FBI descarta relación entre ataques en Nueva Orleans y Las Vegas, E.U.

Washington.-El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) ha concluido que no existe un nexo entre el atropello masivo ocurrido en Nueva Orleans —que dejó al menos 14 fallecidos, incluido el agresor— y la explosión de un vehículo Tesla frente al Hotel Internacional Trump en Las Vegas, donde murió el conductor.

Ambos sucesos se produjeron con pocas horas de diferencia y los autores resultaron ser militares de Estados Unidos; sin embargo, las autoridades confirman que se trató de ataques independientes.


Las primeras indagaciones surgieron cuando se supo que los responsables de ambos ataques no solo compartían formación militar, sino también el uso de la misma aplicación para alquilar los vehículos con los que cometieron los hechos.

En Nueva Orleans, Shamsud-Din Bahar Jabbar, un exmilitar estadounidense, condujo de manera intencionada contra la multitud y dejó colocados explosivos en neveras portátiles en lugares cercanos. Por su parte, en Las Vegas, Matthew Livelsberger —todavía en activo en el Ejército— murió tras detonar un camión Tesla frente a un hotel de Donald Trump.

El FBI investigó la posibilidad de un plan coordinado debido a la coincidencia en el tiempo y las circunstancias similares. Aun así, la agencia determinó finalmente que no hay pruebas concluyentes de que ambos hechos formen parte de un mismo complot terrorista.

Tanto el atacante de Nueva Orleans como el de Las Vegas habían servido en misiones en el extranjero y coincidieron durante un tiempo en la base militar antes conocida como Fort Bragg (actual Fort Liberty). Sin embargo, no hay indicios de que planearan estos actos de manera conjunta.

Contexto del atropello en Nueva Orleans

  • Víctimas y explosivos: El atropello masivo dejó 14 muertos, incluido el agresor, y causó decenas de heridos. Además, se hallaron dos neveras portátiles con explosivos que no llegaron a detonar, pero que el atacante habría activado a distancia de haberse dado la ocasión.
  • Perfil del atacante: Shamsud-Din Bahar Jabbar era un exsoldado que sirvió en el Ejército de Estados Unidos. Llevaba años fuera de servicio y, de acuerdo con su entorno familiar, había cambiado recientemente su forma de vestir y de comportarse. Su hermano declaró a las autoridades que Jabbar parecía haber adoptado posiciones radicales en los últimos meses.
  • Manifiestos y videos previos: Horas antes del ataque, Jabbar subió cinco videos a internet donde manifestaba su apoyo al autodenominado Estado Islámico. En dichas grabaciones indicó que sopesó atacar primero a sus propios familiares y amigos, pero cambió de opinión para asegurar que la prensa se centrara en lo que denominó una “guerra entre fieles e infieles”.
  • Reacción local: Las autoridades de Nueva Orleans han reforzado la presencia policial en las calles del centro urbano. Residentes y visitantes describen un ambiente de tensión, donde se han incrementado los controles preventivos y se insta a la población a mantenerse alerta.
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Contexto de la explosión en Las Vegas

  • Lugar de los hechos: El incidente ocurrió en la entrada principal del Hotel Internacional Trump, un establecimiento de lujo asociado al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. El camión Tesla explotó, ocasionando la muerte de su conductor, Matthew Livelsberger, quien se mantenía activo en el servicio militar.
  • Indicios iniciales: Se halló una pistola a los pies de Livelsberger dentro del vehículo, y el FBI determinó que tenía una herida de bala que se produjo antes de la explosión. Las autoridades aún investigan las circunstancias exactas de ese disparo.
  • Antecedentes del atacante: Livelsberger contaba con una hoja de servicio en el Cuerpo de Boinas Verdes, considerado uno de los más selectos dentro de las Fuerzas Armadas de EE. UU., especializado en misiones de contrainsurgencia y guerrilla. Había estado destacado en Afganistán, Tayikistán, el Congo y Alemania, y se cree que últimamente realizaba tareas con drones militares.
  • Ausencia de lazos con el yihadismo: A diferencia del caso de Jabbar, en Las Vegas no se encontraron pruebas que vincularan de forma directa a Livelsberger con grupos terroristas. No se han hallado banderas, manifiestos ni comunicados que indiquen un motivo ideológico claro.
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¿Por qué se pensó inicialmente que había un vínculo?

