe de esa estructura, el caso ha generado una nueva conciencia sobre la necesidad de entender mejor la relación entre la geología costera, el cambio climático, la elevación del nivel del mar y la estabilidad de las edificaciones.

Ejemplos de edificios afectados


Entre las edificaciones que mostraron una mayor tendencia al hundimiento, el estudio destaca el Porsche Design Tower, ubicada en la Avenida Collins y la Calle 185 en Sunny Isles Beach, así como el Trump International Beach Resort, situado a pocas cuadras de distancia, cerca de la Calle 180.

Ambos complejos, considerados íconos de lujo en la zona, habrían sufrido descensos de hasta aproximadamente 3 pulgadas (unos 7,6 centímetros) entre los años 2016 y 2023.

Estos datos resultan significativos, dado que ponen de manifiesto que incluso las construcciones más exclusivas y modernas pueden ser susceptibles a la dinámica geológica subyacente.

La lista de edificios que experimentan este fenómeno no se limita a Sunny Isles Beach. El emblemático Surf Club Towers, en Collins y la Calle 91, también figura entre las estructuras afectadas, al igual que el lujoso Hotel Faena, ubicado en Collins y la Calle 32, en Miami Beach.

De igual manera, se reportan dos edificios en Miami Beach y uno en Bal Harbour con tasas de hundimiento notables, completando el panorama de la incidencia del fenómeno en un área caracterizada por su densidad poblacional, su alto valor inmobiliario y su importancia turística.

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Reacciones de las autoridades y expertos


Ante los hallazgos del estudio, las reacciones han sido diversas. Por un lado, expertos familiarizados con el fenómeno señalan que cierto nivel de hundimiento es natural, especialmente en zonas costeras formadas sobre suelos poco consolidados.

Estas áreas se componen de sedimentos que, con el paso del tiempo, tienden a compactarse, lo que puede provocar ligeros descensos en el terreno y, en consecuencia, en las estructuras construidas sobre él.

La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, manifestó que la idea de un hundimiento en ciertas estructuras no debería resultar sorprendente, pues es algo que también ocurre en otras grandes ciudades costeras del mundo, como Nueva York.

Sin embargo, Levine Cava subrayó que la subida del nivel del mar y las alteraciones provocadas por el cambio climático obligan a tomar el fenómeno con mayor seriedad. Si bien el hundimiento puede ser un proceso natural, la combinación de factores como la erosión costera, el ascenso de las aguas y el impacto humano en la planificación urbana requiere una mirada más integral.

Perspectiva de los investigadores


Los científicos que participaron en el estudio señalan que estos resultados deben ser tomados como un punto de partida. El coautor de la investigación advirtió que las conclusiones plantean preguntas adicionales que requieren más análisis y seguimiento a largo plazo.

La autora principal también destacó la necesidad de un monitoreo continuo para entender las implicaciones a futuro de este fenómeno. Esto implica evaluar si el hundimiento detectado se mantendrá a tasas similares, se acelerará con el tiempo, o si existen factores locales específicos, como el tipo de suelo, la antigüedad de las construcciones o la cercanía de aguas subterráneas, que puedan aumentar la vulnerabilidad de ciertas áreas.

Los investigadores consideran esencial el desarrollo de más estudios, idealmente con datos tomados en intervalos regulares y utilizando herramientas de geodesia satelital de alta precisión. Estos análisis permitirían establecer patrones claros, comparar la situación de los edificios costeros de Florida con otros contextos urbanos globales y, sobre todo, comprender si las tasas de hundimiento detectadas representan un riesgo estructural real o un fenómeno meramente gradual que puede ser corregido o mitigado mediante intervenciones de ingeniería.

Contexto post-colapso del Champlain Towers South


El colapso del edificio Champlain Towers South en Surfside, ocurrido en junio de 2021, fue un punto de inflexión que ha impulsado la revisión de la seguridad estructural y las políticas de inspección y mantenimiento de edificios en toda la costa sur de Florida.

Aunque la causa directa de este derrumbe no se vincula de forma concluyente a la subsidencia del terreno (hundimiento del suelo), el evento sí ha generado mayor atención sobre la integridad de las estructuras, la necesidad de revisiones periódicas, la calidad de los materiales de construcción y la influencia de factores ambientales.

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La comunidad de ingenieros, arquitectos y planificadores urbanos ha enfatizado la importancia de evaluar las condiciones del subsuelo antes de erigir nuevos proyectos, y de monitorear de cerca la salud estructural de las edificaciones existentes. El estudio de la UM funciona como una nueva llamada de atención para las autoridades locales y estatales, pues provee datos concretos que podrían servir como base para futuras normativas, códigos de construcción más estrictos y planes de mitigación.

