El viacrucis de un anciano enfermo, en un hospital

Autoridades preocupadas por agresión hacia ancianos

Por: Ramón Antonio Veras.

Explicación

1.- Porque he vivido durante más de ocho décadas, puedo dar testimonio de que la sociedad donde siempre he permanecido ha cambiado para mal, para lo que es contrario al bien.

2.- En el pasado, la comunidad dominicana estaba compuesta en su generalidad por gente que sentía compasión, pero en el presente estamos rodeados de insensibles, ausentes de bondad.

3.- Lo que voy a narrar es algo que responde a la expresión de la verdad, y lo hago para que se conozca el ambiente deshumanizado y de ultraje en el cual habitamos.

I.- Necesaria calidad humana para recibir a un enfermo

4.- Una mujer o un hombre grosero, rústico, no debe estar ubicado en el lugar de un hospital donde primero llega un afectado en estado de urgencia o de emergencia, que puede ser por haber recibido una herida leve, una apendicitis, atacado de un infarto o un ACV.

5.- Esa persona que con una grave lesión llega al lugar identificado en una clínica como “emergencia”, quiere y merece ser recibida por una empleada compasiva que dé demostración de apiadarse.

6.- La calidad humana de quien está llamado a tratar con enfermos, debe ser de nobleza probada, mucha afabilidad, fina cordialidad, y nunca de frialdad, indiferencia y notoria descortesía.

II.- Un afectado ante una indolente

7.- En la ciudad de Santiago de los Caballeros, hace unos días, un anciano afectado de un dolor agudo en el vientre, se presentó a una clínica por emergencia, y al llegar hace saber el dolor que le aqueja. La empleada, con toda su calma, se limitó a entregarle un ticket para que hiciera turno.

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8.- La recepcionista del espacio de emergencia hizo caso omiso a la condición del enfermo que estaba frente a ella, su edad, el dolor y la inminencia del caso. Ella se comportó como si lo que padecía el viejo adolorido podía ser tratado con toda parsimonia.

9.- El abuelo, ya extenuado, habiendo transcurrido unos 45 minutos después de haber llegado, con vómitos y acompañado de su dolencia, es atendido y luego de exámenes de laboratorio y sonografía se determinó que padecía una afección que requería intervención quirúrgica.

III.- Paciente dado de alta, pero amarrado a un suero, por conflictos financieros entre clínica y ARS

10.- Después de ser sometido a una operación, y estando ya recuperado, el viejo es dado de alta por los médicos que le atendieron con excelente profesionalidad.

11.- Aunque a las 10 horas de la mañana el paciente había recibido de sus médicos la autorización de salida, fue a las 6 de la tarde cuando quedó en libertad de marcharse a su casa.

12.- Diferencias entre la administración financiera del centro clínico y de la aseguradora del paciente, causaron desagradables inconvenientes al ser humano recién operado.

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IV.- Mala imagen para un centro de salud

13.- Desdice mucho de la organización de un lugar donde se acogen y curan enfermos que un paciente, luego de haber sido dado de alta por sus médicos, por causas extrañas a su salud se vea privado de retirarse tranquilamente a su hogar.

14.- Los lugares que en nuestro país tienen como objetivo prestar asistencia a los enfermos, no deben ponerse en el mismo plano deshumanizado de la mayoría de las ARS, que su norte es ganancia, nada humanitario.

15.- Un enfermo que está hospitalizado, lo menos que quiere es una vez superada su situación, encontrarse en un ambiente de hosquedad, trato insociable, notoria descortesía, aspereza y clara sequedad.

16.- Un paciente dado de alta por sus médicos, y en disposición de pagar en efectivo y de inmediato la parte que le corresponde por concepto de habitación, medicinas y honorarios médicos, no está llamado a ser retenido y pasando las de Caín, atado a un suero sin necesitarlo durante 8 horas, porque no compaginan las cuentas del centro de salud y una ARS cualquiera.

V.- Debe haber correspondencia entre los médicos y quienes les asisten

17.- Un centro de salud con un nivel superior en calidad por la excelencia de los médicos que lo integran, no puede reducirse con empleados y paramédicos inferiores en preparación y limitado desempeño.

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18.- Se necesita correspondencia o conformidad entre el talento de los galenos en conexión con la ejecución de las tareas que están llamadas a prestar sus asistentes.

19.- La finura que demuestran los facultativos ante los pacientes, muchas veces se ve deslustrada por la aspereza y falta de pericia del equipo de enfermería, llamado a completar la gracia que el profesional de la medicina lleva a cabo frente al enfermo.

20.- La atención bien recibida por el enfermo, adecuadamente servida por el médico, ha de ser la obra de todo el equipo humano del hospital. El menor desliz cometido por uno de los participantes en la cura del paciente, hace perder los aciertos alcanzados por el conjunto.

Ideas finales

21.- El anciano paciente que ha motivado este escrito, ya en el último período de vida, se dirigió enfermo a la clínica donde recibió el trato inadecuado, por la confianza que tiene en los médicos de ese centro de salud, y aunque al final salió curado de la enfermedad con la cual llegó, se retiró a su casa anímicamente lesionado.

22.- El autor de este escrito puede dar constancia que es de muy alta calidad académica y sumamente sensible, la generalidad del personal médico del centro donde le ocurrió el percance a la persona víctima de los inconvenientes ya narrados.

Santiago de los Caballeros,

10 de mayo de 2023.

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