Astucias cardenalicias

manuel volquez

Manuel Vólquez

El papa Francisco I implementó medidas importantes, desde la reforma de la Curia Romana hasta la lucha contra los abusos sexuales a menores en la Iglesia. Fue el jerarca número 266 de la Iglesia Católica y su gestión duró más de 12 años. Fue un hombre valiente, decidido, consciente de que estaba rodeado de curas maliciosos y corruptos, de que su accionar afectaba determinados intereses y del riesgoso trabajo que había iniciado.

Naturalmente, sus métodos reformistas no fueron del agrado de muchos compañeros de hábito, sobre todo los ultra conservadores del aparato vaticano ni de algunos gobernantes continentales.

Esas enmiendas se materializaron en el 2022 con la entrada en vigor de una nueva Constitución apostólica, que reorganizó los ministerios vaticanos, otorgando prioridad a la evangelización.

También emprendió una profunda renovación del sector financiero del Vaticano, históricamente vinculado a diversos escándalos. En el 2014, creó el Secretariado para la Economía con el fin de establecer una gestión más transparente y eficiente. Arreció un marco regulador para las inversiones, se adoptaron medidas anti corrupción y se ordenó el saneamiento del Banco del Vaticano, lo que incluyó el cierre de unas 5,000 cuentas consideradas irregulares o inactivas.

Bastaría con echar una mirada a los archivos periodísticos para establecer la ardua tarea del revolucionario pontífice: Lucha contra la pederastia en la Iglesia en varios países, que desembocó en una serie de renuncias y expulsiones de curas de alto perfil; la eliminación del secreto pontificio en los casos de abusos; la obligación para todos los religiosos de informar estos hechos a sus superiores y la creación de espacios de escucha en las diócesis de todo el mundo; defendió la enseñanza de la Iglesia que se opone al aborto; alzó la voz contra las guerras, condenó las deportaciones de inmigrantes irregulares del presidente estadounidense Donald Trump y en otras naciones.

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¿Cómo mueren los papas?

Un papa puede reinar durante un período que varía desde 4 a 31 años. Por ejemplo, el papa Pío IX tuvo el pontificado más largo, con 31 años y 8 meses de 1846 a 1878, mientras que Juan Pablo II fue el segundo más largo, con 27 años de 1978 a 2005. Pueden permanecer en el cargo hasta su muerte o renunciar.

A lo largo de la historia varios han muerto en diferentes circunstancias. Treinta de ellos fallecieron por defender una causa religiosa, por lo que se les conoce como los «papas mártires» y a otros 10 supuestamente los asesinaron, aunque en ningún momento se llegó a comprobar estas teorías.

Habrá elección del nuevo papa y desde ya está en proceso el cabildeo entre los 133 purpurados con derecho al voto. Todos aspiran al puesto. La intención funciona con un vestuario similar al que usan los partidos políticos y otras organizaciones cuando están en faenas de elegir precandidatos a cargos electivos. Las zancadas, intrigas, traiciones, comportamiento deshonesto frente al compañero, constituyen el menú de las consultas internas. Ocurre lo mismo en las votaciones para elegir al papa.

Para conocer el funcionamiento de esa selección es preciso ver la serie Los Borgia, creada por Neil Jordan y llevado a la televisión en junio del 2013 en las cadenas Showtime y Netflix (en Estados Unidos) y Bravo (en Canadá).

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El celuloide narra la historia de la familia española Borgia instalada en Italia, conformada por el codicioso papa Alejandro VI y Vannozza de Cattanei, junto a sus hijos César, Lucrecia, Juan y Gioffre Borgia.

Comienza con el ascenso al papado del vicecanciller y cardenal, Rodrigo Borgia, quien logra la victoria en el Cónclave de 1492, a través de sobornos, incurriendo así en Simonía (compra o venta deliberada de cosas espirituales, como los sacramentos, las prebendas y beneficios eclesiásticos) y el disgusto de varios de los miembros del Colegio cardenalicio, entre los cuales estaba el cardenal Giuliano Della Rovere, quien fue el primero en denunciar a Borgia por comprar la elección, apenas se conoció el resultado.

A partir de entonces se desencadena la red de intrigas con los Borgia convertidos en su núcleo, fraguando Alejandro VI una alianza matrimonial entre su hija Lucrezia Borgia y Giovanni Sforza, con el fin de obtener el favor de tal familia, además de también ascender a otro miembro de la misma, el cardenal Ascanio Sforza, al rango de vicecanciller de Roma.

El nuevo papa inicia un apasionado romance con una noble, Giulia Farnese (los papas deben ser célibes), al mismo tiempo que busca afianzar su poder con la expansión del Colegio cardenalicio, nombrando a 13 nuevos cardenales, completamente leales a él, entre ellos su propio hijo, César Borgia (su brazo ejecutor), con el objetivo de desarticular el complot que Della Rovere preside en su contra.

Finalmente, traza las evidencias para deshacerse del cardenal Della Rovere acusándolo de lujuría pública, lo cual ocasiona su huida de Roma.

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De Alejandro VI se dice que fue envenenado durante un banquete, aunque las circunstancias exactas son objeto de debate.

Algunas teorías sugieren que su enemigo Francisco de Vicciardini podría haber sido responsable de su muerte, ya que se rumoreaba que había preparado un veneno para otros, pero que terminó afectándolo a él.

En la serie se ven escenas donde un clérigo de la confianza del papa fue escogido para ejecutar la acción criminal. Semanas antes, lo prepararon haciéndole probar un líquido mortal que debía colocarse en la bebida o comida del papa, y le dieron un antídoto para consumirlo discretamente y evitar su muerte.

Llegado el momento de ejecutar el envenenamiento, el joven, sin ser visto, echó la sustancia venenosa en la comida del papa, que haría efecto mortales a los pocos minutos. Pero como medida precautoria, fue obligado por la seguridad papal a ingerir primero la comida que debía degustar el pontífice. Al no ocurrir nada en los primeros minutos, Alejandro VI comió confiado en lo servido y al rato desplomó el rostro sobre el plato. Igual destino tuvo el clérigo, quien en medio de una vigilancia a su persona no tuvo la oportunidad de tragar el antídoto recomendado.

Vean la serie, pues en esta se muestran astucias y escamoteo que suelen darse entre las élites cardenalicias cuando proceden a elegir un nuevo jefe. Un papa gobierna rodeado de adversarios codiciosos purpurados que velan por sus propios intereses. Francisco I vivió ese episodio.

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