Actitud de hijas o hijos para confundir a la sociedad

negro veras

Por: Ramón Antonio Veras.

1.- En el medio social dominicano hay tanta confusión, que hasta a la familia ha llegado la falta de orden y claridad, con relación al trato entre los padres y su prole.

2.- Resulta beneficioso para los relacionados con un núcleo familiar, conocer las interioridades que se dan en ese conjunto de personas emparentadas entre sí. La franqueza y la claridad sirven para juzgar correctamente.

3.- El padre de cinco hijas o hijos, que no mantiene cordialidad con cuatro de ellos, debe dar un paso adelante, examinar su manera de ser para verificar la razón por la cual existe esa desproporcionada efusividad.

4.- La abuela o el abuelo de doce nietos, que de manera habitual solamente comparte con tres, algún trato desagradable ha dado a los otros nueve, que se mantienen aislados. Al parecer, el ascendiente se maneja con acidez frente a los nenes.

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5.- El nuero o nuera de cinco hijas políticas, que solamente tiene tímida comunicación con una de ellas, está llamado a convertirse en un apartado, o solitario pariente, impedido de decir mi gente, un desconversable, nada sociable.

6.- Esa madre o ese padre que no tiene relación con la mayoría de los hijos o hijas, está aislado de los nietos y nietas, sin comunicación con la generalidad de las esposas de sus descendientes, es un inconexo. Anda suelto.

7.- La persona que con sus familiares más directos tiene un trato a la distancia, es un intransigente, intolerante y rudo. Es un cerrado e inflexible, hasta el punto de que se convertirá en una víctima de su obcecades.

8.- Esa mamá o ese papá que, hoy, para sus consanguíneos se ha convertido en insociable, si no siempre se comportó como ahora, merece ser tratado por un facultativo especialista en la conducta humana.

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9.- Una mami o un papi, que fue todo amor con su cría, y dispensó todas las atenciones materiales y espirituales, si ha cambiado es porque está afectado de la mente, y necesita ser asistido para saber qué le pasa.

10.- La madre o el padre, que estando cuerdo, en plenas facultades mentales, en el pasado se llevó a las mil maravillas con sus hijas, hijos, nietas y nietos, si luego modifica esa forma de tratarlos, es porque está alocado, desequilibrado, ha perdido la chaveta.

11.- De todas maneras, antes de hacer asistir a mami o papi por un psiquiatra, procede que sus descendientes decidan examinarse, chequear su conciencia, mirarse de arriba a abajo.

12.- A veces conviene analizar, pensar con detenimiento, revisarse por entero para saber si la decisión a tomar es la correcta y conveniente. Es bueno ahondar para conocer la esencia de las cosas.

13.- En ocasiones, resulta que para quedar bien ante la sociedad, para justificar su indiferencia y sinvergüencería, algunos hijos recurren a los argumentos más pueriles, infundados y estúpidos.

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14.- Cómo pensar y hacer creer, para engañar a los bobos, que mami y papi, que cumplieron ante sus hijas o hijos, de un momento a otro se van a convertir en ogros, personas intratables, monstruos mitológicos.

15.- El alma noble, ese proceder amoroso, la actitud comunicativa y altamente responsable de una madre o un padre ante sus hijas o hijos, no se modifica así por así, en un abrir y cerrar de ojos.

16.- En lugar de someter a la madre o al padre a un tratamiento de la mente, deben revisarse los descendientes. Aquel que como progenitor siempre estaba ahí, al alcance y disposición de los suyos, seguro que no ha cambiado de lugar, mantiene lucidez y con la dignidad por las nubes.

Santiago de los Caballeros,

27 de noviembre de 2023.

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