Relación Estados Unidos–República Dominicana: seguridad y prosperidad

Relación Estados Unidos–República Dominicana: seguridad y prosperidad

Relación Estados Unidos–República Dominicana

Santo Domingo.-La relación entre Estados Unidos y la República Dominicana atraviesa uno de sus momentos más sólidos en términos políticos, económicos y estratégicos. En un contexto global marcado por tensiones geopolíticas, reconfiguración de cadenas de suministro y amenazas transnacionales, fortalecer alianzas confiables se convierte en un imperativo.

En este escenario, la intervención de la embajadora estadounidense Leah Francis Campos en el almuerzo de AMCHAMDR ofrece una visión integral de hacia dónde se dirige esta asociación histórica.

El lector encontrará en este análisis una explicación clara, profunda y basada en datos sobre los tres pilares presentados por la diplomática: seguridad, fortaleza económica y prosperidad compartida. Comprender estos elementos no solo revela la evolución de la cooperación bilateral, sino también las oportunidades concretas que derivan para la República Dominicana en empleo, inversión y estabilidad.

Este artículo aborda, con rigor, cómo opera esta alianza, cuáles son los compromisos reales, qué sectores están siendo transformados y por qué el nearshoring, la lucha contra el crimen financiero y la integración tecnológica posicionan al país como un socio estratégico en el Caribe.

Relación bilateral: seguridad, fortaleza y prosperidad

Contexto histórico y estratégico

La relación entre ambos países tiene más de un siglo de cooperación sostenida. Estados Unidos es hoy el principal socio comercial de la República Dominicana, concentrando más del 40% del comercio total del país, según datos del U.S. Census Bureau y la Dirección General de Aduanas. Este intercambio se ha profundizado no solo por cercanía geográfica, sino también por estabilidad democrática y afinidad económica.

La embajadora Campos destacó que la República Dominicana ha sido por décadas “uno de los socios más fieles de los Estados Unidos en el Caribe”, subrayando el nivel de confianza construido a través de programas educativos, iniciativas de salud pública y cooperación en seguridad regional.

Este marco histórico explica por qué, en el siglo XXI, la relación bilateral se reconfigura hacia áreas de mayor sofisticación estratégica como semiconductores, seguridad financiera y atracción de inversión de alta calidad.

Cooperación diplomática y respeto a la soberanía

Uno de los puntos más relevantes del discurso fue la insistencia en el respeto mutuo. Campos expresó que “así operan los verdaderos socios y amigos: respetando la soberanía, los valores y las prioridades de cada uno”. Esta afirmación se alinea con los principios de política exterior de ambos países, asentados en la estabilidad regional, la democracia y el fortalecimiento institucional.

Este reconocimiento resulta fundamental para la República Dominicana, un país que ha consolidado su identidad diplomática en el Caribe y mantiene relaciones maduras con actores globales claves.

La bilateralidad no se limita a la diplomacia: incluye cooperación técnica, apoyo en infraestructura crítica, formación profesional y proyectos interinstitucionales que abarcan desde el sector energético hasta el clima de inversiones.

Alianza en el Caribe y relevancia geopolítica

El Caribe es una región disputada por intereses globales emergentes. En este escenario, la República Dominicana se posiciona como un punto de equilibrio y un territorio clave para cadenas de suministro resilientes hacia EE.UU. Por ello, Washington refuerza la cooperación con socios confiables que puedan contribuir a la estabilidad regional.

Los tres pilares presentados por la embajadora —seguridad, fortaleza y prosperidad— responden a esta visión geopolítica. No se trata solo de comercio, sino de integrar al país en decisiones estratégicas a largo plazo.

Para la República Dominicana, esto representa oportunidades en sectores de alta tecnología, energía, logística avanzada y manufactura especializada.

Seguridad: lucha contra crimen financiero y actividades ilícitas

Impacto del crimen financiero en la economía dominicana

La lucha contra el lavado de activos, el fraude internacional y el financiamiento ilícito se ha convertido en una prioridad bilateral. Organismos internacionales como el GAFILAT estiman que los flujos de dinero ilícito representan hasta un 3% del PIB de algunos países de la región, afectando la competitividad, la inversión y la estabilidad institucional.

En su discurso, Campos señaló que detener el flujo de dinero ilícito protege los empleos, las familias y las comunidades. En un país como la República Dominicana, donde la banca, el turismo y la inversión extranjera dependen de la confianza, fortalecer la seguridad financiera es esencial.

Este esfuerzo conecta directamente con la cooperación técnica estadounidense en investigaciones, capacitaciones e intercambio de información.

Iniciativas conjuntas entre RD y EE.UU.

