Arzobispado considera asesinos se burlan familiares víctimas
La queja saldrá este domingo en el semanario Camino
SANTIAGO.- El Arzobispado santiaguero aseguró que muchas familias dominicanas viven la impotencia, indignación y desamparo, al ver que los criminales que le han quitado la vida a su hijo, padre o familiar muy cercano, se burlan de ellos.
La institución religiosa precisa que los imputados, cuando son detenidos por las autoridades, argumentan que les están violando sus derechos, en cuya posición son asistidos por abogados que paga el Estado.
El planteamiento aparecerá publicado el próximo domingo en el semanario Camino, medio impreso del Arzobispado local, que tendrá como título “Huérfanas”.
Andamiaje jurídico
Dice que esos profesionales del derecho “realizan una meticulosa y tenaz defensa, amparándose en un andamiaje jurídico que deja a las víctimas en situación de orfandad”.
Puntualiza camino que, mientras eso ocurre, son muchos los pasos y gastos económicos que sufren los agraviados para evitar que los que han violado la ley salgan libres.
Al tiempo de preguntarse hasta cuándo seguirán viéndose esas escenas que califica como desgarradoras, Camino considera que es hora de que haya consecuencias para los que matan.
“No es posible continuar viendo cómo se juega con el dolor de una familia que permanecerá para siempre con el dolor y la tristeza de ver partir a un ser querido, por culpa de la delincuencia que avanza en nuestro país”, dice.
Semanario Camino
Recuerda que la existencia es el principal regalo que Dios ha dado a los seres humanos, por lo que no se puede seguir jugando con la vida.
Camino indica que está de acuerdo con que se respeten los derechos a los acusados de asesinatos, pero nunca hasta el extremo de hacerse cómplices del daño que han causado.
Por eso, plantea que esa ley que protege de manera exagerada a los criminales tiene que ser modificada “porque ellos no pueden continuar en las calles sembrando angustia”.
“Esa protección jurídica que reciben los delincuentes, lo que hace es fomentar más violencia, y así no podemos continuar”, concluye el editorial de Camino.
