Los excesos y la vida
Mons. Ramón Benito de la Rosa y Carpio
Ha sido hermosa la promoción que se ha hecho a partir del cigarrillo. Para vender una cajetilla de cigarrillos, tiene que ponerse algo como esto: “Fumar mata”, o “El exceso del cigarrillo mata, hace daño”.
De esto tienen que tomar conciencia muchas personas, de los efectos del cigarrillo, pero no solamente eso, también en los licores, en la venta de alcoholes, de rones o de cualquier otro, se está poniendo: “El exceso de alcohol hace daño”. Qué hermoso es este mensaje, qué hermoso que se ponga en la propaganda, y habría que ponerlo en otros artículos también, “El exceso de gastos hace daño, acaba con la economía”; “El exceso de préstamos hace daño”; “El exceso en la comida hace daño”, todo exceso hace daño. No solamente lo hemos de ver en el fumar o en el uso de los alcoholes, hemos de pensarlo también en toda la vida.
Cada vez que tengamos en nuestras manos una caja de cigarrillos y diga, “Fumar es matar”, “El exceso de alcohol hace daño”, cuando se tiene una botella de whisky en la mano, pensemos siempre que ese mensaje se extiende a otras áreas de la vida.
Los excesos y la vida. Los excesos hacen daño a la vida y pueden terminar acabando con la vida misma.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.
