Fundación del Partido de la Liberación Dominicana en 1973
Fundación del Partido de la Liberación Dominicana en 1973
Santiago, 19 de noviembre (Noticia.do).-La fundación del Partido de la Liberación Dominicana en 1973 marcó un punto de inflexión en la vida política de la República Dominicana. A partir de la decisión del profesor Juan Bosch de abandonar el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), se abrió paso una nueva organización que, con los años, se convertiría en la fuerza con más triunfos electorales de la historia democrática del país. Comprender ese origen es clave para entender la política dominicana contemporánea.
Este artículo explica, de manera detallada, cómo se produjo la ruptura de Bosch con el PRD, cuáles eran las condiciones políticas de la época y cómo se organizó el nuevo partido hasta convertirse en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD). El lector encontrará aquí una reconstrucción periodística del contexto histórico, los protagonistas y las ideas que dieron vida a este proyecto político.
Además, se abordará el significado del 52 aniversario de la fundación del PLD, la forma en que la organización recuerda la efeméride del 18 de noviembre de 1973 y los desafíos que enfrenta hoy, en un escenario político muy distinto al que vio nacer al partido. El objetivo es ofrecer una visión integral: del pasado fundacional, del recorrido en el poder y de la vigencia de las ideas que inspiraron a Juan Bosch.
Fundación del Partido de la Liberación Dominicana en 1973
La fundación del Partido de la Liberación Dominicana en 1973 se origina en un hecho concreto: la salida de Juan Bosch de una reunión de la dirección del PRD el 18 de noviembre de 1973. Aquella noche, según relatan dirigentes que estuvieron presentes, Bosch se levantó de la mesa tras un fuerte desacuerdo político y expresó, con firmeza, que no regresaría. Esa decisión, aparentemente individual, estaba respaldada por una reflexión profunda sobre el rumbo que había tomado el viejo partido.
Menos de un mes después de esa renuncia, se anunció el surgimiento formal del Partido de la Liberación Dominicana. El corto tiempo transcurrido entre la salida y la fundación demuestra que Bosch ya había madurado la idea de crear una nueva organización, con métodos de trabajo distintos y una estructura pensada para la formación política y la disciplina partidaria. No se trataba solo de cambiar de siglas, sino de levantar un instrumento político nuevo.
Con el paso de las décadas, el PLD se consolidó como el partido con más triunfos electorales de la etapa democrática posterior a la dictadura de Trujillo. Sus gobiernos marcaron la vida económica, social e institucional del país, lo que hace que aquella decisión de 1973 no sea solo un episodio interno de un partido, sino un hecho histórico para toda la sociedad dominicana.
Contexto histórico y político de 1973
Situación política de la República Dominicana en los años setenta
En los años setenta, la República Dominicana vivía todavía las secuelas de la dictadura de Trujillo, de la guerra de abril de 1965 y de las tensiones de la Guerra Fría. El país estaba marcado por fuertes confrontaciones políticas, altos niveles de pobreza y una institucionalidad frágil. Los gobiernos de la época se movían entre la apertura democrática y prácticas autoritarias que limitaban la participación y la protesta.
El sistema político se reorganizaba alrededor de partidos que competían en elecciones, pero en un contexto en el que el uso de los recursos del Estado, la presión sobre la oposición y el peso de los aparatos de seguridad seguían siendo determinantes. La lucha por el poder se daba, en gran medida, entre el oficialismo gobernante y las fuerzas opositoras encabezadas por el PRD.
Para la población dominicana, especialmente los sectores populares, la política era a la vez esperanza y conflicto. Muchos veían en los partidos la posibilidad de transformar sus condiciones de vida, pero al mismo tiempo desconfiaban de los métodos tradicionales de hacer política, marcados por el clientelismo y las alianzas coyunturales.
