Acuerdo RD–EE.UU.: soberanía, geopolítica y repercusiones internas

Acuerdo RD–EE.UU.: soberanía, geopolítica y repercusiones internas

Un acuerdo que reabre el debate sobre la soberanía dominicana

Santo Domingo.-La reciente firma del acuerdo temporal entre República Dominicana y Estados Unidos para permitir el uso de áreas restringidas en la Base Aérea de San Isidro y el Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA) ha reactivado un debate que parecía dormido: ¿hasta dónde llega la soberanía dominicana en un mundo donde las potencias redefinen sus estrategias de control regional? La politóloga Rosario Espinal, en una extensa entrevista, calificó la medida como parte de un patrón histórico: “este es el patio de Estados Unidos”.

Este análisis promete desmontar ese acuerdo más allá de los comunicados oficiales, conectándolo con la geopolítica continental, la situación política interna y los riesgos de transparencia institucional. El lector encontrará aquí una mirada profunda, contextualizada y basada en datos verificables para comprender qué implica realmente este pacto y cómo podría impactar el rumbo de la República Dominicana.

En un momento de tensiones económicas, presiones políticas y una región marcada por intereses cruzados, evaluar este acuerdo no es solo pertinente: es imprescindible para entender el lugar del país en el tablero internacional.

¿En qué consiste el acuerdo temporal entre República Dominicana y Estados Unidos?

Uso de áreas restringidas en San Isidro y AILA

El acuerdo, presentado como “temporal”, autoriza a los militares estadounidenses a utilizar espacios específicos dentro de la Base Aérea de San Isidro y el AILA. Según la información divulgada oficialmente, su propósito es apoyar operaciones aéreas de reabastecimiento, tránsito de equipos y asistencia técnica a aeronaves vinculadas a misiones contra el narcotráfico en la región.

Operaciones: reabastecimiento, traslado de equipos y asistencia técnica

Este tipo de cooperación no es nueva entre ambos países, pero la novedad radica en la ubicación y el momento geopolítico en que ocurre. Las operaciones incluyen:

  • Repostaje de aeronaves del Comando Sur de EE.UU.
  • Traslado temporal de personal militar especializado.
  • Mantenimiento técnico de aeronaves en tránsito.
  • Coordinación logística con autoridades dominicanas.

Sin los documentos oficiales publicados, la ciudadanía desconoce aún el período exacto del acuerdo, las limitaciones operativas y los protocolos de supervisión.

Antecedentes de acuerdos similares (1995, 2003, 2015)

La cooperación militar RD–EE.UU. tiene un largo historial. Existen acuerdos firmados en 1995 y 2003, y un precedente similar en 2015, cuando el presidente Danilo Medina remitió una solicitud al Tribunal Constitucional para validar un permiso militar. Ese paso no se ha visto en esta ocasión, lo que alimenta el cuestionamiento sobre la legalidad y los controles constitucionales del pacto actual.

Contexto geopolítico: el “patio trasero” y el neoimperialismo

La visión de Rosario Espinal sobre el control regional de EE.UU.

Para Espinal, la presencia militar estadounidense debe interpretarse dentro de una etapa que define como neoimperialismo, donde EE.UU. reafirma su autoridad hemisférica frente a desafíos geopolíticos, económicos y militares. Su tesis es clara: la medida envía un mensaje inequívoco de control regional y reposicionamiento estratégico.

Paralelos históricos con la política estadounidense en el Caribe

La comparación histórica es inevitable. Al final del siglo XIX y principios del XX, Estados Unidos ocupó o intervino en Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Haití y Nicaragua. Hoy, según analistas, este patrón se reconfigura con métodos más sofisticados pero con objetivos similares: garantizar influencia política, estabilidad estratégica y control de rutas claves en el Caribe.

Poder blando vs. poder duro: la estrategia actual de Washington

Estados Unidos alterna entre el poder blando (cooperación, apoyo financiero, diplomacia) y el poder duro (intervenciones militares, presencia estratégica). Según Espinal, el acuerdo actual encaja en este juego híbrido que busca mantener dominio territorial sin recurrir abiertamente a métodos coercitivos.

