Violencia infantil República Dominicana: 62% de niños afectados
Violencia infantil afecta al 62% de la niñez
Santo Domingo, 14 de noviembre (Noticia.do).-La violencia infantil República Dominicana representa una de las crisis sociales más complejas y urgentes del país.
Con el 62% de las niñas y niños entre 1 y 14 años experimentando disciplina violenta en sus hogares, según la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (ENHOGAR-MICS 2019), la problemática supera las barreras de la política pública para convertirse en un desafío estructural que demanda respuestas integrales.
Este artículo proporciona un análisis exhaustivo de la situación actual, las causas profundas, el marco legal vigente, las estrategias de prevención implementadas por el CONANI y el GANA, y las acciones concretas que se requieren para proteger los derechos fundamentales de la infancia dominicana.
El lector obtendrá datos actualizados sobre las formas de violencia que afectan a la niñez, conocerá el papel que desempeñan las instituciones gubernamentales y académicas, y accederá a información práctica sobre programas de prevención, mecanismos de denuncia y recursos disponibles para familias y profesionales.
Además, exploraremos las perspectivas de expertos como la primera dama Raquel Arbaje, la presidenta del CONANI Ligia Pérez Peña, y destacados especialistas en medicina, psicología, derecho y sociología que participaron en el Panel Multisectorial de Prevención de la Violencia celebrado en Santo Domingo.
La intención es ofrecer un documento periodístico riguroso que sirva tanto para la toma de conciencia ciudadana como para la consulta de actores clave en la protección infantil: educadores, trabajadores sociales, profesionales de la salud, autoridades locales y familias interesadas en romper el ciclo intergeneracional de la violencia. Cada sección está diseñada para responder preguntas específicas y proveer herramientas accionables en el contexto dominicano.
Situación actual de la violencia infantil en República Dominicana
El panorama de la violencia infantil República Dominicana es alentador por la magnitud cuantitativa y cualitativa de los casos registrados. El CONANI, a través de su presidente ejecutivo, Ligia Pérez Peña, ha confirmado que la institución recibe anualmente cientos de casos de niños, niñas y adolescentes vulnerabilizados por diversas formas de violencia que comprometen su integridad física y emocional.
Estas cifras, lejos de ser meras estadísticas, representan vidas en riesgo y derechos fundamentales violados dentro del espacio que debería ser más seguro: el hogar.
La problemática se manifesta a través de múltiples manifestaciones: abusos físicos, abusos sexuales, conflictos familiares severos, abandono parental, negligencia familiar estructural, situación de calle, violencia intrafamiliar y explotación sexual comercial.
Cada uno de estos tipos de maltrato infantil responde a dinámicas sociales complejas que se reproducen en comunidades urbanas y rurales, afectando de manera desproporcionada a familias en condiciones de pobreza, escasa educación y redes de apoyo comunitario débiles.
El diagnóstico oficial revela que la violencia no es un fenómeno aislado, sino un problema sistémico que requiere intervenciones coordinadas. Las autoridades han identificado que el fortalecimiento familiar es el pilar esencial para asegurar el desarrollo integral de los menores, reconociendo que la familia es la primera garante de derechos.
Sin embargo, cuando esta unidad falla o se convierte en el escenario de abuso, el Estado debe intervenir con respuestas rápidas, efectivas y sostenibles.
Datos alarmantes: 62% de niños sufren disciplina violenta según ENHOGAR-MICS 2019
La Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (ENHOGAR-MICS 2019) constituye la fuente más autorizada para dimensionar la violencia infantil República Dominicana. Los datos son contundentes: el 62% de niñas y niños de entre 1 y 14 años ha experimentado algún tipo de disciplina violenta en el hogar.
Esta cifra coloca a la República Dominicana en una posición crítica respecto a los estándares internacionales de protección infantil, superando ampliamente los umbrales considerados admisibles por organismos como UNICEF y la Organización Panamericana de la Salud.
La disciplina violenta incluye golpes físicos con objetos, agresiones verbales humillantes, castigos psicológicos y privación de necesidades básicas como método de corrección.
Es importante destacar que estos porcentajes no reflejan solo la pobreza extrema; la violencia transversaliza clases sociales, niveles educativos y contextos geográficos, aunque con mayor intensidad en hogares con altos índices de estrés económico y social.