El papel del Partido Revolucionario Dominicano antes de 1973
Antes de 1973, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) era la principal fuerza opositora del país. Fundado en el exilio por Juan Bosch y otros dirigentes antitrujillistas, el PRD encarnó durante años las aspiraciones de democracia, justicia social y libertad del pueblo dominicano. En 1962, esa trayectoria lo llevó a ganar las elecciones que llevaron a Bosch a la Presidencia de la República.
Sin embargo, el golpe de Estado de 1963 y los acontecimientos posteriores modificaron la realidad interna del PRD. Con los años, el partido fue ampliando su base, incorporando nuevos liderazgos y corrientes internas que no siempre comulgaban con la visión original de Bosch. Esa diversidad, natural en una organización de masas, se convirtió también en fuente de tensiones ideológicas y estratégicas.
En la práctica, el PRD combinaba un discurso democrático con una dinámica interna a veces marcada por la lucha de tendencias, el énfasis en lo electoral por encima de la formación política y la búsqueda de acuerdos coyunturales para alcanzar el poder. Es precisamente frente a esa realidad que Bosch empieza a cuestionar la viabilidad del proyecto perredeísta tal como estaba configurado.
Trayectoria política previa de Juan Bosch
El profesor Juan Bosch llegó a 1973 con una vasta trayectoria política e intelectual. Escritor, ensayista e historiador, fue uno de los más destacados opositores a la dictadura de Trujillo y debió vivir largos años en el exilio. Desde La Habana y otros países, contribuyó a organizar la resistencia antitrujillista y a dar forma al pensamiento democrático dominicano.
Su elección como presidente en 1962 y el breve gobierno de 1963 lo convirtieron en símbolo de la democracia frustrada. El golpe de Estado que lo derrocó, a solo siete meses de asumir, marcó a todo el país, pero especialmente a Bosch, quien reforzó su convicción de que la transformación de la sociedad requería no solo ganar elecciones, sino construir una organización política sólida, consciente y disciplinada.
Para 1973, con 64 años de edad, Bosch acumulaba experiencia, prestigio moral y una visión clara de lo que debía ser un partido comprometido con las grandes mayorías. Esa combinación de edad, reflexión y autoridad política lo colocó en posición de dar un paso difícil: romper con el PRD y apostar por la creación de un nuevo proyecto partidario.
La salida de Juan Bosch del Partido Revolucionario Dominicano
La reunión de la dirección del PRD que marcó la ruptura
El hecho desencadenante de la fundación del PLD fue una reunión de la dirección del PRD celebrada el 18 de noviembre de 1973. En ese encuentro, Bosch escuchó con atención la intervención de uno de los dirigentes, cuyo enfoque sobre un tema crucial revelaba un rumbo político que él consideraba equivocado. La discusión fue subiendo de tono, hasta que el profesor tomó una decisión tajante.
Relatan testigos que Bosch se levantó de su asiento, anunció que no continuaría en la reunión y declaró que no volvería al PRD. No fue un arrebato, sino el punto final de un proceso de desencanto con la forma en que se estaban tomando las decisiones y con el tipo de partido en que se había convertido la organización que él mismo había fundado en el exilio.
Esa escena, ocurrida puertas adentro, tendría importantes repercusiones en la vida pública. Varios de los presentes, conmovidos por la determinación de Bosch, decidieron acompañarlo en la nueva etapa que se abría. A partir de ahí, se activó la maquinaria organizativa para dar forma a un nuevo partido.
Las diferencias ideológicas y estratégicas dentro del PRD
La ruptura no fue solo una cuestión de formas, sino de fondo. Entre Bosch y un sector importante del PRD existían diferencias ideológicas y estratégicas sobre cómo conducir la lucha política. Mientras algunos privilegiaban la flexibilidad, las alianzas coyunturales y el pragmatismo electoral, Bosch insistía en la necesidad de una organización con alta conciencia política, disciplina y claridad programática.
Para el profesor, un partido destinado a transformar la sociedad no podía reducirse a maquinaria electoral. Tenía que ser una escuela de formación, con cuadros preparados, capaces de interpretar la realidad nacional y de actuar con ética. El choque entre esas visiones se hizo cada vez más difícil de conciliar dentro del PRD.
