Freddy Ginebra: Lecciones de vida, fe y perdón
Freddy Ginebra y su forma de ver la vida
Santiago, 4 de noviembre (Noticia.do).-El duende mayor, como cariñosamente se le conoce a Freddy Ginebra, llegó al programa Esta Noche Mariasela para ofrecer una conversación que, más que una entrevista, fue una clase magistral sobre la vida.
A sus 81 años, Ginebra irradia alegría, serenidad y una sabiduría ganada a través de los años y las pruebas de la existencia.
Durante la charla, habló sobre la importancia de celebrar cada día, aprender del dolor y, sobre todo, vivir con gratitud. Para Ginebra, la vida no es un tránsito pasivo, sino una oportunidad para conectar con lo esencial: el amor, la bondad y la esperanza.
Su filosofía se resume en una frase que lo define: “Que mi entrada a la eternidad sea bailando y celebrando lo vivido”. Con esa visión optimista, Freddy Ginebra demuestra que envejecer no es detenerse, sino vivir con más intensidad.
La alegría de vivir como filosofía
El niño interior y la celebración de la vida
Freddy confiesa tener un niño dentro con un traje de viejo. Ese niño soñador, travieso y curioso es el que lo mantiene vivo. En un mundo que a veces exige solemnidad, él elige la risa y el juego como herramientas de resistencia frente a la tristeza.
“La vida es una celebración”, dice con convicción. Y aunque reconoce que todos cargamos con una cruz, insiste en que lo importante no es el peso, sino la manera en que la llevamos. Su mirada hacia la existencia se resume en una invitación constante a disfrutar, a no amargarse, a seguir soñando incluso cuando la realidad se vuelve dura.
Su actitud se ha convertido en inspiración para generaciones que lo ven como un referente de alegría, resiliencia y fe.
La fe como motor frente a la adversidad
Ginebra habla con serenidad de sus enfermedades y de los momentos difíciles que ha enfrentado. Cáncer, neumonía o pérdidas familiares no lograron arrebatarle la sonrisa. Al contrario, lo llevaron a una comprensión más profunda: la vida es un ensayo para la eternidad.
“Me lo tomo todo a relajo”, dice entre risas, pero detrás de esa frase se esconde una profunda aceptación espiritual. Cree en el amor eterno y en el reencuentro con los seres queridos después de la muerte. Para él, tener fe no es una opción, sino una necesidad vital para no perder la esperanza en un mundo cada vez más incierto.
Freddy no impone creencias, pero aconseja: “Invéntate tu Dios si no crees en nada, porque vivir sin fe es fácil, pero morir sin fe es lo difícil”.
El poder del perdón según Freddy Ginebra
Aprender a perdonar y olvidar
Uno de los momentos más conmovedores de la entrevista fue cuando Freddy Ginebra reveló que su padre fue asesinado. Con voz pausada, contó cómo perdonó al responsable muchos años después. Ese acto, más que una muestra de fortaleza, fue un paso hacia la libertad interior.
“Cuando tú perdonas, te liberas”, afirmó con certeza. El perdón, explica, no es un acto religioso, sino humano. Es una decisión consciente de soltar el rencor y aliviar el alma.
Ginebra reconoce que no es fácil, pero insiste en que guardar resentimiento solo encadena al corazón. “Yo soy un disparate de ser humano”, dice con humildad, “y en mi casa me tienen que estar perdonando todos los días”.
El perdón como liberación personal
Para Freddy, el perdón no significa olvidar el dolor, sino transformarlo. Perdonar no exime la falta, pero sí sana a quien la sufre. Su historia personal se convierte así en un testimonio de amor, compasión y crecimiento espiritual.
“Amar hasta que duela”, cita a la Madre Teresa de Calcuta, convencido de que el amor y el perdón son inseparables. Ambos requieren coraje, paciencia y un profundo entendimiento de la fragilidad humana.
Su reflexión es una invitación a todos a mirar la vida con ternura y a no dejar que el resentimiento apague la luz del alma.