Soberanía dominicana: ¿violación, subordinación o cooperación estratégica?

El debate constitucional: Congreso, control previo y Tribunal Constitucional

La Constitución dominicana exige que los “tratados internacionales” pasen por el Congreso o el Tribunal Constitucional, según su naturaleza. En este caso, el Gobierno ha sostenido que se trata solo de un “acuerdo operativo”, lo que lo exceptuaría de estos filtros. Sin embargo, juristas y académicos cuestionan este argumento y demandan claridad legal.

Transparencia y necesidad de publicar el acuerdo completo

El Gobierno aún no ha divulgado el documento firmado. Para Espinal, esta falta de transparencia alimenta interpretaciones alternativas y deteriora la confianza pública. Un acuerdo de esta naturaleza requiere no solo legalidad, sino también legitimidad social.

Nacionalismo selectivo: el uso político del término “soberanía”

La politóloga señala un fenómeno recurrente: el nacionalismo se invoca con fuerza en temas fronterizos, especialmente respecto a Haití, pero se atenúa cuando entra en juego Estados Unidos. Esta “soberanía selectiva” revela cómo el discurso político se acomoda según el adversario.

¿Narcotráfico o geopolítica? El verdadero objetivo del acuerdo

El narcotráfico como argumento oficial

Estados Unidos afirma que el Caribe es una ruta clave para el tráfico de drogas hacia Norteamérica. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) confirma que cerca del 9% de toda la cocaína mundial transita por el Caribe. Este dato sustenta operativos coordinados entre fuerzas locales y estadounidenses.

La tesis geopolítica: Venezuela en el centro del tablero

Sin embargo, Espinal advierte que el narcotráfico suele ser la “razón dada”, no la real. La reposición estratégica de EE.UU. en el Caribe coincide con el endurecimiento de su política hacia el gobierno de Nicolás Maduro. Muchos analistas sugieren que el acuerdo consolida un cerco geopolítico alrededor de Venezuela.

Mercado de drogas, adicción y límites reales de la persecución militar

La politóloga enfatiza un punto ignorado en los discursos oficiales: mientras Estados Unidos mantenga más de 6 millones de consumidores de opioides (según datos de los CDC, 2024), la demanda sostendrá el mercado. Erradicar el narcotráfico mediante interdicción militar es, en palabras de Espinal, “una ficción”.

Venezuela y RD: relaciones tensas, intereses cruzados

Apoyo histórico de RD a la oposición venezolana

República Dominicana ha apoyado a la oposición venezolana desde hace años, distanciándose del gobierno de Maduro. Esto ha generado tensiones públicas y acusaciones cruzadas entre ambos países.

El rol de Estados Unidos y la presión sobre Maduro

La política estadounidense hacia Venezuela ha sido clara: asfixiar políticamente al régimen y promover una transición. La República Dominicana queda alineada dentro de este marco, voluntaria o estratégicamente.

Riesgos de un cambio abrupto de régimen en Venezuela

Espinal advierte que incluso si Maduro cayera, “el día después sería caótico”. Venezuela no solo tiene una élite política consolidada, sino también una nueva clase económica nacida del chavismo, lo que complica cualquier transición.

Impacto interno: economía, política y tensiones rumbo al 2028

Desaceleración económica, inflación acumulada y tasas altas

La República Dominicana enfrenta su crecimiento más bajo desde 2004, con una expansión cercana al 2% en 2024 (Banco Central). Este escenario, sumado a tasas de interés elevadas y una inflación acumulada que erosiona el poder de compra, limita el margen del Gobierno.

El PRM ante su prueba más difícil: la sucesión interna

El PRM se acercará en 2027–2028 a una prueba histórica: elegir un sucesor de manera pacífica. Ningún partido dominicano ha superado esta transición sin fracturas. Las tensiones internas podrían reconfigurar el panorama electoral.

Corrupción, narcoescándalos y el desgaste del discurso oficial

La bandera anticorrupción que llevó al PRM al poder enfrenta desgaste por escándalos recientes vinculados a funcionarios y legisladores. La “ventana de salida” —como la describe Espinal— suele ser propicia para que surjan denuncias e investigaciones.