En ese contexto, la salida de Bosch puede entenderse como el desenlace de una contradicción acumulada: de un lado, un partido de masas que se adaptaba a las reglas de la competencia electoral tradicional; del otro, un liderazgo que aspiraba a construir lo que más tarde llamaría un “partido único en América Latina” por sus métodos de trabajo y su estructura.
Testimonios de dirigentes que acompañaron a Juan Bosch
Los testimonios de los dirigentes que acompañaron a Bosch en 1973 coinciden en resaltar el carácter firme y sereno con el que tomó la decisión. Muchos de ellos habían compartido con él años de lucha, persecución y exilio, y veían en su liderazgo una guía moral además de política. Al salir del PRD, decidieron seguirlo en la nueva aventura partidaria.
Ese pequeño grupo inicial, integrado por dirigentes y militantes de distintas generaciones, asumió el reto de empezar prácticamente desde cero: sin grandes estructuras, sin recursos y en un ambiente político complejo. Pero contaban con un activo decisivo: la credibilidad de Bosch ante amplios sectores de la población dominicana.
Con el tiempo, la narrativa peledeísta ha reivindicado ese gesto como un acto de valentía política y coherencia ideológica. Lejos de aferrarse a las siglas y a las estructuras ya construidas, Bosch optó por abrir un camino nuevo, aun cuando no tenía garantizado el éxito electoral inmediato.
El proceso de creación del Partido de la Liberación Dominicana
Organización inicial y primeros pasos del PLD
Tras la ruptura, comenzaron los primeros pasos de organización del PLD. El proyecto se basó en la idea de construir un partido de cuadros, con militantes formados en el estudio de la realidad dominicana y del pensamiento político. Se organizaron círculos de estudio, reuniones en barrios y comunidades, y encuentros con simpatizantes interesados en escuchar la propuesta de Bosch.
A diferencia de otros partidos, el énfasis no estuvo inicialmente en las grandes actividades masivas, sino en el trabajo paciente, casi silencioso, de formación y reclutamiento. La construcción del PLD se hizo casa por casa, contacto por contacto, apelando tanto a antiguos perredeístas como a jóvenes que veían en el nuevo partido una alternativa diferente.
En pocas semanas, ese trabajo dio como resultado una estructura mínima, pero suficiente para anunciar la constitución formal del Partido de la Liberación Dominicana, menos de un mes después de la renuncia de Bosch al PRD. Este dato confirma que, más que una reacción improvisada, se trataba de un proyecto pensado y madurado por su fundador.
Dirigentes fundadores y cuadros que siguieron a Bosch
El núcleo fundador del PLD estuvo compuesto por dirigentes que habían compartido militancia en el PRD y por nuevos cuadros que se incorporaron atraídos por la figura de Bosch y por la propuesta de una organización distinta. Desde el inicio, se hizo énfasis en la formación política como requisito para asumir responsabilidades dentro del partido.
Los fundadores debieron enfrentar no solo la tarea de organizar el nuevo partido, sino también las críticas y ataques de quienes consideraban la ruptura como una división “inconveniente” de la oposición. Aun así, se mantuvieron fieles a la idea de que la calidad de la organización era tan importante como la cantidad de votos.
Con los años, muchos de esos cuadros se convirtieron en figuras claves de los gobiernos y de la dirección del PLD. Su experiencia refleja cómo un pequeño grupo comprometido puede convertirse, con trabajo sistemático y disciplina, en la columna vertebral de una organización política de alcance nacional.
Anuncio formal del surgimiento del PLD tras la renuncia
El anuncio formal del surgimiento del Partido de la Liberación Dominicana tuvo lugar pocas semanas después del 18 de noviembre de 1973. A través de comunicados, ruedas de prensa y contactos con medios, se dio a conocer al país el nacimiento de una nueva organización encabezada por Juan Bosch, que se presentaba como una opción distinta dentro del campo progresista.
