Condena en Santiago por muerte durante asalto
SANTIAGO, (República Dominicana) – La justicia en Santiago ha hablado, y la resonante condena de los tres criminales involucrados en un caso que estremeció a la comunidad ha dejado una marca en la sociedad dominicana.
Los criminales y sus condenas en Santiago
Luis David Sosa González, José Rafael Canela Goris y Luis Amauris Bello Acevedo han sido sentenciados a 40, 40 y 30 años de reclusión mayor respectivamente. Los crímenes cometidos son un reflejo de la brutalidad que aún existe en algunas partes de nuestra sociedad.
Los hechos
La víctima y las heridas
La víctima, Miguel Ángel Tavarez Suero, murió tras recibir varios disparos. Su esposa, Marcia Amanda Sabater de Dios, también fue herida y luchó por su vida durante varios meses antes de sobrevivir a las heridas.
Los asaltantes
Los tres asaltantes fueron juzgados y condenados por intimidación, violencia con armas de fuego y robo con violencia. Sus actos reflejan una profunda falta de humanidad y respeto por la vida y la propiedad ajenas.
Recuento del asalto
La intimidación y violencia
Los criminales llegaron a la tienda A&M Comunicaciones, amedrentaron y hostigaron a las víctimas, demostrando una agresión inimaginable.
Robo de equipos y dinero
Los asaltantes robaron equipos electrónicos, incluyendo celulares y tablets, y dinero en efectivo. Su avaricia se evidenció en la crueldad de sus actos.
Muerte y heridas de las víctimas
Canela Goris y Sosa González dispararon contra Tavarez Suero, matándolo y dejando herida a Sabater de Dios. Esta tragedia marcó a la comunidad.
Pruebas y argumentos de la fiscalía
Cámaras de vigilancia
Las imágenes de las cámaras de vigilancia fueron fundamentales para el caso, proporcionando evidencia irrefutable de los hechos.
Pruebas periciales
Las pruebas periciales corroboraron el recuento de los hechos, aportando certeza y claridad en un caso tan complejo.
Testimonios y documentos
Los testimonios y documentos presentados por la Fiscalía fueron cruciales en la obtención de las condenas ejemplares.
La justicia ha sido servida, pero la herida en la sociedad persiste. El caso resalta la necesidad de una continua lucha contra la violencia y la criminalidad.