Oposición dividida: PLD vs. Fuerza del Pueblo

Dos carriles de un mismo peledeísmo

La oposición sigue dividida entre el PLD y la Fuerza del Pueblo, dos partidos que comparten historia, liderazgo y base electoral. Esta competencia interna dificulta consolidar una alternativa clara al Gobierno.

Búsqueda de capitalizar el desgaste del gobierno

Ambos partidos esperan beneficiarse del desgaste del PRM, pero su división diluye la fuerza de sus mensajes y su capacidad de movilización.

Perspectivas para el ciclo electoral 2026–2028

De seguir la tendencia, una reunificación no es descartable. La tradición dominicana empuja hacia el bipartidismo, y el peledeísmo —dividido o no— podría reencontrarse antes de las elecciones.

Perspectiva Local: implicaciones para la seguridad y política exterior dominicana

Relación con Haití y seguridad fronteriza

El acuerdo RD–EE.UU. se produce en medio de la crisis haitiana más profunda de los últimos 20 años. La mayor presencia estadounidense en el Caribe podría influir en la estabilidad fronteriza y en los esfuerzos internacionales para contener el caos en Haití.

Percepción ciudadana sobre presencia militar extranjera

La aceptación social es dividida. Sectores ven el acuerdo como una amenaza a la soberanía; otros como una fuerza de contención ante amenazas regionales.

Impacto en la diplomacia regional del Caribe

La República Dominicana podría reforzar su rol como aliado estratégico de EE.UU. en el Caribe, pero a costa de tensiones con países como Venezuela y sectores políticos locales.

Análisis Experto: datos y referencias clave para comprender el acuerdo

Historial de cooperación militar RD–EE.UU. en la región

República Dominicana participa desde los años 90 en programas de entrenamiento, interdicción marítima y ejercicios conjuntos auspiciados por el Comando Sur.

Estadísticas del narcotráfico en el Caribe y rutas actuales

Datos recientes del Departamento de Estado señalan que el 14% de la cocaína incautada en 2023 fue interceptada en rutas caribeñas, demostrando su importancia estratégica.

Evaluación del riesgo geopolítico 2025–2030

El Caribe se perfila como un corredor de disputa entre Estados Unidos, China y potencias regionales. La alineación dominicana con Washington tendrá consecuencias a mediano plazo.

El acuerdo RD–EE.UU., la soberanía y el futuro político dominicano

Acuerdo RD–EE.UU.: soberanía, geopolítica y repercusiones internas

El acuerdo firmado entre República Dominicana y Estados Unidos es más que un operativo contra el narcotráfico: es una pieza dentro de un tablero geopolítico mayor. Sus implicaciones abarcan la soberanía, la política interna, la diplomacia regional y el equilibrio de poderes en un Caribe convulso. Como insiste Rosario Espinal, la transparencia es esencial. El país debe conocer los límites, alcances y duración del pacto.

De cara al 2028, este acuerdo podría influir en la estabilidad política, el debate soberanista y la correlación de fuerzas en la región. La ciudadanía merece claridad, y el Gobierno tiene la responsabilidad de proporcionarla.

CTA: Mantente informado y participa del debate público sobre este acuerdo: la soberanía se fortalece con ciudadanos conscientes y gobiernos transparentes.

Preguntas Frecuentes (FAQ)

¿Es este acuerdo una violación a la soberanía de la República Dominicana?

No necesariamente, pero su impacto depende de los términos exactos. Sin transparencia, es imposible evaluar si limita la autoridad nacional.

¿Debe el acuerdo RD–EE.UU. pasar por el Congreso o el Tribunal Constitucional?

Sí, si se considera un tratado internacional. Si es estrictamente operativo, podría no requerirlo. La falta de publicación impide determinarlo.

¿El objetivo real del acuerdo es combatir el narcotráfico o presionar a Venezuela?

Ambos elementos influyen. El narcotráfico es la razón oficial, pero el contexto revela un interés geopolítico mayor hacia Venezuela.

¿Cómo impactará este acuerdo en la política dominicana rumbo al 2028?

Puede aumentar tensiones internas, presionar al Gobierno y ofrecer oportunidades narrativas a la oposición en temas de soberanía y transparencia.

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