En ese anuncio se subrayaron tres ideas centrales: el compromiso con la democracia, la lucha contra la corrupción y la decisión de formar un partido de militantes conscientes, con capacidad para estudiar, organizar y transformar. No era un simple relevo de siglas, sino una apuesta por un modelo de partido con identidad propia.
Para un sector importante de la población, especialmente entre la juventud politizada de la época, el surgimiento del PLD significó una bocanada de aire fresco. Aunque el partido tardaría años en alcanzar grandes resultados electorales, su presencia comenzó a sentirse en el debate político y en los espacios sociales donde se discutía el futuro del país.
Ideario, estructura y métodos de trabajo del nuevo partido
La visión de Juan Bosch sobre un “partido único en América Latina”
Juan Bosch definió al PLD como un “partido único en América Latina”. Con esa expresión, quería destacar que no se trataba de una organización tradicional, sino de un partido con una filosofía y un método de trabajo específicos. Su objetivo era construir una herramienta política capaz de interpretar la realidad dominicana con rigor y de actuar con una ética diferenciada.
El ideario peledeísta combinó el análisis de la formación social dominicana, la crítica al caudillismo y al clientelismo, y la apuesta por un desarrollo nacional incluyente. Todo esto se sustentaba en la formación de cuadros que, además de lealtad al partido, tuvieran conocimiento profundo de la historia y la estructura económica del país.
En ese contexto, la fundación del Partido de la Liberación Dominicana en 1973 fue presentada como el inicio de un proyecto a largo plazo, más allá de la coyuntura electoral. La meta no era solo llegar al gobierno, sino contribuir a una transformación estructural de la sociedad dominicana.
Métodos de trabajo político y formación de cuadros
El PLD se caracterizó desde sus inicios por sus métodos de trabajo. La militancia debía participar en círculos de estudio, leer materiales preparados por el propio Bosch y otros dirigentes, y someter su práctica política a evaluación constante. La idea era que cada peledeísta fuera un agente de cambio, con argumentos y conciencia.
En lugar de basar su crecimiento en la simple afiliación masiva, el PLD privilegió el reclutamiento selectivo: para entrar, había que formarse y comprometerse. Esa cultura interna dio al partido una cohesión y una disciplina que lo distinguieron en el panorama político dominicano.
Entre las prácticas habituales del partido se encontraban:
- Reuniones periódicas de organismos de base para analizar la realidad local.
- Estudio sistemático de documentos y textos de formación.
- Evaluación del trabajo político de cada militante y dirigente.
Estos métodos contribuyeron a que, con el tiempo, el PLD fuera reconocido por la calidad de muchos de sus cuadros y por su capacidad organizativa.
Estructura organizativa y disciplina interna del PLD
La estructura organizativa del PLD fue diseñada para asegurar el vínculo entre la dirección nacional y las bases. Se establecieron comités de base, comités intermedios, comités provinciales y nacionales, todos sujetos a normas claras de funcionamiento. La disciplina interna era un rasgo distintivo: la militancia debía respetar las decisiones colectivas y los lineamientos aprobados por los organismos superiores.
Esta estructura permitió al PLD crecer de manera ordenada, expandirse a todo el territorio nacional y mantener una línea política relativamente coherente a lo largo del tiempo. La combinación de centralización estratégica y presencia en las comunidades fue una de las claves de su posterior éxito electoral.
En comparación con otros partidos dominicanos, el PLD se presentó como una organización más rígida, pero también más previsible. Esa imagen de partido organizado y disciplinado resultó atractiva para sectores de la población que buscaban estabilidad y gobernabilidad.
El PLD en la historia democrática de la República Dominicana
Principales triunfos electorales del PLD
Con los años, el PLD pasó de ser un partido minoritario a convertirse en la principal fuerza política de la República Dominicana. Sus triunfos presidenciales y congresuales a partir de la década de los noventa lo colocaron en el centro de la vida institucional del país. Durante varios períodos, el partido morado ocupó la Presidencia de la República y controló importantes espacios del Congreso y los gobiernos locales.
