Inicia histórico traslado de La Victoria a Las Parras

Inicia histórico traslado de La Victoria a Las Parras

El tralado inició este miércoles

SANTO DOMINGO, 19 de noviembre (noticia.do).-Este miércoles, 19 de noviembre de 2025, marca un antes y un después en la historia judicial y humanitaria de la República Dominicana.

En un despliegue logístico sin precedentes, la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales (DGSPC) ha dado inicio oficial al proceso de traslado de los privados de libertad desde la vetusta Penitenciaría Nacional de La Victoria hacia el moderno Centro de Corrección y Rehabilitación (CCR) Las Parras.

Este evento no es simplemente una reubicación geográfica de internos; representa el comienzo del fin para décadas de oprobio, hacinamiento y violación sistemática de derechos fundamentales en el recinto carcelario más infame del país.

La operación, encabezada personalmente por el titular de la DGSPC, Roberto Santana Sánchez, responde a una demanda histórica de la sociedad dominicana y a un compromiso de estado para reformar integralmente el sistema penitenciario.

Durante décadas, La Victoria ha sido símbolo de la ineficiencia del sistema, operando con una sobrepoblación crítica que convertía la rehabilitación en una utopía.

Hoy, con el movimiento de los primeros grupos hacia las instalaciones en el municipio de San Antonio de Guerra, se materializa la promesa de dignificar la vida de miles de seres humanos y llevar tranquilidad a sus familiares, quienes por años han sufrido la incertidumbre de las condiciones de reclusión de sus allegados.

En este extenso reportaje, detallaremos los pormenores de este operativo monumental, la infraestructura que espera a los internos en Las Parras, y el impacto sociopolítico de cerrar el capítulo más oscuro de la historia carcelaria nacional.

Analizaremos cómo se gestó este traslado, la participación clave del Ministerio de la Vivienda y Edificaciones (MIVED) y la Procuraduría General de la República, y qué significa este paso para la seguridad ciudadana y la reafirmación de la vida democrática en la República Dominicana. Acompáñenos a desglosar cómo se desmantela una “vergüenza nacional” para dar paso a la esperanza de la regeneración social.

Traslado de presos desde La Victoria hacia el CCR Las Parras

El operativo iniciado este miércoles se ha desarrollado bajo estrictas medidas de seguridad y protocolos humanitarios, supervisados por organismos de control y la propia dirección del sistema penitenciario.

El traslado de los presos de La Victoria a Las Parras no es una tarea sencilla; implica mover no solo personas, sino expedientes, historias y una logística de seguridad compleja.

Roberto Santana Sánchez, presente en el terreno, verificó personalmente la aplicación de los protocolos diseñados para garantizar que este movimiento masivo se realice sin incidentes, respetando la integridad física de cada privado de libertad y asegurando la cadena de custodia.

El destino de estos internos es el CCR Las Parras, situado en el municipio de San Antonio de Guerra. Esta nueva ubicación contrasta radicalmente con la estructura que dejan atrás.

Mientras que La Victoria es un recinto obsoleto, atrapado en el tiempo y el deterioro, Las Parras representa la modernidad y el enfoque del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria.

La logística del traslado ha involucrado una flota de vehículos oficiales y un despliegue de fuerzas de seguridad para custodiar el trayecto, asegurando que el tránsito entre Santo Domingo Norte y Guerra se efectúe con la precisión de un reloj suizo, minimizando el impacto en el tránsito regular y maximizando la seguridad del convoy.

En esta primera jornada histórica, el grupo inicial está compuesto por 300 privados de libertad. Sin embargo, esto es solo la punta de lanza de una estrategia mayor. Según explicó Santana Sánchez, el plan contempla traslados sucesivos de grupos de 300 personas hasta completar, en un plazo muy breve, la ocupación de las 2,400 plazas disponibles en la primera etapa entregada por el MIVED.

Este enfoque escalonado permite a las autoridades penitenciarias ajustar los procesos de recepción, clasificación y acomodo de los internos en los nuevos pabellones, garantizando que la adaptación al régimen del CCR Las Parras sea efectiva y ordenada, evitando el caos que podría generar un movimiento masivo simultáneo.

El fin del hacinamiento: Detalles del operativo de la DGSPC

Para comprender la magnitud de este logro, es imperativo mirar hacia el pasado. La Penitenciaría Nacional de La Victoria fue construida e inaugurada en 1952, durante la dictadura de Trujillo, con una capacidad diseñada para albergar a 1,700 personas. Sin embargo, la realidad superó la ficción de manera dramática: el recinto ha llegado a contener hasta 9,300 internos, una cifra que supera en más de un 500% su capacidad original.

