Administración Biden debe mejorar relación con Cuba
Normalizar las relaciones con sus aliados y con sus adversarios y Cuba
Por Raúl Menchaca
LA HABANA, (Xinhua) — La Administración de Joe Biden deberá avanzar hacia un mejoramiento de las relaciones con Cuba, muy deterioradas por Donald Trump, consideró este miércoles el politólogo cubano Luis René Fernández.
«El objetivo del gobierno de Biden es tratar de normalizar las relaciones con sus aliados y con sus adversarios y Cuba es una pieza en ese sentido, por lo que debe esperarse un cierto retorno, una revisión de esas políticas extremas llevadas a cabo por la Administración Trump«, estimó Fernández.
El académico del habanero del Centro de Investigaciones de la Economía Internacional recordó que durante el gobierno del presidente saliente se recrudeció «hasta niveles nunca vistos» el bloqueo que desde hace más de medio siglo aplica Estados Unidos contra la isla.
«Las medidas han sido de todo tipo y han ido más lejos que ninguna otra Administración precedente, incluso en muchos aspectos como la aplicación del Título III de la Helms-Burton, que todos los presidentes anteriores lo dejaron sin efecto», agregó el también profesor titular de la Universidad de La Habana.
Ley Helms-Burton
Aprobada en 1996, la ley Helms-Burton, en especial con su Título III, permite a los ciudadanos estadounidenses demandar en tribunales de Estados Unidos a compañías o personas de terceros países que usen bienes confiscados por el gobierno cubano a ciudadanos o empresas norteamericanas, después del triunfo de la revolución liderada por Fidel Castro en 1959.
«Hasta el último minuto Trump ha estado tomando decisiones como la más reciente de incluir injustamente a Cuba en una Lista de Países Patrocinadores del terrorismo», añadió el analista.
El Departamento de Estado anunció el pasado día 11 que devolvía a la isla a ese listado, del que había sido eliminada en 2015 por el gobierno de Barack Obama, después de tres décadas de inclusión.
Para Fernández no escapa la paradoja de que todo ese arsenal de medidas, que ronda las 200 sanciones, fuera aplicado por Washington sin romper las relaciones diplomáticas bilaterales que se restablecieron en julio de 2015.
Política hacia Cuba
Sin embargo, Estados Unidos prácticamente cerró su embajada en La Habana con el alegato, sin presentar pruebas, de que habían ocurrido ataques sónicos contra sus diplomáticos, agresión que el gobierno cubano rechaza.
«Es correcto pensar que la nueva Administración debe llevar adelante una política hacia Cuba que, respecto a la actual, debe mejorar y moverse en la dirección de lo que se tuvo con Obama», afirmó el politólogo, quien posee un doctorado en Ciencias Económicas.
No obstante, Fernández consideró que el punto de partida será diferente, porque el nuevo gobierno tiene que enfrentar problemas económicos, sanitarios, políticos, e incluso la posibilidad de un conflicto interno.
«También tiene que solucionar los problemas en las relaciones internacionales, incluso con sus aliados y con organizaciones internacionales muy importantes en este momento como la Organización Mundial de la Salud o el Acuerdo de París sobre Cambio Climático», detalló el politólogo.
Administración Obama
Sin embargo, el analista espera que los centros de pensamiento y los asesores que funcionaron cerca o trabajaron para la Administración Obama y que ahora están junto a Biden, «de algún modo comiencen un proceso de revisión y exista un retorno para tratar de nuevo de mantener algún tipo de relaciones».
Varios directivos de política exterior de Biden, como Antony Blinken, nominado para secretario de Estado, y Alejandro Mayorkas, propuesto como secretario de Seguridad Nacional, participaron en las negociaciones con Cuba durante el segundo mandato de Obama.
Para Fernández, un eventual proceso de mejoramiento de las relaciones con Cuba tendría que superar todos los obstáculos que deja la Administración Trump.
«No va a ser rápido, ni inmediato, pero podría haber un cierto escalonamiento de los pasos, desde las cosas más elementales como los contactos diplomáticos o restablecer cierta vitalidad a la embajada en La Habana», añadió.
