Presidente Arce desactiva golpe de Estado y Bolivia recupera gradualmente la normalidad

El presidente Luis Arce posesionó un nuevo Alto Mando Militar

LA PAZ, 27 jun (Xinhua) — En una jornada cargada de incertidumbre y tensión, Bolivia comienza a retornar a la normalidad tras un fallido intento de golpe de Estado liderado por algunos jefes militares.

El presidente del país, Luis Arce, con la posesión de un nuevo Alto Mando Militar y el respaldo de la comunidad internacional, logró este miércoles desactivar la amenaza y restaurar el orden.


Desde el histórico balcón del Palacio Quemado, el presidente Arce saludó a la multitud de ciudadanos que se movilizaron espontáneamente en defensa de la democracia.


«El pueblo movilizado ha hecho posible retroceder esta intentona golpista. Gracias, pueblo boliviano», declaró ante una multitud que había ocupado la plaza Murillo tras la retirada de los militares sublevados.


La crisis se desató alrededor de las 14.30 hora local, cuando centenares de efectivos militares y vehículos blindados tomaron posiciones en las inmediaciones de la plaza Murillo, el corazón político de Bolivia.

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Las tropas con una tanqueta, lideradas por el excomandante del ejército, Juan José Zúñiga, destruyeron las puertas del antiguo Palacio de Gobierno, intentando tomar el control del Ejecutivo.


Por la noche, el Gobierno presentó a Zúñiga y al excomandante de la Armada Juan Arnez como los cabecillas del fallido golpe de Estado. El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, explicó que Zúñiga buscaba establecer un régimen de facto, vulnerando la Constitución. Sin embargo, muchos militares se retractaron de su participación en el complot.


El intento de la ruptura democrática generó un ambiente de pánico entre la población, con ciudadanos acaparando alimentos y formando largas filas en estaciones de servicio y cajeros automáticos. La incertidumbre económica y política llevó a muchos a tomar medidas preventivas ante el temor de un caos mayor.

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La respuesta de la comunidad internacional fue rápida y contundente. Organismos como la OEA, CELAC, la Unión Europea, ALBA y la CIDH, junto con países como España, Estados Unidos, Chile, Perú, Ecuador, Venezuela, Colombia, Uruguay, Cuba y otros, manifestaron su apoyo irrestricto a la democracia boliviana y al Gobierno de Arce.


El presidente Arce, en un acto solemne de posesión del nuevo Alto Mando de las Fuerzas Armadas, reafirmó su compromiso con la defensa de la democracia y agradeció el apoyo internacional.


«Haremos respetar la democracia ganada con el voto del pueblo boliviano en las urnas. Saludamos al pueblo boliviano que rodeó la plaza Murillo y a los organismos internacionales que han reprochado estos actos», expresó.


Horas después de la intentona golpista, el nuevo comandante del Ejército, José Wilson Sánchez Velázquez, ordenó a los efectivos movilizados replegarse a sus unidades y someterse al cumplimiento de la Constitución y las leyes.

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El rápido repliegue de los militares permitió que la ciudad comenzara a volver a la normalidad.
A su vez, el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, aseguró que «todo está bajo control» en las Fuerzas Armadas e instó a la población a retomar sus actividades con confianza.


Los responsables del fallido golpe, Zúñiga y Arnez, serán procesados por la justicia ordinaria y militar.


El analista político Carlos Saavedra dijo a Xinhua que la desactivación del golpe y el retorno a la normalidad representan una victoria significativa para el Gobierno de Arce y la democracia boliviana.


«La desactivación del golpe y el retorno gradual a la normalidad demuestran la resiliencia de la democracia boliviana y la importancia de la unidad y el apoyo internacional en tiempos de crisis», afirmó.


Sin embargo, manifestó que la crisis ha dejado lecciones importantes sobre la debilidad institucional y la necesidad de que la clase política dialogue y concerte medidas que fortalezcan la democracia.

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