Este nivel de hacinamiento no solo es una estadística alarmante, sino que se traduce en condiciones de vida infrahumanas, propagación de enfermedades y una imposibilidad técnica de ejercer control y rehabilitación efectivos. El cierre progresivo de este penal es, por tanto, una emergencia de salud y seguridad pública.

Roberto Santana Sánchez fue enfático al señalar que este proceso tiene como eje central la dignidad humana. El traslado busca erradicar el ambiente de promiscuidad y falta de espacio que degradaba a los reclusos. “Este hecho no deja de ser un acto de reafirmación de la vida democrática”, sostuvo el funcionario, reconociendo que el trato que un Estado da a sus privados de libertad refleja la calidad de su democracia.

Al mover a los internos hacia espacios diseñados bajo estándares internacionales, la República Dominicana cumple con compromisos de derechos humanos y empieza a saldar una deuda social acumulada durante casi cuatro décadas de intentos fallidos por sustituir este recinto.

El éxito de este operativo recae en una colaboración interinstitucional robusta. Santana agradeció el respaldo directo del Poder Ejecutivo y la gestión de la procuradora general, Yeni Berenice Reynoso. Asimismo, destacó el rol fundamental de figuras como Jorge Subero Isa, expresidente de la Suprema Corte de Justicia, y los equipos técnicos del MIVED.

Estas entidades han trabajado en sinergia para asegurar que la infraestructura de Las Parras no solo esté construida, sino que sea funcional y segura. La coordinación entre el sistema de justicia, la construcción de infraestructuras y la gestión penitenciaria ha sido la clave para que, finalmente, en 2025, se pueda ejecutar lo que por años pareció imposible.

Capacidad y condiciones del nuevo recinto en San Antonio de Guerra

El CCR Las Parras ha sido diseñado para operar bajo una lógica totalmente distinta a la de las cárceles tradicionales del país. La infraestructura entregada por el Ministerio de la Vivienda y Edificaciones (MIVED) en esta primera fase incluye los cuadrantes uno (de alojamiento) y cinco (administrativo). Estas áreas están equipadas con celdas que respetan el espacio vital, áreas comunes para la recreación y educación, y sistemas sanitarios adecuados. La capacidad habilitada de momento permite alojar a unos 2,400 internos, lo que representa un alivio significativo inmediato para la sobrepoblación de La Victoria.

El funcionamiento de Las Parras se plantea como un “gran piloto”. Santana Sánchez indicó que, aunque el personal administrativo y de seguridad tomó control de las instalaciones hace 10 días para poner a prueba todos los sistemas, el verdadero desafío comienza con la llegada de los internos.

La meta es que los tres cuadrantes restantes sean entregados y puestos en funcionamiento en el transcurso del próximo año. Este enfoque progresivo permite corregir fallos sobre la marcha y asegurar que el modelo de gestión se implemente correctamente antes de llegar a la capacidad máxima del complejo penitenciario.

Más allá de los muros y las rejas, las condiciones del nuevo recinto están pensadas para la reinserción social. A diferencia de La Victoria, donde el espacio apenas permitía dormir, en Las Parras se disponen de áreas para talleres, educación y terapia ocupacional. El cambio de entorno físico es determinante para el cambio conductual. Al eliminar el hacinamiento, se reduce la violencia intracarcelaria y se facilita la labor del personal de vigilancia y tratamiento, creando un ecosistema donde la rehabilitación es, por primera vez para estos internos, una posibilidad real y tangible.

Proceso de selección y perfil de los internos trasladados

Uno de los aspectos más delicados del traslado ha sido la selección de quiénes serían los primeros en ocupar Las Parras. No se trató de una elección al azar. Un equipo multidisciplinario ha trabajado intensamente evaluando los perfiles de los candidatos.

Según explicó la DGSPC, se tomaron en cuenta criterios rigurosos que incluyen las condiciones legales de los internos (estatus de su condena o medida de coerción), una revisión exhaustiva de su conducta dentro del penal, así como sus habilidades, destrezas y nivel educativo. Este filtrado asegura que el nuevo centro inicie operaciones con una población penal que pueda adaptarse al nuevo régimen.

Este proceso de selección se apoya en una herramienta fundamental: el Primer Catastro Penitenciario. Este proyecto, impulsado por la gestión de la procuradora Reynoso con el soporte técnico de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), ha permitido tener una radiografía exacta de la población carcelaria. Gracias a este levantamiento de datos, las autoridades conocen no solo el delito cometido, sino el perfil sociodemográfico, educativo y de salud de cada interno. Esta información ha sido vital para tomar decisiones informadas sobre quiénes son los candidatos idóneos para inaugurar esta nueva etapa en Las Parras.

