Exministro de Defensa afirma que desaparición de Quirinito, narcotráfico y crisis migratoria haitiana exigen mayor coordinación y reformas profundas

Santiago.-El exministro de Defensa y vicealmirante retirado, Sigfrido Pared Pérez, advirtió que la desaparición del narcotraficante “Quirinito”, la incautación histórica de casi 10 toneladas de droga en el país y la persistente crisis migratoria en la frontera con Haití evidencian la necesidad de mayor coordinación entre las autoridades nacionales, mayor colaboración internacional y la implementación de políticas de seguridad más eficientes.

En una entrevista concedida en el programa Panorama de la mañana, Pared Pérez subrayó que el narcotráfico actual opera con sofisticadas redes transnacionales y que el control migratorio en la frontera con Haití requiere infraestructura, tecnología y la voluntad política de diversos gobiernos para asegurar el orden y la soberanía.


Durante la conversación, Pared Pérez, quien ocupó cargos como ministro de Defensa, director del DNI y director de Migración, explicó que cada gobierno tiene su propia política de seguridad y defensa, y que en la República Dominicana existe una tendencia a “reiniciar” las estrategias al cambiar las administraciones.

Este fenómeno –afirmó– termina afectando la continuidad de las políticas exitosas y complica la evaluación de los resultados a mediano y largo plazo.

Según el exfuncionario, la labor de las agencias como la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) ha mostrado resultados significativos, entre ellos la incautación de un alijo récord de cerca de 10 toneladas de cocaína.

Sin embargo, insistió en que estos grandes operativos no son obra de un solo organismo, sino el producto de la colaboración entre las Fuerzas Armadas, la Policía y las agencias internacionales, principalmente de Estados Unidos y Colombia. Este último país, precisó, ha sido un aliado clave debido a su experiencia histórica en el combate al narcotráfico.

Narcotráfico: cooperación y contexto internacional


Pared Pérez detalló que el narcotráfico se nutre de redes transnacionales que operan desde las selvas sudamericanas hasta Europa y Estados Unidos.

La República Dominicana, por su ubicación geográfica en el Caribe, se convierte en un punto de tránsito atractivo. Destacó el rol de Colombia y de las agencias estadounidenses en proveer información e inteligencia que permiten golpes efectivos al crimen organizado.

Estas incautaciones, añadió, son más frecuentes ahora porque la pandemia de la COVID-19 restringió la movilidad global por meses, acumulando grandes cargamentos de drogas que hoy deben ser distribuidos con mayor urgencia.

El vicealmirante retirado reconoció el trabajo del titular actual de la DNCD, el vicealmirante José Manuel Cabrera Ulloa, a quien describió como un oficial con amplia experiencia y formación que ha sabido coordinar esfuerzos y obtener resultados.

Sin embargo, advirtió que el éxito presente no debe verse como una acción aislada, sino como parte de una estrategia continua de inteligencia y colaboración multinacional. Además, desmintió las teorías que plantean que sólo se incauta el 10% de la droga que pasa, calificándolas de meras especulaciones, y reiteró que lo medible son los resultados concretos y la cantidad real de sustancia decomisada.

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Ante las dudas de la población sobre la pronta incineración de la droga incautada, Pared Pérez puntualizó que existen protocolos de verificación conjuntos con agencias internacionales como la DEA, lo que dificulta que se trate de una farsa.

Destacó que para sostener el consumo de drogas en mercados gigantes, como el estadounidense o el europeo, circulan miles de toneladas cada año, por lo cual el contrabando persistirá y las autoridades deberán continuar ajustando estrategias.

La desaparición de “Quirinito”


En relación con la desaparición del narcotraficante apodado “Quirinito”, Pared Pérez recordó que el caso fue complejo desde el principio. Señaló que, a diferencia de otros casos en los que se logra detener rápidamente a un fugado tras su salida del país, con Quirinito las alertas llegaron tarde, dando tiempo suficiente al prófugo para ocultarse y moverse por múltiples territorios.

El exministro reveló que en algún momento se tuvo información de que Quirinito podría haberse refugiado en Haití, e incluso se estuvo cerca de capturarlo.

Sin embargo, la filtración de datos a la prensa complicó la operación y el objetivo escapó. También mencionó que hubo informaciones sobre su presencia en Europa, concretamente en Holanda, pero la falta de cooperación expedita de algunos países o la complejidad de sus sistemas legales dificultaron su aprehensión.

Al final, el caso de Quirinito no sólo evidenció una falla local, sino la necesidad de mayor coordinación internacional y sistemas ágiles de intercambio de información.

Migración haitiana y frontera dominicana


Otro punto medular de la entrevista fue la crisis migratoria haitiana. Pared Pérez subrayó que la República Dominicana tiene el reto permanente de ejercer soberanía y control en una frontera extensa y difícil, compartida con el país más pobre del hemisferio, Haití, sumido en una inestabilidad política y social histórica. Esta situación, dijo, ocasiona presiones internacionales para que el país cargue con parte de la problemática migratoria.

Afirmó que el control fronterizo no depende únicamente de la presencia militar, el uso de drones o la construcción de muros, sino también de la infraestructura básica, como una carretera internacional que permita la movilidad rápida de tropas y personal de seguridad a lo largo de toda la línea divisoria.

