CORAASAN debe investigar los niveles de hierro y manganeso en el agua suministrada a Santiago

El ingeniero Hamlet Otáñez emitió una opinión sobre Coraasan en sus redes sociales

Santiago.-Durante varios meses, a través de los medios de comunicación, redes sociales, testimonios de ciudadanos, y experiencias personales, se han reportado quejas sobre el color, sabor y olor desagradable del agua potable suministrada en Santiago, afirmó el ingeniero Hamlet Otáñez, exdirector de CORAASAN.

Otañez explicó que, frecuentemente, las lluvias torrenciales que azotan la isla durante eventos hidro-meteorológicos virulentos provocan incrementos súbitos y breves de la turbidez del agua, los cuales pueden no ser adecuadamente manejados por los sistemas de tratamiento, pero que normalmente se reducen en pocas horas o días.

Sin embargo, en los últimos meses, la situación parece haberse estabilizado en un estado preocupante: el agua presenta un color marrón-amarillento que mancha la ropa y parece té, generando inseguridad en la población. Ciudadanos reportan olores anormales y un sabor inusual en el agua, especialmente en horas de la mañana. Esto no es simplemente un problema de turbidez.

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“El hierro y el manganeso son elementos comunes y ampliamente distribuidos en los estratos rocosos y suelos, especialmente el hierro. Las cantidades de hierro presentes en las aguas naturales están determinadas por diversos procesos químicos, como la oxidación-reducción, la precipitación y disolución de hidróxidos, carbonatos y sulfuros, la interacción con materiales orgánicos y el metabolismo de plantas y animales”, explicó Otañez.

Explicó que las concentraciones de hierro disuelto en las aguas superficiales oxigenadas rara vez superan 1 mg/L. Sin embargo, las aguas superficiales no oxigenadas, como las aguas profundas de lagos y embalses estratificados (como las presas de Tavera y Bao), pueden contener cantidades considerablemente mayores de hierro. El nivel máximo de contaminación permitido para el hierro en los sistemas públicos de agua es de 0.3 mg/L y para el manganeso es de 0.05 mg/L.

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Precisó que hasta ahora, no se han identificado efectos perjudiciales para la salud relacionados con estos elementos. No obstante, altas concentraciones de manganeso pueden acelerar el crecimiento biológico en los sistemas de distribución y causar problemas de sabor y olor en el agua. La oxidación química seguida de filtración es el método aceptado para eliminar el hierro y el manganeso cuando sus concentraciones superan los 10 ppm.

“No tenemos razones para dudar del interés y preocupación de las autoridades de CORAASAN para enfrentar y erradicar esta situación. No obstante, llamamos la atención sobre este punto, para que no se pase por alto, y se pueda reducir o erradicar esta molesta situación que se ha prolongado en exceso”, concluyó Otáñez.

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