La comunicación constante entre los equipos evaluadores y los responsables del catastro ha permitido identificar, por ejemplo, internos con conocimientos de oficios específicos que pueden ser útiles en el mantenimiento y la dinámica del nuevo centro, así como aquellos con estatus educativo que pueden integrarse a programas de enseñanza. De esta manera, el traslado no solo busca descongestionar La Victoria, sino optimizar la clasificación de los internos para ofrecerles programas de tratamiento individualizados, algo imposible de lograr en el caos del viejo recinto.

Reforma penitenciaria y gestión de Roberto Santana Sánchez

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Roberto Santana

La figura de Roberto Santana Sánchez es central en este proceso histórico. Reconocido como el padre del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria en la República Dominicana, su liderazgo al frente de la DGSPC aporta la experiencia técnica y la visión humanista necesaria para una operación de esta envergadura.

Santana ha reiterado que La Victoria se había constituido en una “vergüenza de la sociedad dominicana”, y su gestión se ha enfocado en transformar esa vergüenza en un sistema funcional. Su presencia supervisando el traslado envía un mensaje claro de control y compromiso institucional con la reforma.

El respaldo político ha sido un motor indispensable. La voluntad del Poder Ejecutivo de invertir recursos y capital político en el cierre de La Victoria demuestra un cambio de prioridades en la agenda nacional. La colaboración con personalidades de alto nivel y la estructura de la Comisión para el Seguimiento al Plan de Reforma Penitenciaria blindan el proceso de los vaivenes políticos tradicionales, otorgándole un carácter de Estado. Es un esfuerzo que trasciende una administración y se plantea como una solución definitiva a un problema endémico.

Finalmente, este proceso tiene una profunda implicación democrática. Como señaló Santana, el 19 de noviembre de 2025 debe ser recordado como un día de celebración por la dignidad. Un sistema democrático no puede sostenerse sobre la base de cárceles que funcionan como depósitos humanos. La reforma penitenciaria, simbolizada en este traslado hacia Las Parras, es también una reforma moral de la sociedad dominicana, que decide dejar atrás prácticas arcaicas y crueles para abrazar un modelo de justicia que cree en la segunda oportunidad y en el respeto irrestricto a los derechos humanos.

Un hito para la dignidad y la seguridad nacional

Inicia histórico traslado de La Victoria a Las Parras

El inicio del traslado de los privados de libertad desde La Victoria hacia el CCR Las Parras es, indiscutiblemente, la noticia más relevante del año en materia de justicia y seguridad en la República Dominicana. Este miércoles 19 de noviembre de 2025 marca el comienzo del fin de una era de oscuridad penitenciaria. Al mover a los primeros 300 internos hacia instalaciones dignas en San Antonio de Guerra, el Estado dominicano no solo reduce el hacinamiento crítico, sino que envía un mensaje contundente sobre su compromiso con la dignidad humana y la modernización institucional.

El camino por recorrer aún es largo; quedan miles de internos por trasladar y etapas constructivas por finalizar en Las Parras. Sin embargo, la maquinaria ya está en marcha. La planificación detallada, el uso de datos estadísticos para la selección de internos y la voluntad política unificada auguran que el cierre definitivo de La Victoria es una meta alcanzable a corto plazo. La sociedad dominicana debe permanecer vigilante y apoyar este proceso, entendiendo que un mejor sistema penitenciario se traduce en mayor seguridad ciudadana y en una democracia más fuerte y justa para todos.

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Preguntas frecuentes

¿Cuántos presos serán trasladados a Las Parras en la primera etapa?

En la fase inicial que comenzó este miércoles, se trasladará un primer grupo de 300 internos. Los traslados continuarán en grupos sucesivos de la misma cantidad hasta completar los 2,400 privados de libertad, que es la capacidad máxima de los cuadrantes habilitados actualmente en la primera etapa del recinto.

¿Dónde está ubicado el CCR Las Parras?

El nuevo Centro de Corrección y Rehabilitación (CCR) Las Parras está ubicado en el municipio de San Antonio de Guerra, en la provincia de Santo Domingo. Es una instalación moderna construida específicamente para reemplazar las funciones de la vieja cárcel de La Victoria.

¿Qué pasará con la antigua cárcel de La Victoria?

El objetivo del gobierno y de la DGSPC es el cierre definitivo de la Penitenciaría Nacional de La Victoria. Una vez se complete el traslado total de la población carcelaria hacia Las Parras y otros centros, se espera que el recinto sea clausurado, poniendo fin a su uso como centro de reclusión debido a sus condiciones inhumanas.

¿Cómo fueron seleccionados los internos para el traslado?

La selección fue realizada por un equipo multidisciplinario basándose en datos del Primer Catastro Penitenciario. Se evaluaron criterios como la condición legal del interno, su conducta, nivel educativo y habilidades o destrezas en oficios, asegurando un perfil adecuado para el nuevo modelo de gestión de Las Parras.

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