Economía dominicana: debilitamiento por deuda y falta de obras
Un país que crece menos y se endeuda más
Santiago, 20 de noviembre (Noticia.do).-La economía de la República Dominicana, tradicionalmente reconocida por su dinamismo y su capacidad para mantener un crecimiento sostenido de alrededor del 5%, atraviesa un momento de tensión estructural.
En un contexto de bajo crecimiento, aumento del endeudamiento y obras públicas inconclusas, múltiples voces expertas —incluyendo la del economista y dirigente político Daniel Toribio— advierten que la situación actual presenta señales de alerta que no pueden ser ignoradas.
El país enfrenta tasas de interés elevadas, una productividad interna debilitada y un uso del endeudamiento que, lejos de impulsar el desarrollo, se orienta hacia gastos corrientes sin retorno productivo.
En esta investigación periodística, se analiza a profundidad qué está fallando, por qué, y cómo esta combinación de factores está impactando el bienestar económico nacional. El lector obtendrá un panorama completo, con cifras, contexto histórico, opiniones expertas y una perspectiva local desde la República Dominicana.
Comprender estos elementos es clave para interpretar el discurso oficial, evaluar los riesgos reales de la economía y visualizar las reformas necesarias para retomar la senda del crecimiento sostenible.
¿Qué está pasando en la economía dominicana?
Crecimiento por debajo del promedio histórico
El país pasó de crecer en torno al 5% anual a un ritmo estimado entre 2% y 2.5% en 2024, según cálculos que contraponen estimaciones oficiales con análisis independientes. Este descenso no es coyuntural: después del rebote económico de 2021 tras la pandemia, la economía ha mostrado un comportamiento irregular, marcado por revisiones sucesivas a la baja.
De acuerdo con datos del Banco Central, las proyecciones de crecimiento se redujeron en ocho ocasiones durante el año. Esta variabilidad evidencia que la economía enfrenta limitaciones internas que no están siendo compensadas por los sectores tradicionales de dinamismo económico.
En comparación con Centroamérica, donde países como Guatemala, Costa Rica y Panamá presentan crecimientos superiores, República Dominicana se ubica entre los de peor desempeño regional.
Altas tasas de interés y su impacto en la inversión
Las tasas de interés elevadas reducen la capacidad de inversión tanto de consumidores como de empresarios. Las pequeñas y medianas empresas, principales generadoras de empleo, enfrentan altos costos financieros que dificultan su expansión. Asimismo, quienes buscan financiar viviendas encuentran barreras que limitan el acceso y encarecen los proyectos de construcción.
El sector construcción, históricamente un motor económico, se encuentra en cifras negativas: enero-octubre reportó una caída de alrededor del 2%, lo que evidencia la contracción del sector. Esta caída tiene un efecto multiplicador en actividades vinculadas como ferreterías, transporte de materiales y mano de obra.
Cuando las tasas de interés permanecen altas durante períodos prolongados, disminuye el incentivo para invertir y aumenta la preferencia por instrumentos financieros pasivos, frenando el crecimiento general.
Endeudamiento sin retorno productivo
El endeudamiento público no es, en sí mismo, un problema. Países desarrollados y emergentes utilizan deuda para impulsar el desarrollo. Sin embargo, el problema surge cuando los recursos captados no se destinan a proyectos que generen valor a largo plazo.
En República Dominicana, una proporción significativa del endeudamiento reciente se ha dirigido al gasto corriente: publicidad, contrataciones temporales, salarios políticos y gastos administrativos. Esto contrasta con inversiones productivas como presas, carreteras o infraestructura logística, que generan retorno económico.
El economista Daniel Toribio explica esta diferencia utilizando el ejemplo de un viaje a Las Vegas financiado con tarjeta de crédito: es un gasto inmediato que deja una deuda prolongada, sin retorno. En contraste, invertir en una vivienda genera plusvalía futura. Lo mismo ocurre con el endeudamiento estatal.
El gasto público: de la inversión al gasto corriente
Cómo el endeudamiento se vuelve improductivo
Cuando los recursos no se destinan a proyectos que aumenten la capacidad productiva del país, la deuda se vuelve una carga. Actualmente, cerca del 28% de los ingresos del Gobierno se destina al pago de intereses, reduciendo el margen fiscal para programas sociales, educación, salud e infraestructura.
Este nivel de compromiso limita la capacidad del Estado para responder a emergencias, ejecutar reformas o financiar proyectos estratégicos. A medida que los pagos de intereses aumentan, la presión sobre la recaudación tributaria se intensifica.
La sostenibilidad de la deuda depende de la capacidad de pago; si esta se deteriora, aumentan los riesgos fiscales y la probabilidad de ajustes forzados.