  1. Similitudes en la planificación: Los dos responsables eran militares (uno en activo y otro retirado) que utilizaron el mismo tipo de servicio de alquiler de vehículos, despertando sospechas de una posible coordinación logística.
  2. Proximidad temporal: Los ataques se registraron con pocas horas de diferencia. Esto generó un clima de incertidumbre, especialmente al tratarse de sucesos con alto impacto mediático y en zonas turísticas.
  3. Base militar común: Tanto Jabbar como Livelsberger coincidieron en la base Fort Bragg (renombrada Fort Liberty). Algunos informes señalan que pudieron haberse cruzado durante un periodo de instrucción, si bien no se ha comprobado una relación personal o colaborativa.

Investigación y conclusiones del FBI


La agencia federal, junto con departamentos de policía local y el respaldo de las Fuerzas Armadas, analizó detenidamente la información de ambos casos. Tras interrogar a testigos, revisar historiales militares y examinar los restos de los vehículos incendiados, se concluyó que no existían comunicaciones entre Jabbar y Livelsberger con respecto a la planificación de sus ataques.

  • Exhaustivo trabajo forense: Los equipos especializados en explosivos analizaron los dispositivos usados en ambos hechos. Se estableció que en Nueva Orleans hubo artefactos más elaborados —neveras con explosivos y detonadores remotos—, mientras que en Las Vegas se trató de una única explosión, probablemente relacionada con una alteración del sistema de batería del Tesla y el disparo que se produjo en el interior.
  • Motivaciones distintas: Según las conclusiones preliminares, Jabbar actuó movido por una ideología extremista relacionada con el Estado Islámico. Livelsberger, en cambio, no dejó un testimonio ideológico explícito y podría haber sufrido algún tipo de crisis personal o psicológica, aunque la investigación continúa.

Contexto adicional: antecedentes militares y radicalización


El ejército de Estados Unidos cuenta con personal desplegado en todo el mundo, por lo que no es inusual que dos personas compartan asignaciones o bases de manera tangencial. No obstante, el FBI ha abierto una línea de investigación paralela para determinar si la base Fort Bragg (Fort Liberty) ha experimentado algún patrón de radicalización interna o problemas de salud mental en sus tropas que pudieran derivar en actos violentos.

  • Fort Liberty: Ubicada en Carolina del Norte, es una de las instalaciones militares más grandes del país y sede de unidades de fuerzas especiales como los Boinas Verdes y la 82.ª División Aerotransportada. Con frecuencia, el personal de esta base participa en múltiples despliegues internacionales.
  • Ayuda psicológica y reinserción: Voces expertas sugieren que, pese a que la mayoría de los veteranos y militares activos no cometen delitos violentos, se requiere dar mayor apoyo y seguimiento a quienes muestran signos de alteraciones mentales o afinidad con ideologías violentas.
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Reacciones políticas y mediáticas


Tras el atentado en Nueva Orleans y la explosión en Las Vegas, el expresidente Donald Trump afirmó inicialmente que Jabbar era un inmigrante peligroso. Sin embargo, informes posteriores confirmaron que el agresor de Nueva Orleans era en realidad ciudadano estadounidense. Esto llevó a un debate público sobre el uso de la retórica política y la necesidad de verificar la información antes de difundirla a nivel gubernamental.

En Las Vegas, la noticia tuvo gran repercusión por el simbolismo de la ubicación: el Hotel Internacional Trump es un lugar icónico asociado a la figura de Trump y, según sus opositores, blanco de ataques potenciales. No obstante, el FBI insistió en que el atentado no tenía motivos políticos específicos comprobados, al menos de manera oficial.

Atención a la seguridad nacional


La coordinación entre las fuerzas de seguridad estatales, locales y federales se ha reforzado en las últimas horas. El gobierno federal ha recordado la importancia de cooperar con la ciudadanía para identificar cualquier signo de comportamiento sospechoso, animando a la gente a denunciar de inmediato cualquier actividad que pudiera representar una amenaza.

Expertos en seguridad afirman que estos hechos, si bien no están vinculados directamente, ponen de manifiesto la necesidad de incrementar los protocolos de seguimiento a exmilitares con posibles secuelas o vulnerabilidades, así como continuar con campañas de desradicalización en línea y detección temprana de comportamientos extremistas.

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