Thimo Pimentel detalla los orígenes de la fotografía deportiva en República Dominicana

Thimo Pimentel es un precursos de la fotografía deportiva en RD

Santiago.-Thimo Pimentel, precursor de la fotografía deportiva en la República Dominicana, relata cómo surgieron las primeras imágenes que documentaron eventos deportivos en el país desde principios del siglo XX.

En una entrevista en el programa El Dia, comparte anécdotas sobre cómo se fotografiaba durante la dictadura de Trujillo, la evolución de los equipos fotográficos y el papel que jugaron grandes nombres del fotoperiodismo dominicano en capturar momentos estelares del béisbol local.


La historia de la fotografía deportiva en la República Dominicana se remonta a aproximadamente 1907, coincidiendo con el nacimiento del Club Atlético Licey. Aquellas primeras fotos, tomadas con equipos pesados y de gran tamaño, buscaban documentar un fenómeno emergente: la pasión de los dominicanos por el béisbol.

Pero fue décadas más tarde, durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961), cuando los fotógrafos tuvieron que desempeñar un papel crucial en la cobertura no solo de los eventos deportivos, sino de todas las actividades del régimen.

En ese período, el estadio Trujillo (hoy Estadio Quisqueya Juan Marichal) se convirtió en escenario de momentos históricos. Una de las imágenes más icónicas de la época es la del propio Trujillo entregando la bola al receptor para iniciar un partido.

Aun cuando el dictador no era un gran aficionado al deporte, sí comprendía la importancia política de proyectar una imagen de cercanía y apoyo a la pasión nacional por el béisbol. Al mismo tiempo, su familia y allegados tenían cierta afinidad con los Leones del Escogido, uno de los equipos tradicionales del país.

Condiciones laborales y tecnología fotográfica


Durante la era de Trujillo, los fotógrafos —entre los que se contaban nombres como Anglada, De Rosario y Gôtr— se veían obligados a cubrir cualquier suceso relacionado con el gobierno, incluidas las ceremonias deportivas.

Debían llevar cámaras enormes de tipo Rolleiflex y otras marcas de gran formato, muy pesadas y poco prácticas para la agilidad que requiere el fotoperiodismo deportivo. Tomar una foto en el home plate implicaba, en ocasiones, colocarse casi encima de la jugada, lo que representaba un desafío técnico y físico.

Al terminar la dictadura, comenzó un período de transición que trajo consigo la modernización de los equipos fotográficos. Sin embargo, fue todavía común ver cámaras de tipo Rolleiflex, en las que el fotógrafo se apoyaba mirando hacia abajo, sin la libertad de encuadre que ofrecen las cámaras de 35 mm.

El momento de cambio llegó con la introducción de las cámaras de formato 35 mm, mucho más ligeras y versátiles, que permitían capturar los instantes estelares de un partido de béisbol sin tener que lidiar con el peso y la complejidad de los equipos antiguos.

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Según recuerda Thimo Pimentel, uno de los promotores de este formato para la fotografía deportiva fue el cronista deportivo Mas Reinoso, quien le habló de las ventajas de las cámaras de 35 mm. De ahí en adelante, Pimentel empezó a usar una Yashica que le permitió mayor comodidad para documentar partidos y que, con el tiempo, definió el rumbo de la fotografía deportiva dominicana.

Contexto y antecedentes históricos

  1. Primeras fotografías y el Club Atlético Licey (1907):
    • El Club Atlético Licey fue fundado en 1907, y poco después ya se realizaban fotos rudimentarias del equipo y sus eventos deportivos. Estas imágenes marcan el comienzo oficial de la fotografía deportiva en la República Dominicana.
  2. La era de Trujillo y la inauguración del Estadio Trujillo:
    • Entre las décadas de 1930 y 1960, los fotógrafos debían inmortalizar todas las actividades vinculadas al régimen, incluidas las de corte deportivo.
    • El Estadio Trujillo fue inaugurado en 1955 y se convirtió en el foco de la atención fotográfica. De allí proviene la fotografía histórica donde se ve a Trujillo entregando la pelota al receptor antes de un partido.
  3. Las limitaciones técnicas de las cámaras antiguas:
    • En aquel entonces, se utilizaban cámaras de gran formato, que exigían un manejo muy cuidadoso.
    • La escasez de carretes y la dificultad de procesar las imágenes rápidamente también eran barreras para lograr una cobertura completa de los juegos.
  4. Transición a la democracia y modernización de equipos:
    • Con el fin de la dictadura, el país experimentó una apertura política y social que también se reflejó en el ámbito de la fotografía.
    • La llegada de las cámaras de 35 mm supuso un cambio radical en la forma de capturar imágenes deportivas, permitiendo mayor espontaneidad.
  5. Aficionados y pioneros:
    • Además de los fotógrafos profesionales, existía un grupo de cronistas deportivos que eran aficionados a la fotografía y contribuían con imágenes para periódicos y revistas deportivas de la época.
    • Figuras como Mas Reinoso alentaron a otros a probar nuevos formatos y técnicas.

La anécdota con Mickey Mantle y la influencia extranjera


Thimo Pimentel recuerda un episodio de 1959, cuando tuvo la oportunidad de conocer al legendario pelotero Mickey Mantle, ídolo de los Yankees de Nueva York. Por mediación de Luis Morales, un ejecutivo de boletería del equipo neoyorquino, el joven Pimentel consiguió una breve entrevista con Mantle y llevó consigo una cámara muy sencilla: una Brownie Fiesta. Aquella pequeña cámara le permitió tomar fotografías del astro estadounidense, dejando uno de sus primeros registros fotográficos en el ámbito deportivo.