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Sin esa infraestructura, el tiempo de respuesta es mayor y la frontera se torna más porosa. Pared Pérez recordó que, en el pasado, existía una carretera internacional que facilitaba estas labores, pero con el paso de los años se ha deteriorado, y su reconstrucción es, a su juicio, prioritaria.

Además, el exministro señaló que la comunidad internacional, que gasta miles de millones de dólares en conflictos bélicos, debería invertir en la estabilización política y económica de Haití, en lugar de presionar a la República Dominicana para absorber las consecuencias del caos del vecino país. Recordó que ningún país desarrollado, por más democrático y respetuoso de los derechos humanos que sea, permite grandes masas de inmigrantes indocumentados en su territorio sin control alguno.

Propuesta sobre legalización de drogas


Al ser consultado sobre la legalización de las drogas, Pared Pérez mostró cautela. Reconoció que, desde su perspectiva militar y de seguridad, la idea resulta difícil de aceptar en el corto plazo. Sin embargo, admitió que, de continuar la tendencia actual, en un horizonte lejano, el mundo podría verse obligado a algún tipo de regulación que limite el impacto criminal del narcotráfico.

Mencionó el ejemplo de Holanda, donde la tolerancia a ciertas sustancias no derrumbó el sistema de salud, sino que creó espacios controlados que permiten a la sociedad ver las consecuencias del consumo. Consideró que, a pesar de las ideas y debates, la legalización es un asunto que requerirá tiempo, consenso internacional y evaluaciones muy profundas, dado el daño colateral que genera el crimen organizado.

Seguridad Nacional y Ley del DNI


Otro tema abordado fue el proyecto de ley del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), cuya primera versión fue anulada por el Tribunal Constitucional por vicios de forma. Pared Pérez destacó que esto brinda la oportunidad de corregir el fondo de la propuesta, eliminando artículos que generaron rechazo en la sociedad civil y los medios de comunicación. Sugirió que se aproveche esta coyuntura para diseñar una ley acorde a las necesidades democráticas y de seguridad de la nación, sin atropellar derechos fundamentales.

Sostuvo que la seguridad nacional está por encima de cualquier factor, y que resulta crucial que las normas que rijan al DNI sean claras, transparentes y coherentes con los principios democráticos. Añadió que la experiencia histórica del país, sumada a los desafíos contemporáneos, demanda instituciones sólidas, modernas y capaces de adaptarse a amenazas globales.

Control de armas y municiones


Sobre el tráfico interno de armas y municiones, el exministro lamentó el reciente escándalo en la Policía Nacional, donde se reportó el extravío de un millón de balas y varias armas, supuestamente destinadas a bandas delictivas.

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Para él, esto refleja fallos en los protocolos y la necesidad de mayor control. Propuso que las Fuerzas Armadas, con una infraestructura de control más amplia, gestionen el suministro de municiones y armas, dosificándolas de forma más rigurosa. Asimismo, señaló que la prohibición de importar armas de fuego para civiles, vigente desde hace años, ha disparado el mercado ilegal y encarecido la adquisición lícita, beneficiando a delincuentes en lugar de a ciudadanos responsables.

Recalcó que el problema no sólo afecta a las instituciones, sino que pone en juego la percepción de la moral y de la integridad de los diferentes estamentos, incluso el médico, como en el caso de la supuesta muerte de Quirinito. Afirmó que la corrupción no es exclusiva de políticos, y que cualquier profesional puede actuar de manera indebida si no existen consecuencias claras.

Aprovechar la experiencia y la continuidad de las políticas


Pared Pérez señaló la importancia de aprovechar el conocimiento de exfuncionarios con amplia experiencia, ya sean exministros de Defensa o excancilleres, para contribuir con estrategias y análisis que fortalezcan la posición del país en materia de seguridad, migración y diplomacia. Esta colaboración, dijo, no suele darse con la frecuencia necesaria, debido a la tendencia de las administraciones a desvincularse del pasado.

Explicó que la República Dominicana es un país históricamente resiliente, que ha defendido su identidad frente a múltiples potencias y que conserva una rica herencia cultural, ejemplificada en géneros musicales como el merengue y la bachata. Esa misma resiliencia, afirmó, debería reflejarse en su política de seguridad y relaciones internacionales, manteniendo líneas continuas de cooperación y aprendizaje que superen los ciclos electorales.


En definitiva, la visión de Sigfrido Pared Pérez refleja un panorama complejo y multifactorial. La desaparición de Quirinito, el alza en las incautaciones de drogas, la crisis migratoria con Haití, las dificultades para capturar prófugos en otros países, y el extravío de armas y municiones demuestran que la República Dominicana enfrenta desafíos estructurales. Estos requieren no sólo reformas legales y mayor infraestructura en la frontera, sino también una genuina y sostenida política de Estado, capaz de integrar experiencia acumulada, inteligencia internacional, mecanismos de control eficientes, inversión en equipamiento, rigor en la formación del personal y el entendimiento de que la seguridad nacional es un elemento central para el futuro del país.

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