Domingo Ureña llama a exigir cumplimiento del fallo del TC

Domingo Ureña, coordinador del Movimiento Cívico “Santiago Puede”, urgió a líderes comunitarios en Santiago y en todo el país a unirse para exigir que se cumpla la sentencia del Tribunal Constitucional (TC), la cual abre la puerta a las candidaturas independientes.

Este fallo, que elimina el requisito de un partido político como vehículo obligatorio para aspirar a un puesto de elección popular, ha generado controversia entre los dirigentes de las organizaciones políticas tradicionales.

En un contexto marcado por la creciente desconfianza hacia los partidos políticos, Ureña lamentó que varios voceros y directivos de las agrupaciones más antiguas se hayan expresado en contra de la implementación de la reciente resolución del TC.

El Tribunal busca facilitar que cualquier ciudadano, sin afiliarse a una estructura partidaria, pueda postularse a cargos públicos. El coordinador de “Santiago Puede” calificó de “preocupante” la postura de quienes se oponen, pues considera que la ciudadanía reclama nuevas formas de participación política y mayor transparencia.

La crisis de legitimidad de los partidos tradicionales y llamados emergentes se ha profundizado en los últimos años, y las críticas de la ciudadanía apuntan a la escasez de oportunidades para el relevo generacional.

Ureña hizo hincapié en que existe una brecha cada vez mayor entre los votantes y los dirigentes, lo que a su juicio alimenta el rechazo hacia el sistema partidario. El descontento social, afirmó, se debe a que muchos partidos han abandonado sus principios fundacionales y han descuidado la cercanía con las comunidades a las que prometieron representar.

Más contexto y la perspectiva de Domingo Ureña

Domingo Ureña subrayó que, a lo largo de la historia reciente, los conflictos internos, la pérdida de identidad y la incoherencia de los partidos políticos con sus valores originales han debilitado la democracia dominicana. Según él, la proliferación de líderes que no responden a intereses comunitarios, sino a cúpulas partidarias, ha frustrado a un electorado que busca figuras cercanas y con mayor compromiso social.

Con la resolución del Tribunal Constitucional, se presenta —en palabras de Ureña— una “oportunidad de oro” para que líderes comunitarios y ciudadanos con vocación de servicio compitan en igualdad de condiciones. Su esperanza es que, al romperse la barrera que exigía el respaldo de un partido, la política pueda nutrirse de voces nuevas y alejadas de los vicios que históricamente han empañado los procesos electorales.

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Participación ciudadana y candidaturas individuales

El fallo del TC cobra relevancia, sobre todo, para aquellos sectores que se sienten ignorados por las estructuras partidarias. Ureña enfatizó que los líderes barriales, comunitarios o sectoriales que aspiren a un cargo público por la vía independiente tendrán que asumir el reto de presentarle a la gente propuestas sólidas y planes de acción concretos. De esa forma, el electorado podrá exigirle cuentas directas, sin intermediarios.

La sentencia, además, podría cambiar de manera significativa la dinámica de las próximas elecciones. Con la entrada de candidatos independientes, los partidos tradicionales —que suelen hacer grandes inversiones económicas en campaña— enfrentarán una competencia diferente. Según Ureña, esto podría desembocar en una participación más plural y diversa, y en un escrutinio más riguroso sobre el origen de los recursos usados en la promoción electoral.

Críticas a los partidos y la desconexión con la ciudadanía

En sus declaraciones, Ureña también destacó que los partidos históricos no han logrado asimilar los resultados de los últimos comicios. Pese a que obtuvieron triunfos y ocuparon cargos de relevancia, los altos costos de campaña y las denuncias de fondos de dudosa procedencia han manchado la credibilidad de muchas de estas organizaciones.

La falta de identidad y conexión de los candidatos con los votantes, argumenta el coordinador de “Santiago Puede”, es una de las razones por las cuales la gente ha mostrado apatía electoral. De hecho, en los últimos procesos se ha observado un porcentaje significativo de abstención y de voto de protesta. Ureña sostiene que esta desconexión afecta aún más a los partidos emergentes, pues algunos han logrado cuotas de poder que no se corresponden con el apoyo real que reciben en las urnas.

Oportunidad para los líderes comunitarios

La posibilidad de optar por candidaturas independientes representa, de acuerdo con Ureña, una forma de devolver el poder a la gente. Quienes lideran iniciativas de base y trabajan en sus comunidades conocen de cerca las necesidades de su entorno, y eso puede traducirse en una agenda de gobierno o legislativa más focalizada y pertinente.