Esos triunfos consolidaron la idea de que el PLD era el partido con más victorias electorales de la etapa democrática reciente. Para sus simpatizantes, esto confirmaba la validez del proyecto iniciado en 1973; para sus críticos, abría el debate sobre el ejercicio del poder y los desafíos de la alternancia democrática.
Lo cierto es que el recorrido electoral del PLD demuestra que aquella decisión tomada por Bosch, con un pequeño grupo de dirigentes, cambió de manera profunda el mapa político del país.
Influencia del PLD en la institucionalidad y la gobernanza
Los gobiernos peledeístas tuvieron una influencia notable en la institucionalidad y la gobernanza de la República Dominicana. Impulsaron reformas económicas, proyectos de infraestructura, programas sociales y cambios en el diseño institucional. Sus defensores destacan los períodos de estabilidad macroeconómica y crecimiento; sus detractores señalan problemas de concentración de poder y casos de corrupción.
Desde una mirada histórica, el PLD formó parte del proceso de consolidación de la democracia electoral dominicana, pero también de las tensiones propias de un sistema político en el que los partidos deben responder tanto a sus bases como a las exigencias de la ciudadanía en general.
El balance de su paso por el poder sigue siendo objeto de debate, pero nadie discute que su huella en la vida nacional es profunda y que todo se remonta a la fundación del Partido de la Liberación Dominicana en 1973.
La figura de Juan Bosch en la memoria histórica peledeísta
Dentro del PLD, la figura de Juan Bosch ocupa un lugar central. Es recordado como fundador, maestro y referente ético. Sus discursos, escritos y decisiones políticas son objeto de estudio permanente en la militancia, y su vida se presenta como ejemplo de coherencia entre pensamiento y acción.
Las actividades que organiza el partido, especialmente en fechas como el 18 de noviembre y el aniversario de su fallecimiento, buscan mantener viva esa memoria. En ellas se resaltan valores como la honestidad, la disciplina, el servicio al pueblo y la importancia de la educación política.
Para muchos peledeístas, volver una y otra vez a la figura de Bosch es también un llamado a revisar críticamente el presente del partido y a preguntarse hasta qué punto se mantiene fiel a la inspiración original de su fundador.
El 52 aniversario de la fundación del Partido de la Liberación Dominicana
Actividades conmemorativas organizadas por el PLD
Con motivo del 52 aniversario de la fundación del PLD, la organización suele preparar una agenda de actividades políticas, educativas y simbólicas. Estas incluyen actos solemnes, ofrendas florales, conferencias, paneles históricos y encuentros con dirigentes y militantes de todo el país.
Más allá de la ceremonia, la efeméride es una oportunidad para hacer balance del camino recorrido, evaluar errores y aciertos, y renovar el compromiso con la democracia y el desarrollo nacional. La dirigencia suele aprovechar estas fechas para enviar mensajes de unidad interna y de apertura hacia la sociedad.
En un contexto de competencia política intensa, las celebraciones del aniversario también cumplen una función proyectiva: recordar que el PLD, a pesar de sus desafíos actuales, sigue siendo una fuerza relevante con una historia que lo respalda.
Rescate y divulgación de la efeméride del 18 de noviembre de 1973
La fecha del 18 de noviembre de 1973 ocupa un lugar especial en la memoria peledeísta, al representar el momento exacto de la ruptura de Bosch con el PRD y el paso decisivo hacia la creación del PLD. En los últimos años, el partido ha puesto énfasis en rescatar y divulgar esa efeméride entre las nuevas generaciones.
Charlas, materiales didácticos, publicaciones en medios y redes sociales, y actividades en las casas del partido buscan explicar a la militancia joven qué ocurrió ese día y por qué es importante para la historia política dominicana. No se trata solo de un recuerdo interno, sino de una pieza clave para entender la evolución del sistema de partidos.