Obras públicas inconclusas o mal ejecutadas
Varias obras emblemáticas han presentado fallas serias: la circunvalación de Baní con detalles de construcción cuestionados; el acueducto de Jaina, inaugurado sin lograr suministrar agua; el tanque de Consuelo, que colapsó tras su instalación; y el hospital de San Francisco de Macorís, concebido como ciudad hospitalaria y entregado incompleto.
Estas obras, en lugar de generar productividad, se convierten en costos adicionales debido a correcciones, reparaciones, retrasos y pérdida de confianza pública.
El deterioro de la infraestructura existente, como la autopista Duarte, refuerza esta percepción de ineficiencia, ya que se invierte de forma reiterada sin resultados duraderos.
Ejemplos emblemáticos: Baní, Haina, Consuelo, Duarte
Cada caso mencionado representa un síntoma del problema estructural: planificación deficiente, sobrecostos, fallas técnicas y debilidades en la supervisión estatal.
En Baní, la circunvalación se ha visto afectada por críticas sobre la calidad de los materiales y la ejecución. En Haina, el acueducto fue inaugurado sin que los hogares recibieran agua, lo que generó indignación local.
El caso del tanque de Consuelo, que explotó, se convirtió en símbolo de improvisación e inseguridad. Y la autopista Duarte ilustra un gasto interminable sin mejoras visibles.
Productividad y sectores clave en declive
La construcción en cifras negativas
Como se mencionó, la construcción registra un crecimiento negativo. Este hecho afecta el PIB, el empleo y la inversión extranjera, ya que este sector suele atraer capitales privados y dinamizar las economías locales.
El descenso se explica por altos costos financieros, menor acceso a créditos, encarecimiento de materiales y falta de proyectos públicos de impacto.
Sin una recuperación del sector construcción, la economía dominicana perderá uno de sus motores fundamentales.
Falta de competitividad interna
La productividad local se encuentra estancada debido a factores como infraestructura deficiente, costos elevados, burocracia y baja innovación tecnológica.
Mientras sectores como zonas francas y turismo dependen de factores externos, la economía interna muestra señales de agotamiento.
La falta de políticas de incentivo productivo agrava la brecha entre sector externo e interno.
Desconexión entre el discurso oficial y la realidad productiva
A pesar de los datos, el discurso gubernamental sostiene que la economía “nunca ha estado mejor”. Sin embargo, los factores internos muestran lo contrario: bajo crecimiento, estancamiento productivo y deterioro en sectores clave.
Expertos señalan que esta narrativa política genera ruido entre inversores y analistas económicos.
La percepción ciudadana, además, se aleja del discurso optimista, especialmente ante problemas cotidianos como apagones, inflación y deterioro de servicios.
El turismo y el sector externo: ¿real motor de crecimiento?
Turistas vs visitantes: cruceristas y su bajo impacto
El Gobierno reporta cifras récord de turismo, pero una parte corresponde a visitantes de cruceros, quienes no generan el mismo impacto económico que un turista tradicional.
Los cruceristas consumen menos, no ocupan hoteles y pasan menos tiempo en territorio dominicano.
Expertos advierten que contabilizarlos como turistas distorsiona el análisis real del sector.
Inversión turística frente al estancamiento interno
Mientras se invierte en proyectos turísticos en polos específicos, el resto de la economía muestra señales de debilidad interna.
La inversión inmobiliaria turística, aunque relevante, no compensa el bajo dinamismo de sectores productivos locales.
La desconexión territorial y sectorial crea desigualdades económicas regionales.
El rol de las remesas y zonas francas
Las remesas siguen siendo un soporte fundamental para la economía, manteniendo el consumo y la estabilidad social. En 2023, las remesas superaron los 10,000 millones de dólares, según cifras oficiales.
Las zonas francas mantienen estabilidad, pero enfrentan retos globales de competitividad.
Sin un fortalecimiento del mercado interno, estos sectores no podrán sostener por sí solos el crecimiento.
Reforma fiscal y sostenibilidad de la deuda
El peso del pago de intereses: 28% de los ingresos
La deuda pública consume casi una tercera parte de los ingresos del Estado, lo que restringe severamente la capacidad de inversión. Este porcentaje ha ido aumentando con los años, reflejando la mayor dependencia del endeudamiento.
A medida que la deuda crece, también lo hace el costo de refinanciarla.
Este problema no es exclusivo, pero en RD se agrava por el uso improductivo del endeudamiento reciente.
La necesidad de una reforma fiscal integral
Toribio y otros economistas coinciden en que es necesario impulsar una reforma fiscal que ordene los ingresos y el gasto.
Una reforma parcial o improvisada, como intentos recientes del Gobierno, no genera confianza.
La población exige que cualquier reforma incluya control del gasto, transparencia y eliminación de privilegios fiscales y pensiones especiales.