El CONANI ha utilizado estos datos para priorizar territorios de intervención urgente. Diez regiones del país han sido identificadas como prioritarias en función de la incidencia de casos reportados, con una concentración significativa en provincias del Gran Santo Domingo, Santiago, San Cristóbal y zonas fronterizas donde la vulnerabilidad se combina con escasa presencia institucional.
Formas de violencia identificadas por el CONANI
El CONANI categoriza la violencia infantil República Dominicana en tipologías específicas que permiten diseñar respuestas diferenciadas. Los abusos físicos representan la mayoría de los casos atendidos, seguidos por la negligencia familiar y el abandono. El abuso sexual infantil, aunque menos reportado por el estigma cultural, muestra una tendencia creciente preocupante, con víctimas en edades cada vez más tempranas.
La violencia intrafamiliar constituye otro eje crítico, donde niños y niñas son testigos o víctimas directas de agresiones entre padres, padrastros o convivientes. Esta exposición temprana a la violencia normaliza el uso de la fuerza como medio de resolución de conflictos, perpetuando ciclos intergeneracionales. La situación de calle y la explotación sexual comercial, aunque menos frecuentes, representan las manifestaciones más extremas de la vulnerabilidad infantil, donde los menores quedan completamente desprotegidos de cualquier figura de cuidado.
El CONANI ha implementado un sistema de registro y seguimiento que permite identificar patrones de reincidencia y zonas de alto riesgo, facilitando la intervención temprana de equipos multidisciplinarios conformados por psicólogos, trabajadores sociales, abogados y personal médico especializado.
Perfil de niñez vulnerabilizada en República Dominicana
El perfil de la niñez afectada por violencia infantil República Dominicana es diverso, pero presenta características recurrentes. La mayoría de los casos involucran niños y niñas entre 6 y 14 años, edad en la que las tensiones educativas y familiares se intensifican.
No obstante, el CONANI reporta un número creciente de casos de lactantes y preescolares víctimas de Shaken Baby Syndrome y otros traumas físicos por parte de cuidadores primarios incapacitados para manejar el estrés parental.
El género juega un rol diferenciado: las niñas son más vulnerables al abuso sexual y explotación comercial, mientras los niños experimentan mayor abuso físico y reclutamiento para actividades delictivas.
Los adolescentes enfrentan violencia específica relacionada con control parental excesivo, castigos por conductas asociadas a la autonomía juvenil y expulsión del hogar por embarazo adolescente o identidades no normativas.
La condición socioeconómica es un factor determinante: familias monoparentales lideradas por madres adolescentes, hogares con desempleo crónico, migración interna y escasa educación formal de los padres redundan en mayor riesgo. Sin embargo, como advierte la primera dama Raquel Arbaje, no hay un único punto para determinar el origen de la violencia, sino múltiples factores que inciden de manera simultánea.
Causas y factores de riesgo de la violencia infantil
Comprender las causas de la violencia infantil República Dominicana exige un enfoque multidimensional que trascienda las explicaciones individualistas.
El Dr. Luis Vergés, psicólogo clínico y experto en el tema, enfatiza que la violencia es un fenómeno que se reproduce en contextos de desigualdad social, ruptura de redes comunitarias y ausencia de modelos de crianza positiva. La transmisión intergeneracional de patrones violentos es particularmente fuerte en comunidades donde la agresión física fue normalizada como herramienta de disciplina durante décadas.
El estrés económico juega un papel catalítico. La incapacidad de proveer necesidades básicas, la inseguridad laboral y la precariedad habitacional generan frustraciones que se descargan sobre los miembros más vulnerables del hogar.
La socióloga Luisa Mateo Dicló, de la UASD, ha documentado cómo la violencia económica contra la mujer se correlaciona directamente con tasas más altas de maltrato infantil, creando ciclos de vulnerabilidad que afectan a toda la familia.
La ausencia de políticas públicas integrales de conciliación familiar y apoyo psicosocial a padres contribuye al problema.
