Corea del Sur: investigan accidente aéreo con 179 muertos

SEUL.-Un avión comercial procedente de Tailandia se estrelló al intentar aterrizar en el aeropuerto Mauán, en Corea del Sur, causando la muerte de 179 personas. Se trata de la mayor catástrofe en la historia de la aviación civil surcoreana.

Las autoridades investigan las posibles causas, que podrían estar vinculadas a un fallo en el tren de aterrizaje tras el impacto con aves. Mientras prosiguen las labores de rescate e identificación de las víctimas, miles de pasajeros han cancelado sus vuelos con la aerolínea implicada, Jeju Air, por temor a nuevos incidentes.

Investigación en curso y labores de rescate


Las autoridades surcoreanas han desplegado equipos especializados para esclarecer los motivos del accidente, ocurrido la pasada jornada cuando la aeronave —un Boeing 737-800— se aproximaba a la pista con un supuesto problema en el tren de aterrizaje.

Según fuentes oficiales, el avión chocó contra un muro en uno de los límites de la pista, generando una explosión que impidió evacuar a la mayoría de los pasajeros. El accidente se produjo a alta velocidad y provocó un incendio que, según testigos, se propagó en pocos segundos por el fuselaje.

La rápida intervención de los bomberos y personal de emergencia logró controlar las llamas, pero las labores de rescate se han visto complicadas por la magnitud del impacto. El siniestro dejó 179 fallecidos y varios heridos en estado crítico. Hasta el momento, se han identificado 141 cuerpos, mientras que los restantes se someten a pruebas de ADN para confirmar su identidad.

Cancelaciones masivas y temor en los aeropuertos


Jeju Air, la aerolínea propietaria del avión siniestrado, ha enfrentado más de 67.700 cancelaciones de pasajeros que tenían boletos reservados para los próximos días. Este gran número de renuncias refleja el nerviosismo generalizado de los viajeros, que exigen mayor transparencia en las investigaciones y garantías de seguridad antes de retomar la normalidad de los vuelos.

La alarma aumentó horas después del accidente, cuando un segundo avión de la misma compañía y modelo —también un Boeing 737-800— registró un problema en el tren de aterrizaje. El piloto de esa aeronave decidió regresar de inmediato al Aeropuerto Internacional de Gimpo para someter el aparato a una revisión técnica. Este nuevo incidente ha incrementado la incertidumbre entre los usuarios de dicha aerolínea y de otras compañías que operan el mismo modelo.

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Familiares de las víctimas y reclamos al Gobierno de Corea del Sur


Los familiares de las víctimas exigen que los cuerpos sean devueltos lo antes posible y han pedido una investigación exhaustiva que aclare si hubo fallos en los protocolos de seguridad de la aerolínea o en el diseño del aeropuerto.

“Hay niños que se han quedado sin padres y necesitan ayuda urgente”, declaró el portavoz de los allegados, Par Hansin. Señaló además que algunos procedimientos de la aerolínea podrían haberse relajado en las últimas semanas debido al incremento de la demanda turística, un factor que, según sostienen, debió ser controlado por las autoridades competentes.

Por su parte, el Gobierno surcoreano se ha comprometido a velar por la asistencia psicológica y financiera de los afectados. El Ministerio de Transporte informó que se destinarán recursos para ayudar a las familias en los trámites de identificación, repatriación (para el caso de turistas extranjeros) y posibles indemnizaciones a los heridos y a los deudos.

Modelo Boeing 737-800 bajo la lupa


El Boeing 737-800 es parte de la familia de aviones más vendidos del mundo y ampliamente utilizado por aerolíneas de bajo coste. Se trata de la tercera generación del 737, reconocida por su eficiencia de combustible y alcance medio. Sin embargo, este modelo ha enfrentado cuestionamientos en años recientes por incidentes vinculados a problemas de mantenimiento y fallas puntuales en sensores o trenes de aterrizaje.

Aunque el fabricante Boeing no ha emitido aún un comunicado oficial sobre la tragedia de Corea del Sur, se espera que expertos de la casa matriz colaboren con las pesquisas locales. Los investigadores buscan determinar si el impacto con aves pudo desactivar o dañar componentes críticos, como el mecanismo de accionamiento del tren de aterrizaje o los sistemas de frenado automático. Además, se estudia por qué los pilotos habrían decidido intentar el aterrizaje pese a tener indicios de una avería seria en esa zona del aparato.