Aumento del nivel del mar y cambio climático


La costa sur de Florida es especialmente vulnerable ante el cambio climático, con un nivel del mar en ascenso que contribuye a la intrusión salina en los acuíferos, la erosión de las playas y la afectación de los ecosistemas costeros. Esta realidad, combinada con la alta densidad de edificaciones, crea un entorno delicado, donde la interacción entre la naturaleza y la infraestructura humana es cada vez más compleja.

El hundimiento no solo se limita a estructuras aisladas: el estudio sugiere que también podría estar ocurriendo en edificios del Downtown de Miami, Brickell y áreas costeras del condado de Broward e incluso Palm Beach. Asimismo, las implicaciones globales son considerables, pues nunca antes se había documentado un hundimiento tan extendido en una zona costera con estas características. Los expertos señalan que, a medida que el calentamiento global continúa, estos fenómenos pueden intensificarse, haciendo que el mantenimiento y la vigilancia de la infraestructura sean aún más críticos.

Respuestas de la industria inmobiliaria y constructores


La reacción de la industria inmobiliaria ha sido cautelosa. Algunos arquitectos y promotores advierten que se trata apenas de un estudio preliminar, por lo que es importante no sacar conclusiones apresuradas.

El arquitecto Kobe Carp, reconocido por haber diseñado una decena de torres en Sunny Isles Beach, señaló que si bien el estudio es digno de atención, sería necesario que varias investigaciones independientes coincidan en las mismas conclusiones para encender realmente las alarmas.

Este tipo de respuestas refleja la tensión entre el desarrollo inmobiliario a gran escala y los desafíos ambientales y geológicos que enfrenta la región. Por un lado, Florida es conocida por su atractivo turístico, su vibrante mercado inmobiliario y su estilo de vida costero; por otro, el terreno en el que se asienta esta dinámica economía es cada vez más estudiado para comprender sus limitaciones, riesgos y vulnerabilidades.

Implicaciones para políticas públicas y planificación futura


Con los datos en mano, el gobierno local y estatal podría considerar la implementación de inspecciones más frecuentes, la adopción de tecnologías avanzadas en el diseño y la construcción, así como la generación de planes de contingencia ante eventos futuros. También podría resultar necesario revisar los códigos de construcción, incorporando requisitos más estrictos para el control de calidad del suelo, la supervisión de la humedad y la consideración del ascenso del nivel del mar.

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La planificación urbana en la región ya ha empezado a contemplar aspectos como la resiliencia costera, la introducción de barreras contra inundaciones y la restauración de humedales para mitigar la erosión. La información aportada por estudios como este de la UM podría reforzar las medidas ya tomadas y motivar la adopción de nuevas estrategias de adaptación.

El reto de comunicar el riesgo


Los medios de comunicación locales e internacionales han cubierto extensamente el colapso del Champlain Towers South y otros casos de preocupación estructural, lo que ha sensibilizado a la población sobre la importancia de la seguridad de los edificios. El nuevo estudio de la UM ofrece un material informativo adicional que ayuda a entender que los riesgos no siempre son visibles a simple vista. Comunicar de forma clara y responsable estos hallazgos es fundamental para evitar el pánico, pero también para no subestimar los riesgos potenciales.

La divulgación equilibrada del fenómeno es esencial: por un lado, es necesario transmitir que algún grado de hundimiento es natural y ocurre en múltiples ciudades costeras alrededor del mundo; por otro, hay que destacar que el cambio climático y la intensificación de eventos extremos pueden agudizar estas dinámicas, haciendo imperativo el monitoreo continuo.

Panorama a futuro


Aunque el estudio de la Universidad de Miami no establece una relación directa entre el hundimiento de los edificios y posibles colapsos estructurales, sí subraya la necesidad de profundizar en la investigación. Con 35 edificios ya identificados en proceso de hundimiento, la comunidad científica, las autoridades y el sector inmobiliario se enfrentan a una realidad compleja que requiere acción coordinada.

A futuro, es previsible que se realicen más estudios que ayuden a determinar las causas exactas de estos descensos. Este esfuerzo integrado incluiría mediciones geotécnicas directas, modelados digitales más sofisticados y la colaboración con expertos en ingeniería civil, urbanismo y sostenibilidad. Además, el análisis de la relación entre el hundimiento, la calidad del suelo, las actividades humanas y el cambio climático podría sentar las bases de una normativa más sólida y de estrategias preventivas que protejan tanto a las personas como a la inversión inmobiliaria.

En definitiva, el hallazgo de la UM es una alerta temprana: si bien aún es pronto para hablar de riesgos inminentes, la información obtenida invita a la cautela, a la vigilancia y a la preparación. La costa sur de Florida, un emblema turístico y residencial, se encuentra ante el desafío de equilibrar su crecimiento con la comprensión profunda de las fuerzas naturales que, lenta pero constantemente, dan forma a su paisaje urbano.

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