Muchos progenitores carecen de herramientas emocionales para gestionar el estrés parental, disciplinar sin violencia y comunicarse efectivamente con sus hijos. Esta carencia se agrava en familias con antecedentes de trauma no resuelto, abuso de sustancias y violencia de pareja.
Factores socioeconómicos y culturales que inciden en el maltrato
La pobreza extrema y la desigualdad son terreno fértil para la violencia infantil República Dominicana. Las familias en situación de vulnerabilidad económica crónica experimentan niveles de estrés que comprometen su capacidad de crianza.
La falta de acceso a servicios de salud mental, educación de calidad y oportunidades de empleo digno crea un ambiente de frustración que se traduce en agresiones físicas y verbales hacia los menores.
Las normas culturales patriarcales y autoritarias perpetúan la violencia. La creencia popular de que “la letra con sangre entra” o que “los niños se hacen hombres a palo” normaliza el castigo físico como método educativo efectivo.
Esta cosmovisión, arraigada en generaciones anteriores, encuentra resistencia cuando se intenta implementar prácticas de crianza positiva que priorizan el diálogo, el respeto y el establecimiento de límites sin violencia.
La migración interna y la desintegración familiar también contribuyen. Muchos niños son criados por abuelos o parientes extensos mientras sus padres emigran en busca de mejores oportunidades. Esta fragmentación de la unidad familiar creza vínculos afectivos deteriorados y dificulta la supervisión y cuidado adecuado de los menores, aumentando su exposición a abusadores intra y extrafamiliares.
Violencia intrafamiliar y crianza violenta en el hogar
El hogar, lejos de ser un refugio seguro, se convierte en el escenario principal de violencia infantil República Dominicana. La violencia intrafamiliar genera un ambiente tóxico donde los niños aprenden que la agresión es una forma legítima de relación interpersonal.
Testigos de agresiones entre padres, estos menores presentan mayor riesgo de desarrollar trastornos de estrés postraumático, ansiedad, depresión y conductas externalizantes como la agresividad o el aislamiento social.
La crianza violenta se manifesta en múltiples formas: golpes con objetos, quemaduras, privación de alimentos, confinamiento, insultos humillantes y amenazas. La psicóloga Yira Vargas Caminero, de la UNIBE, ha documentado cómo estas prácticas alteran el desarrollo cerebral infantil, afectando la capacidad de aprendizaje, la memoria y la gestión emocional. Los efectos son duraderos y pueden perpetuar ciclos de violencia en la siguiente generación.
La pandemia de COVID-19 exacerbo esta problemática. El confinamiento prolongado, la pérdida de empleos y la suspensión de clases presenciales aumentaron el estrés familiar y redujeron los espacios seguros para los niños, como las escuelas y los programas comunitarios.
El CONANI reportó un incremento en denuncias durante y después del período de emergencia, evidenciando la fragilidad de los sistemas de protección ante crisis sistémicas.
Abandono, negligencia y situación de calle
El abandono infantil y la negligencia representan formas de violencia infantil República Dominicana que a menudo pasan desapercibidas. La negligencia incluye la falta de provisión de alimentación adecuada, atención médica, supervisión y educación.
En casos extremos, los padres abandonan físicamente a sus hijos, dejándoles en situación de calle o confiándoles a cuidadores informales sin seguimiento.
La situación de calle afecta a miles de niños y adolescentes en el país, particularmente en zonas urbanas de alta densidad. Estos menores enfrentan violencia policial, explotación laboral, abuso sexual y reclutamiento por redes delictivas.
El CONANI opera Hogares de Paso en varias provincias para atender casos urgentes, pero la capacidad es insuficiente ante la magnitud del problema. La directora Rosa Morillo ha alertado sobre la necesidad de ampliar esta red y fortalecer los mecanismos de reintegración familiar cuando sea viable y seguro.
La negligencia también se manifiesta en la falta de inscripción civil, privando a los niños de su identidad legal y acceso a servicios básicos. Aproximadamente 2% de la niñez dominicana carece de acta de nacimiento, fundamentalmente en comunidades rurales y en población de ascendencia haitiana, lo que las hace invisible para el sistema de protección y altamente vulnerables a la trata y explotación.
Marco legal de protección infantil República Dominicana
El marco legal de protección infantil República Dominicana es robusto en papel, pero presenta brechas significativas en implementación y fiscalización.