Diseño del aeropuerto y posibles factores de riesgo


El accidente en el Aeropuerto Mauán pone de relieve la necesidad de revisar la ubicación de infraestructuras en las áreas de escape, como muros o antenas, que podrían agravar las consecuencias de un aterrizaje de emergencia. Las primeras hipótesis apuntan a la presencia de una construcción sólida con una antena cerca de la cabecera de la pista; esto habría dejado al avión sin espacio suficiente para maniobrar o, en su defecto, abortar con seguridad el aterrizaje.

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Además, Mauán se ubica en una región conocida por sus humedales y reservas naturales, lo que aumenta el tránsito de aves. Expertos en fauna silvestre y control de fauna aeroportuaria señalan que, en ciertas temporadas, la afluencia de aves migratorias crece de manera significativa, incrementando el riesgo de bird strikes (choques con pájaros). Este factor podría desempeñar un papel relevante en el origen del siniestro.

Revisión de todos los Boeing 737-800 en Corea del Sur


El jefe de la Aviación Civil de Corea del Sur confirmó la intención de supervisar de forma urgente el centenar de Boeing 737-800 que actualmente operan en diferentes aerolíneas del país, incluida Jeju Air. “No podemos permitirnos otra tragedia de esta magnitud”, dijo en rueda de prensa.

Este proceso implicará inspecciones técnicas rigurosas, con especial atención al tren de aterrizaje, sistemas de frenado y mecanismos de seguridad. Aunque por el momento no se ha decretado la suspensión generalizada de vuelos de este modelo, algunos sectores de la opinión pública presionan para que se detenga su operación hasta contar con conclusiones definitivas.

Responsabilidad corporativa y regulaciones


El siniestro también ha despertado interrogantes sobre la regulación de la aviación civil y la supervisión estatal de las aerolíneas de bajo coste, particularmente en lo referente a los ciclos de mantenimiento y la formación de las tripulaciones. Corea del Sur, como referente tecnológico y económico en Asia, cuenta con estándares generalmente altos de seguridad operacional. No obstante, la competencia feroz en el mercado aeronáutico y la búsqueda de tarifas más económicas podrían influir en las políticas internas de algunas compañías.

Jeju Air, por su parte, ha reiterado que mantiene protocolos de seguridad certificados y que el mantenimiento de sus aeronaves se lleva a cabo siguiendo las normas internacionales. Sin embargo, el suceso del segundo avión, que debió retornar por un fallo en el tren de aterrizaje, ha cuestionado la efectividad de sus revisiones técnicas. La aerolínea ha anunciado su cooperación total con las autoridades para esclarecer los hechos y ha lamentado profundamente la pérdida de vidas humanas.

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Impacto emocional y social


Más allá de las cifras oficiales, el accidente ha conmocionado a la población surcoreana. El país se encuentra de luto y las redes sociales se han inundado de mensajes de solidaridad, tanto para los familiares de los fallecidos como para los sobrevivientes y rescatistas que han vivido escenas dramáticas en el aeropuerto. La prensa local destaca la necesidad de brindar asistencia psicológica a los familiares y a los equipos de rescate, quienes han enfrentado una situación extremadamente traumática al toparse con las consecuencias de un desastre de esta magnitud.

En paralelo, varios organismos humanitarios han comenzado campañas de recaudación de fondos para asistir a las familias afectadas, especialmente a los menores que han perdido a sus padres en el siniestro. “Se trata no solo de reconstruir vidas, sino de proveer un apoyo emocional sólido que ayude a superar la pérdida”, señalan portavoces de las organizaciones locales.

Perspectivas futuras


Aunque aún es pronto para establecer conclusiones, las investigaciones podrían derivar en cambios significativos en la industria de la aviación de Corea del Sur. Entre las posibles medidas se incluye la reestructuración de protocolos de emergencia en aeropuertos con alta concentración de aves, la modernización de radares de control de fauna y la adopción de sistemas más avanzados en los trenes de aterrizaje de los aviones.

Las autoridades también planean mejoras en la comunicación entre pilotos y torres de control, garantizando que los tripulantes reciban información inmediata y precisa sobre cualquier anomalía detectada, desde condiciones meteorológicas adversas hasta posibles impactos con aves. La tragedia ha puesto de relieve lo rápido que puede escalar un problema aparentemente puntual, como un bird strike, hasta convertirse en un siniestro mayor si las decisiones se toman en cuestión de segundos y con información incompleta.

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