Por ejemplo, líderes que dedican su tiempo a la seguridad barrial, la mejora de la infraestructura local, el saneamiento de cañadas o la promoción de la cultura podrían impulsar proyectos de ley o planes municipales que beneficien directamente a sus sectores. Este enfoque contrasta con las plataformas electorales de los partidos tradicionales, que a veces pecan de generalidades y promesas que se quedan en el aire, sin llegar a cumplirse.

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La postura de Ureña ante la coyuntura política

El Movimiento Cívico “Santiago Puede” nace, según Ureña, como una respuesta al hartazgo ciudadano con la vieja forma de hacer política. Sus miembros buscan canalizar iniciativas sociales, denunciar posibles irregularidades y fomentar la participación ciudadana a través de asambleas y foros abiertos.

Para Ureña, la resolución del Tribunal Constitucional acerca la democracia a la gente y potencia el poder de la comunidad organizada. Considera que se abre un nuevo capítulo en la historia política dominicana, pues la ciudadanía ya no tendrá que supeditarse a la estructura de un partido para presentar propuestas o aspirar a un cargo público.

Lo que implica la sentencia del Tribunal Constitucional (TC)

La sentencia del TC establece que las barreras legales que impedían las candidaturas independientes deben retirarse, dado que vulneran el principio de igualdad ante la ley y restringen injustificadamente los derechos políticos de los ciudadanos. En concreto, se elimina la exigencia de afiliación partidaria para inscribir candidaturas, lo que sintoniza con los valores de pluralidad política y libertad de asociación consagrados en la Constitución dominicana.

La Ley de Régimen Electoral 20-23, que originalmente requería que los candidatos contaran con el respaldo de una organización registrada, deberá ajustarse a este nuevo fallo. Por tanto, las instancias electorales tendrán que crear mecanismos de verificación y cumplimiento para quienes decidan competir sin la tutela de un partido. Esto incluye la recolección de firmas de apoyo y la presentación de planes de gobierno o propuestas coherentes, a fin de asegurar que los candidatos independientes cuenten con respaldo ciudadano real.

Un llamado a la acción colectiva

Domingo Ureña cerró sus declaraciones exhortando a los líderes comunitarios de Santiago y otras regiones a no quedarse al margen de esta oportunidad histórica. Les pidió organizarse, formar coaliciones temáticas y desarrollar agendas claras de trabajo que puedan presentarse ante la población. Subrayó que, si se logra una articulación efectiva, las comunidades tendrán más fuerza para exigir transparencia, fiscalización y rendición de cuentas.

En ese sentido, recordó que la democracia se fortalece cuando surgen espacios para el debate y cuando los ciudadanos se involucran en el proceso político, ya sea exigiendo cambios desde fuera de las instituciones o participando directamente en ellas. A juicio de Ureña, las elecciones futuras podrían evidenciar si la sociedad está preparada para asumir esta transformación o si aún existe resistencia a un modelo más participativo.

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Contexto más amplio: la crisis de liderazgo partidario

La apelación a una mayor participación de ciudadanos independientes no nace de la nada. En años recientes, la República Dominicana ha experimentado casos de corrupción que minaron la confianza en los partidos, junto con conflictos internos que han fragmentado a organizaciones históricas. La rotación de dirigentes dentro de las mismas estructuras, sin que se renueven las caras visibles ni las ideas, ha generado cansancio en la población.

Además, diversos sondeos muestran que el electorado joven ve con escepticismo el papel que los partidos han desempeñado para dar respuesta a problemas urgentes: desempleo, inseguridad, precariedad de servicios básicos y desigualdad económica. Este sector juvenil, que hoy tiene un peso notable en la sociedad, podría verse motivado a participar en procesos electorales sin tener que involucrarse en la burocracia partidaria.

Cierre y perspectiva de cara a futuras elecciones

Si bien aún habrá que esperar la reglamentación específica de la Junta Central Electoral (JCE) para incorporar esta sentencia en el calendario y la mecánica electoral, ya se vislumbran cambios. Analistas políticos señalan que la presencia de candidatos independientes en las boletas electorales retará a las organizaciones tradicionales a modernizarse, hacer campañas más honestas y replantear su relación con el electorado.

De consolidarse esta tendencia, la participación ciudadana en la política dominicana podría dar un vuelco significativo. El propio Ureña aseguró que seguirá alzando la voz para que se cumpla el fallo del Tribunal Constitucional y para que se respeten, tanto en Santiago como en el resto del país, los derechos de quienes deseen presentarse como candidatos independientes.

Finalmente, su llamado a la unidad y a la acción colectiva reafirma la urgencia de que las comunidades se apropien de la oportunidad que ofrece el fallo del TC. Al poner la decisión política en manos de los ciudadanos sin intermediarios, se democratiza el espacio electoral y se fomenta un vínculo más directo y transparente entre representante y representados.

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