Al contextualizar la efeméride, el PLD intenta mostrar que su origen está ligado a una apuesta por la coherencia ideológica, la organización y la formación, valores que se presentan como señas de identidad frente a otros actores políticos.
Retos actuales del PLD y vigencia de su proyecto político
A 52 años de su fundación, el PLD enfrenta retos importantes: la renovación de su liderazgo, la recuperación de la confianza ciudadana, la actualización de su propuesta programática y la adaptación a un escenario político marcado por nuevas fuerzas, redes sociales y demandas sociales más complejas.
En este contexto, la historia de su fundación puede servir tanto de inspiración como de espejo crítico. La disciplina, la formación y la ética que reivindicó Bosch en 1973 son hoy referencias obligadas en los debates internos sobre el rumbo del partido y su papel en la vida nacional.
La vigencia del proyecto peledeísta dependerá, en buena medida, de su capacidad para conectar esos principios fundacionales con las inquietudes actuales de la sociedad dominicana: empleo, seguridad, calidad de los servicios públicos, transparencia y oportunidades para la juventud.
La fundación del Partido de la Liberación Dominicana en 1973

La fundación del Partido de la Liberación Dominicana en 1973 no fue un simple cambio de siglas ni una disputa pasajera entre dirigentes. Fue el resultado de una reflexión profunda sobre el tipo de partido que necesitaba la República Dominicana para avanzar hacia una democracia real y un desarrollo más justo.
Al romper con el PRD y levantarse de aquella reunión del 18 de noviembre, Juan Bosch apostó por una organización basada en la formación, la disciplina y la coherencia ideológica. Esa decisión dio origen a un partido que marcaría la historia política del país, con luces y sombras, pero con un peso innegable en la vida nacional.
Para el lector dominicano, conocer esta historia no es solo un ejercicio de memoria, sino una invitación a reflexionar sobre el presente y el futuro de la política. Entender cómo y por qué nació el PLD ayuda a comprender también los desafíos actuales del sistema de partidos y la responsabilidad ciudadana a la hora de exigir organizaciones más éticas, transparentes y comprometidas con el bien común.
Preguntas frecuentes
¿Cuándo se fundó el Partido de la Liberación Dominicana y en qué contexto?
El PLD surge a partir de la ruptura de Juan Bosch con el PRD el 18 de noviembre de 1973, en un contexto de fuerte polarización política y de búsqueda de alternativas a las prácticas tradicionales de los partidos. Menos de un mes después de esa renuncia se anunció formalmente la creación del Partido de la Liberación Dominicana, concebido como un partido de cuadros, disciplinado y orientado a la formación política.
¿Por qué Juan Bosch decidió abandonar el Partido Revolucionario Dominicano?
Bosch decidió abandonar el PRD porque consideraba que el partido se había alejado de los principios que lo inspiraron en su fundación. Las diferencias ideológicas y estratégicas con otros dirigentes, el peso del pragmatismo electoral y la falta de énfasis en la formación de cuadros lo llevaron a concluir que era necesario crear una nueva organización política, con métodos de trabajo y estructura distintos.
¿Qué distingue al PLD de otros partidos en la historia política dominicana?
Históricamente, el PLD se ha distinguido por su énfasis en la formación política, su estructura disciplinada y su apuesta inicial por ser un partido de cuadros, más que de afiliación masiva sin preparación. Además, se convirtió en el partido con más triunfos electorales de la etapa democrática reciente, lo que lo diferencia por su capacidad para combinar organización interna con éxito en las urnas.
¿Cómo conmemora el PLD cada año el aniversario de su fundación?
Cada año, el PLD conmemora su aniversario con una agenda de actividades que incluye actos políticos, ofrendas florales, conferencias históricas, paneles y encuentros con la militancia. En estas actividades se recuerda el origen del partido, se rinde homenaje a Juan Bosch y a los dirigentes fundadores, y se aprovecha la ocasión para reflexionar sobre los desafíos presentes y las metas futuras de la organización.
