López Obrador deja el gobierno en México entre elogios y críticas

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La administraciób de López Obrador no ha estado exenta de críticas

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, culmina su mandato de seis años el 1 de diciembre de 2024, con una popularidad del 68%, según una encuesta realizada por el periódico El Financiero.

Este índice lo posiciona por encima de sus tres predecesores, destacando la gran aceptación que ha mantenido a lo largo de su mandato. Sin embargo, su administración no ha estado exenta de críticas, especialmente en materia de seguridad, militarización y promesas incumplidas, como la resolución del caso Ayotzinapa.

Un mandato marcado por la historia reciente de México

López Obrador asumió la presidencia el 1 de diciembre de 2018, enfrentando importantes desafíos desde el inicio de su administración. Entre ellos, la pandemia del COVID-19, la tensa relación con el expresidente estadounidense Donald Trump y su política de construcción del muro fronterizo, así como la tragedia de Ayotzinapa, donde 43 estudiantes fueron desaparecidos en 2014. A pesar de las promesas, no logró esclarecer los hechos ni devolver los cuerpos a las familias afectadas, una de las grandes deudas de su gobierno.

Una de las primeras tragedias de su sexenio fue la explosión de un oleoducto de Pemex en Hidalgo, que dejó 137 muertos en enero de 2019. Ese mismo año, ocurrió el llamado «culiacanazo», cuando el gobierno liberó al hijo del narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán, en un hecho que generó amplias críticas sobre la estrategia de seguridad del presidente.

Elogios por el bienestar económico, críticas por la militarización

En términos económicos, el sexenio de López Obrador ha sido valorado positivamente por muchos sectores. Según la politóloga Karolina Gilas, profesora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el crecimiento del poder adquisitivo y la reducción de la pobreza han sido dos logros significativos. Sin embargo, señala que la sostenibilidad de estos avances es incierta, y las aristas sociales siguen siendo motivo de preocupación.

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Por otro lado, su administración ha sido duramente criticada por la creciente militarización del país. A pesar de que López Obrador prometió en su campaña presidencial regresar al ejército a los cuarteles, su sexenio estuvo marcado por una creciente intervención militar en áreas tradicionalmente civiles, como la gestión de aeropuertos, aduanas y la seguridad pública. La reforma constitucional que formalizó el mando militar de la Guardia Nacional es un ejemplo de esta tendencia, que ha generado preocupación sobre el debilitamiento de las instituciones civiles en México.

La violencia: el gran talón de Aquiles

Uno de los aspectos más cuestionados del mandato de López Obrador es el aumento de la violencia en el país. Con un promedio de 30,000 homicidios al año, su sexenio es considerado el más violento de la historia reciente de México. La falta de una estrategia efectiva para reducir la violencia ha dejado una gran deuda en materia de seguridad pública, lo que ha empañado su legado a pesar de los avances económicos.

La doctora Gilas afirma que, a pesar de los esfuerzos por matizar los datos sobre violencia, los resultados son contundentes: el sexenio de López Obrador no logró reducir los índices de criminalidad y sigue siendo uno de los mayores pendientes de su administración. Además, la violencia de género y los feminicidios continúan siendo problemáticas urgentes que no encontraron una solución efectiva durante su gobierno.

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Corrupción y calidad democrática: promesas sin cumplir

Otro de los grandes compromisos de López Obrador fue el combate a la corrupción. Sin embargo, a lo largo de su mandato, los avances en este ámbito han sido limitados, y persisten cuestionamientos sobre la transparencia y rendición de cuentas en su administración. Este factor, sumado a las críticas sobre la calidad democrática del país, ha generado un debate sobre si su gobierno realmente mejoró las condiciones institucionales o si, por el contrario, debilitó la democracia en México.

Una de las reformas más polémicas de su administración fue la reforma judicial, que introdujo la elección popular de jueces a nivel federal y estatal. Según la doctora Gilas, esta medida podría interpretarse como un intento del presidente de debilitar el poder judicial, especialmente después de que este bloqueó varias de sus políticas, como la reforma electoral conocida como el «Plan B» y la militarización de la Guardia Nacional. La reforma judicial es vista por algunos sectores como un retroceso en el equilibrio de poderes y un ataque a la independencia judicial.

La herencia política de López Obrador

El presidente López Obrador deja a su sucesora una serie de desafíos y una herencia política compleja. La exigencia de un perdón a la corona española por los excesos coloniales fue una de las controversias que marcó su relación con otros países, mientras que en el ámbito interno, su administración deja una serie de reformas y políticas que continuarán definiendo el futuro de México.

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Con su salida del poder, López Obrador ha expresado que se retira con la «conciencia tranquila», pero los analistas coinciden en que su legado estará marcado por las contradicciones entre los avances sociales y económicos y los retrocesos en seguridad y gobernabilidad. La militarización, la violencia y la falta de un avance significativo en la lucha contra la corrupción son las grandes deudas que su sucesora tendrá que enfrentar en los próximos años.

El balance del gobierno de Andrés Manuel López Obrador es, como la mayoría de las gestiones, mixto. Mientras que su popularidad y los logros en bienestar económico son innegables, la militarización del país y el aumento de la violencia dejan un legado difícil de ignorar. Su sucesora recibirá un país con importantes avances en lo social, pero también con grandes retos pendientes en lo institucional y en seguridad.

López Obrador se despide de la presidencia de México con un alto nivel de respaldo popular, pero su legado será debatido durante años, tanto por sus logros como por sus promesas incumplidas. El futuro de México bajo su sucesora estará marcado, en gran parte, por la dirección que tome en estos temas clave.

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