Capital político y viabilidad de las reformas
Los gobiernos suelen tener mayor margen para reformas estructurales al inicio de sus mandatos. Intentar aplicar reformas al final del ciclo político se vuelve inviable, tanto por desgaste como por resistencia ciudadana.
El manejo inadecuado del discurso público y la falta de consenso político complican aún más cualquier proceso de reforma.
La credibilidad económica depende en gran medida de decisiones oportunas y bien comunicadas.
Perspectiva local: desafíos estructurales en República Dominicana
El caso Pedernales: un polo turístico sin aeropuerto
El plan de desarrollo turístico de Pedernales se encuentra estancado por la falta de infraestructuras esenciales. Sin aeropuerto ni carretera terminada, la movilidad se convierte en un obstáculo que retrasa la llegada de grandes inversiones.
Viajar desde Santo Domingo a Pedernales puede tomar más de seis horas, dificultando la competitividad de la zona como destino turístico internacional.
Sin resolver estas limitaciones, el ambicioso proyecto turístico corre el riesgo de no materializar su potencial.
Infraestructura crítica sin terminar: Santiago, Santo Domingo, interior
El monorriel de Santiago, aún inconcluso, contrasta con el anuncio del Gobierno de construir un nuevo monorriel en Santo Domingo. Esta decisión genera preguntas sobre prioridades y coherencia en la planificación.
En la capital, múltiples obras viales siguen inconclusas, afectando la movilidad diaria y la productividad.
En provincias, carreteras, hospitales y obras hidráulicas presentan retrasos que afectan la calidad de vida de millones de dominicanos.
Impacto en comunidades y economías regionales
Las obras inconclusas afectan directamente a las comunidades, reduciendo su acceso a servicios básicos y oportunidades económicas.
Los costos logísticos aumentan cuando las carreteras están deterioradas o sin terminar, afectando la competitividad de productores agrícolas e industriales.
La desigualdad territorial se amplía cuando solo algunos polos reciben inversión prioritaria.
Análisis experto: señales de alerta y datos clave
Comparación con Centroamérica: RD en último lugar de crecimiento
En 2024, República Dominicana pasó de ser líder regional a ubicarse entre los países de menor crecimiento en Centroamérica. Esto representa un retroceso significativo frente a décadas de liderazgo económico regional.
Este dato es particularmente relevante porque el discurso oficial suele utilizar la comparación regional como referencia de éxito.
El descenso en la productividad interna es la causa principal de este cambio de posición.
Evaluaciones del FMI y el Banco Central
El informe más reciente del Fondo Monetario Internacional —cuyo contenido completo aún no ha sido publicado oficialmente— proyecta un crecimiento de alrededor del 3% para RD. Sin embargo, estas cifras han sido cuestionadas por analistas, que aseguran que no reflejan la situación interna real.
La falta de transparencia en la publicación del informe completo genera inquietud en sectores económicos.
La diferencia entre proyecciones oficiales y realidades observadas en el mercado es un signo claro de inconsistencias en las expectativas económicas.
La economía interna como principal talón de Aquiles
Si bien el sector externo (remesas, turismo, zonas francas) se mantiene relativamente estable, la economía interna muestra serios signos de debilidad. La baja productividad industrial, el estancamiento del empleo de calidad y la alta informalidad son elementos que frenan el crecimiento.
Los expertos coinciden en que una economía no puede sostenerse únicamente en el sector externo.
El deterioro del mercado interno explica la contradicción entre el discurso gubernamental y la experiencia cotidiana de la población.
La economía dominicana necesita rumbo y enfoque productivo

La economía dominicana atraviesa un momento decisivo. Altas tasas de interés, endeudamiento improductivo, obras sin terminar y debilidad interna han deteriorado su capacidad de crecimiento. Pese a los discursos optimistas, las cifras y la experiencia ciudadana apuntan a una realidad más compleja.
Para recuperar el dinamismo histórico, se requiere una estrategia que priorice inversiones productivas, obras públicas de calidad y una reforma fiscal integral con control del gasto.
Es momento de que el país avance hacia un modelo económico más sostenible, basado en productividad, transparencia y eficiencia, para garantizar un futuro estable y próspero.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Por qué la economía dominicana está creciendo menos?
Porque enfrenta debilidad interna, altos costos financieros, baja productividad y un uso del endeudamiento que no genera retorno económico.
¿Cómo afectan las altas tasas de interés a las empresas?
Encarecen los préstamos, reducen la inversión, afectan la construcción y limitan el crecimiento de pequeñas y medianas empresas.
¿Por qué el endeudamiento actual no genera beneficios?
Porque se utiliza para gasto corriente en lugar de financiar obras productivas que incrementen la capacidad económica del país.
¿Qué diferencia hay entre un turista y un visitante en las cifras oficiales?
El turista pernocta y genera mayor gasto; el visitante, como el crucerista, suele permanecer horas y tiene un impacto económico mucho menor.