La fe y la esperanza en un mundo deshumanizado
La necesidad de creer en algo
En su conversación con Mariasela Álvarez, Freddy reflexionó sobre la deshumanización del mundo moderno. Los avances tecnológicos, dice, nos han hecho perder el contacto humano. “Ya la gente no se mira a los ojos”, lamenta. Las pantallas nos han vuelto extraños en la misma mesa.
Frente a esa realidad, propone volver a lo esencial: el abrazo, la mirada, la conversación. “Sin fe no se puede vivir”, repite. Para él, la fe no solo está en Dios, sino en el ser humano, en la capacidad de amar, de ayudar y de seguir creyendo a pesar de todo.
En tiempos donde abundan la prisa y el egoísmo, su mensaje es un recordatorio de que la verdadera riqueza está en la conexión con los demás.
La mirada humana en tiempos digitales
Freddy Ginebra denuncia cómo la tecnología puede robarnos la sensibilidad si no la usamos con consciencia. Advierte que las nuevas generaciones corren el riesgo de olvidar la importancia del contacto humano. “Nos estamos deshumanizando”, advierte con tristeza.
Sin embargo, no se queda en la queja. Su propuesta es clara: educar con valores, enseñar a los jóvenes a sentir, a mirar y a vivir con empatía. En lugar de rechazar la tecnología, invita a usarla para construir comunidad y compartir esperanza.
Por eso, sueña con regresar al programa periódicamente para seguir enseñando sobre la alegría de vivir y la importancia de mantener viva la sensibilidad.
Freddy Ginebra y su legado cultural
Casa de Teatro y el arte dominicano
Freddy Ginebra es una figura esencial en la cultura dominicana. Fundador de Casa de Teatro, ha sido mentor, promotor y amigo de generaciones de artistas. Su labor ha trascendido los escenarios, convirtiéndose en símbolo de gestión cultural y humanismo.
A través del arte, Freddy ha impulsado la libertad de expresión, el pensamiento crítico y la solidaridad. Para él, la cultura no solo entretiene: transforma vidas.
Su trabajo ha sido reconocido en todo el país y su legado continúa inspirando a quienes ven en la cultura una herramienta para construir un mejor país.
Un ejemplo de sensibilidad y compromiso social
Ginebra ha demostrado que la sensibilidad no es debilidad, sino fortaleza. Su vida está marcada por la empatía, el servicio y el amor hacia los demás. Desde su labor cultural hasta sus escritos, ha sembrado esperanza en quienes buscan sentido en medio del caos.
Su mensaje final es claro: amar, perdonar y celebrar la vida. Tres pilares que resumen toda su filosofía y que, en sus palabras, son la única receta posible para alcanzar la paz interior.
“Yo aprendí a perdonar y a olvidar”, concluye. Y en esa simple frase se condensa toda una vida de sabiduría.
Freddy Ginebra y la enseñanza del amor

Freddy Ginebra nos recuerda que la vida es un acto de fe. Que incluso cuando el dolor golpea, siempre hay motivos para agradecer. Su manera de ver el mundo es un canto a la esperanza y una invitación a no rendirse.
Su paso por el programa Esta Noche Mariasela dejó un mensaje profundo: vivir con alegría, perdonar sin rencor y creer, aunque a veces cueste. Esa es su herencia espiritual, su legado más poderoso.
En un mundo que olvida con facilidad, Freddy nos enseña que amar hasta que duela y vivir con gratitud siguen siendo los actos más revolucionarios.
Preguntas frecuentes
¿Quién es Freddy Ginebra?
Freddy Ginebra es un escritor, gestor cultural y comunicador dominicano, fundador de Casa de Teatro, uno de los centros artísticos más importantes del país.
¿Qué significa para Freddy Ginebra perdonar y olvidar?
Significa liberarse del rencor, aceptar la fragilidad humana y vivir con amor. Para él, perdonar no es olvidar lo sucedido, sino sanar el alma.
¿Cuál es el legado cultural de Freddy Ginebra?
Su legado está en la promoción del arte y los valores humanos a través de Casa de Teatro, así como en su ejemplo de sensibilidad y compromiso social.
¿Qué enseña Freddy Ginebra sobre la fe y la vida?
Enseña que la vida es un ensayo para la eternidad y que la fe, el amor y el perdón son los pilares que permiten vivir con paz y esperanza.