Ambos países han implementado operaciones y acuerdos claves para reducir riesgos financieros, incluyendo:

  • Programas de supervisión bancaria y fortalecimiento regulatorio.
  • Capacitaciones a agentes del Ministerio Público y la Policía Nacional.
  • Apoyo tecnológico en trazabilidad de operaciones ilícitas.
  • Intercambio de inteligencia para combatir crimen transnacional.

Esta cooperación ayuda a blindar sectores como turismo, inversiones, infraestructura y comercio internacional.

Protección institucional y estabilidad regional

Una economía segura es una economía competitiva. Cuando se refuerzan sistemas financieros y legales, se incrementa la confianza de inversionistas, bancos y socios comerciales. La República Dominicana ha experimentado mejoras visibles en su percepción de riesgo país gracias a estos esfuerzos.

Además, la colaboración en seguridad fortalece la posición del país frente a amenazas regionales como narcotráfico, trata de personas y contrabando.

Sin esta cooperación, los costos sociales y económicos serían significativamente mayores.

Fortaleza económica y comercial

Compromiso de la Embajada de EE.UU. con el comercio bilateral

La embajadora Campos reafirmó que su misión está comprometida con “promover los intereses comerciales de los Estados Unidos y de sus empresas en la República Dominicana”, a la vez que impulsa oportunidades recíprocas.

El volumen de intercambio bilateral supera los US$18,000 millones anuales, consolidando a Estados Unidos como el socio comercial más importante del país.

Sectores como textiles, dispositivos médicos, agroindustria, tecnología y minería se encuentran entre los de mayor dinamismo.

Nearshoring y oportunidades estratégicas

El nearshoring —la relocalización de industrias hacia países más cercanos a EE.UU.— se ha convertido en una oportunidad histórica para la República Dominicana. Su ubicación, estabilidad y mano de obra calificada crean condiciones ideales.

Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el país podría captar más de US$6,000 millones en nuevas inversiones mediante estrategias de nearshoring. Empresas estadounidenses exploran relocalizar operaciones para evitar riesgos en Asia y mejorar la eficiencia logística.

La embajadora resaltó que este es el momento ideal para consolidar alianzas industriales en sectores vitales.

Integración con la industria de semiconductores de EE.UU.

Uno de los puntos más visionarios del discurso fue la mención de la creciente vinculación dominicana con la industria estadounidense de semiconductores, un sector respaldado por la Ley CHIPS and Science Act.

La República Dominicana, con zonas francas altamente competitivas, ya participa en procesos de manufactura avanzada y ensamblaje de componentes críticos.

Este tipo de colaboración abre oportunidades de empleo especializado, transferencia tecnológica y expansión del ecosistema industrial dominicano.

Prosperidad compartida: inversión, instituciones y crecimiento

Avances en eficiencia regulatoria

La diplomática elogió los esfuerzos dominicanos por fortalecer instituciones y regulaciones, elementos fundamentales para atraer inversión extranjera de calidad.

Las reformas en materia de transparencia, simplificación administrativa y procesos regulatorios han sido bien recibidas por organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial.

Este contexto mejora la predictibilidad y coloca al país en condiciones competitivas frente a otros mercados de la región.

Atracción de inversiones de alta calidad

Estados Unidos continúa siendo el principal inversionista extranjero en la República Dominicana. Sectores como turismo, telecomunicaciones, minería, manufactura y zonas francas muestran flujos sostenidos.

Estas inversiones no solo significan capital: también representan empleos, capacitación, transferencia tecnológica y expansión industrial.

La prosperidad compartida implica que ambos países ganen, reforzando confianza y dinamismo en la relación bilateral.

Programas, incentivos y proyectos conjuntos

Existen múltiples iniciativas que fortalecen este pilar, como programas de educación, mejoras en salud pública, emprendimiento femenino, innovación, energía renovable y seguridad.

El trabajo conjunto permite que sectores vulnerables se integren al desarrollo económico sostenible.

Cada avance institucional también eleva la competitividad del país, atrayendo nuevas empresas estadounidenses.

Colaboración público-privada como motor de transformación

Resultados concretos de la cooperación institucional

El vicepresidente ejecutivo de AMCHAMDR, William Malamud, afirmó que la colaboración público-privada ha generado “resultados visibles, medibles y transformadores”.

Entre estos logros se encuentran avances regulatorios, modernización aduanera, mejoras en gobernanza y mayor estabilidad para proyectos estratégicos.

Estas mejoras fortalecen el clima de inversión en un país que ya es considerado un hub regional.

Casos de éxito y buenas prácticas

Algunos ejemplos incluyen la interoperabilidad digital en aduanas, la facilitación de comercio y proyectos de infraestructura como puertos y zonas logísticas de clase mundial.

Estas acciones permiten a la República Dominicana posicionarse como un país eficiente y confiable para negocios internacionales.

El sector privado dominicano desempeña un rol fundamental en impulsar mejores prácticas empresariales y abastecer cadenas globales.