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Este tipo de anécdotas refleja la influencia que el béisbol de Grandes Ligas ha tenido siempre en la República Dominicana y cómo el anhelo de muchos jóvenes por conocer a sus ídolos ha sido, a la vez, un motor de innovación y entusiasmo en el fotoperiodismo deportivo.

Expansión y consolidación de la fotografía deportiva


A medida que el béisbol dominicano ganó prestigio tanto a nivel local como internacional, las exigencias del mercado periodístico y de las crónicas deportivas también crecieron. Los reporteros gráficos empezaron a invertir en nuevos equipos y a formarse en técnicas más especializadas, como la captura de movimiento y la foto secuencial. Esto les permitió atrapar imágenes en el preciso momento en que el bateador impactaba la bola o cuando un corredor se robaba una base.

De la misma forma, la aparición de publicaciones dedicadas al deporte y de secciones cada vez más grandes en los periódicos contribuyó a la consolidación del fotoperiodismo deportivo como una disciplina aparte. Pronto no solo el béisbol era capturado, sino también el baloncesto, el boxeo y otros deportes en ascenso en territorio dominicano.

Importancia de la fotografía deportiva para la cultura dominicana


El arraigo del béisbol en la cultura nacional ha hecho que el trabajo de fotógrafos deportivos sea esencial para conservar la memoria colectiva. Cada batazo, cada jugada polémica y cada momento heroico queda plasmado para la posteridad gracias al lente de quienes se dedican a cubrir el acontecer deportivo. A lo largo de los años, la fotografía deportiva se ha convertido en un componente central de la identidad dominicana, reflejando la pasión que se vive en los estadios y sus alrededores.

Además, las imágenes no solo sirven para ilustrar crónicas periodísticas, sino que se convierten en documentos históricos que muestran la evolución del béisbol en el país, los cambios en la indumentaria de los equipos, la transformación de los estadios y la interacción entre fanáticos y jugadores. Algunas de estas fotografías se han convertido en íconos culturales, representando hitos y personajes inolvidables de la historia deportiva dominicana.

La visión de Thimo Pimentel como precursor


Thimo Pimentel, al relatar estos inicios, destaca la relevancia de haber dado el salto a la tecnología de 35 mm para capturar mejor la esencia de cada jugada. Su labor y la de otros pioneros como Mas Reinoso contribuyeron a profesionalizar la fotografía deportiva, sentando las bases para las futuras generaciones de reporteros gráficos. Su curiosidad y pasión por documentar los instantes más destacados de cada partido hicieron que la fotografía deportiva dejara de ser una extensión meramente anecdótica del fotoperiodismo, para transformarse en un campo especializado con gran impacto mediático.

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Así, quienes cubren el béisbol y otros deportes en la actualidad, disponen de equipos digitales con una precisión y velocidad inimaginables para los pioneros. Sin embargo, la esencia de la labor sigue siendo la misma: congelar en el tiempo el instante irrepetible de un jonrón, una atrapada espectacular o un lanzamiento decisivo, y contarlo a través de una imagen que hable por sí sola.

Contribuciones y legado


El trabajo de Thimo Pimentel y de sus contemporáneos significó un antes y un después en la fotografía dominicana. Sus aportes no solo abrieron camino a la aplicación de nuevas tecnologías, sino que también ayudaron a reconocer la importancia de capturar los momentos cumbres del deporte nacional. Las historias que narra, como la icónica fotografía de Trujillo entregando la bola o su encuentro personal con Mickey Mantle, enriquecen la comprensión de cómo ha evolucionado tanto la técnica como la mirada fotográfica en el país.

En la actualidad, este legado se refleja en la existencia de numerosas exposiciones, galerías y proyectos editoriales que rescatan y valoran el patrimonio fotográfico deportivo de la República Dominicana. Además, el auge de las redes sociales ha multiplicado el alcance de este tipo de imágenes, conectando a fanáticos de todo el mundo y permitiendo que las nuevas generaciones se inspiren al ver las grandes hazañas de los atletas dominicanos desde distintas perspectivas visuales.


Thimo Pimentel, considerado un precursor de la fotografía deportiva en la República Dominicana, ofrece un testimonio valioso para entender cómo se forjó este ámbito en el país desde sus inicios hasta la modernización de los equipos fotográficos. Su relato evidencia los retos que los reporteros gráficos enfrentaron durante la dictadura de Trujillo, la transición democrática y la adopción del formato de 35 mm, que marcó un punto de inflexión en la captura de momentos decisivos dentro del terreno de juego.

Hoy, el béisbol continúa siendo el deporte rey en la República Dominicana, y la labor de los fotógrafos deportivos sigue siendo fundamental para inmortalizar jugadas y conectar a la fanaticada con su pasión. El camino iniciado por pioneros como Pimentel y sus contemporáneos ha hecho posible que cada batazo legendario y cada hazaña atlética resuene en la memoria colectiva, no solo de la afición local, sino también en el panorama internacional del béisbol profesional. Con ello, la fotografía deportiva se consolida como una manifestación cultural de primer orden y una herramienta imprescindible para narrar la historia y la evolución de la pasión deportiva dominicana.

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