Impacto en la República Dominicana

RD como socio estable, seguro y confiable

La presidenta de AMCHAMDR, Francesca Rainieri, afirmó que el país vive un momento excepcional como socio estratégico de Estados Unidos. Destacó la estabilidad jurídica, la disciplina macroeconómica y el dinamismo empresarial.

Estas características convierten al país en un destino confiable para inversiones estadounidenses.

En un contexto global incierto, la República Dominicana ofrece ventajas que la posicionan con fuerza en el Caribe y Latinoamérica.

Desempeño económico y clima de inversión

La economía dominicana es una de las de mayor crecimiento de la región, con proyecciones del Banco Mundial que superan el 4% anual.

El país cuenta con un sector turístico robusto, zonas francas innovadoras y un entorno favorable para negocios, impulsando su competitividad regional.

La confianza internacional se refleja en el aumento de inversión extranjera directa y en mejoras en calificadoras de riesgo.

Papel estratégico de AMCHAMDR en la relación bilateral

AMCHAMDR ha sido un mediador clave entre empresas estadounidenses, instituciones dominicanas y actores globales. Su rol fortalece la cooperación intersectorial y promueve políticas que elevan la competitividad del país.

El almuerzo de diciembre simboliza el compromiso institucional de seguir impulsando iniciativas de impacto económico y social.

Con más de 100 años de existencia, la entidad se mantiene como un referente en la integración empresarial binacional.

Análisis y datos clave

Estadísticas sobre comercio RD–EE.UU.

Estados Unidos representa el mayor mercado para las exportaciones dominicanas, concentrando más del 50% de los productos enviados al exterior. A su vez, el país norteamericano es el origen principal de bienes manufacturados, maquinaria, alimentos, combustibles y tecnología importada.

El sector de dispositivos médicos constituye una de las exportaciones más dinámicas, con cifras que superan los US$1,600 millones anuales.

Estas cifras evidencian una integración económica profunda y estratégica.

Datos recientes sobre inversión extranjera directa

La inversión estadounidense en la República Dominicana supera los US$20,000 millones acumulados, según cifras del Banco Central. Solo en 2023, sectores como turismo, telecomunicaciones y energía recibieron importantes flujos de capital.

La estabilidad jurídica del país y la continuidad de políticas públicas permiten que empresas estadounidenses consoliden operaciones de largo plazo.

El dinamismo de zonas francas y la expansión logística amplían aún más el potencial de inversión.

Opiniones de economistas y especialistas en relaciones internacionales

Expertos consultados de universidades como INTEC y organismos como el BID coinciden en que la relación EE.UU.–RD se encuentra en una fase estratégica: pasa de ser una relación basada en comercio tradicional a una alianza centrada en tecnología, seguridad y resiliencia industrial.

Los economistas también destacan que el nearshoring podría duplicar las exportaciones de manufactura en una década si se continúa fortaleciendo la institucionalidad.

El consenso académico es claro: la República Dominicana se ha convertido en un socio indispensable para Estados Unidos en el Caribe.

Fortalecimiento de la relación Estados Unidos–República Dominicana

La visita de la embajadora Leah Francis Campos a AMCHAMDR confirma el compromiso de ambos países con una agenda común centrada en seguridad, fortaleza económica y prosperidad compartida. La República Dominicana emerge como un aliado estratégico que combina estabilidad política, crecimiento económico y un clima favorable para inversiones.

El nearshoring, la lucha contra el crimen financiero y la integración tecnológica marcan el camino hacia un futuro donde ambos países fortalecen su competitividad en un escenario global complejo.

Para empresarios, inversionistas y líderes de opinión, este es el momento de aprovechar las oportunidades que ofrece esta relación. La invitación es clara: participar activamente en la construcción de una alianza que impulsará el desarrollo del país durante las próximas décadas.

Preguntas Frecuentes (FAQ)

¿Cómo es la relación entre Estados Unidos y República Dominicana?

Es una relación estratégica basada en comercio, seguridad, inversión y cooperación institucional. EE.UU. es el principal socio comercial e inversionista del país.

¿Qué dijo la embajadora Leah Francis Campos en AMCHAMDR?

Destacó que la relación bilateral se sustenta en seguridad, fortaleza económica y prosperidad compartida, resaltando que ambos países son socios confiables y respetuosos de su soberanía.

¿Qué significa la cooperación en seguridad entre RD y EE.UU.?

Implica combatir crimen financiero, lavado de activos y actividades ilícitas mediante programas conjuntos, capacitación y fortalecimiento institucional.

¿Cuál es el impacto del nearshoring en República Dominicana?

Aumenta la atracción de inversiones, fomenta empleos de calidad e integra al país en cadenas de suministro estratégicas para Estados Unidos, especialmente en manufactura y tecnología.

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