La Constitución de la República, en su artículo 56, reconoce a los niños, niñas y adolescentes como sujetos plenos de derechos, estableciendo que su interés superior debe primar en todas las decisiones judiciales y administrativas. Este principio constitucional es la piedra angular de todo el sistema de protección.
La Ley 136-03, Código para el Sistema de Protección y los Derechos Fundamentales de Niños, Niñas y Adolescentes, constituye el instrumento jurídico más completo para la protección infantil.
Su redacción actualizada, coordinada por la abogada Dilia Leticia Jorge Mera, incorpora estándares internacionales y define responsabilidades claras para el Estado, la familia y la sociedad. El código establece el Sistema Nacional de Protección Infantil, articulando competencias de CONANI, los tribunales para menores, la Policía y los servicios de salud.
Adicionalmente, la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), ratificada por el país en 1991, obliga al Estado dominicano a reportar periódicamente al Comité de la ONU sobre los avances y retrocesos en protección infantil. Los informes periódicos han señalado deficiencias en el presupuesto asignado, la capacitación de personal y la coordinación interinstitucional, áreas donde el gobierno actual busca mejorar a través del GANA.
Ley 136-03: código de protección de derechos fundamentales
La Ley 136-03 establece un sistema de alerta temprana y respuesta inmediata ante casos de violencia infantil República Dominicana. Define la violencia como toda acción u omisión que cause daño físico, psicológico o sexual, e instituye el Principio de No Discriminación, asegurando protección a toda la niñez sin distinción de origen, género, raza o condición socioeconómica.
El código crea la figura del Defensor de los Derechos del Niño y del Adolescente en cada provincia, con potestades de inspección, interposición de recursos legales y coordinación con el CONANI. También regula la modalidad de hogares de paso, centros de atención integral y programas de reintegración familiar, estableciendo estándares mínimos de calidad que deben cumplir todas las instituciones que atienden niños vulnerables.
La reciente reforma, liderada por la abogada Dilia Leticia Jorge Mera, incorporó elementos clave como el fortalecimiento de las sanciones contra la explotación sexual comercial, la regulación de contenidos digitales que afectan la integridad infantil y la creación de protocolos obligatorios para escuelas, hospitales y medios de comunicación ante sospechas de abuso.
Convención sobre los Derechos del Niño y Constitución dominicana
La CDN, adoptada por la República Dominicana hace más de tres décadas, establece cuatro pilares fundamentales: derecho a la sobrevivencia, desarrollo, protección y participación. La violencia infantil República Dominicana viola directamente estos principios, particularmente el derecho a la protección contra todo tipo de abuso y negligencia. El Estado está obligado a tomar “medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas” para proteger a los menores.
La Constitución de la República, reformada en 2010, incorporó de manera explícita la protección de los derechos infantiles, reconociendo que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad pero que el Estado debe intervenir cuando esta falla en su función protectora. El artículo 74 garantiza la educación gratuita y obligatoria, mientras el artículo 61 protege la salud como derecho fundamental, creando obligaciones estatales de prevención y atención.
La armonización entre la CDN, la Constitución y la Ley 136-03 debería garantizar una protección integral. Sin embargo, la brecha entre norma y realidad persiste, evidenciando la necesidad de fortalecer la cultura institucional, el presupuesto sectorial y la capacidad de respuesta oportuna del sistema de justicia.
Principio del interés superior del niño
El principio del interés superior del niño es la guía interpretativa de todo el marco legal de protección infantil República Dominicana. Este concepto jurídico obliga a jueces, funcionarios del CONANI, educadores y profesionales de la salud a que, en cada decisión, prioricen el bienestar integral del menor sobre cualquier otro interés, incluidos los de los padres o del Estado.
En la práctica, este principio se traduce en que la separación familiar solo se justifica cuando la permanencia del niño en su hogar representa un riesgo inminente. Las medidas de restitución familiar deben ir acompañadas de planes de acompañamiento psicosocial, seguimiento domiciliario y capacitación parental obligatoria. El CONANI ha desarrollado protocolos donde el interés superior se evalúa a través de entrevistas especializadas y valoraciones multidisciplinarias.
Las dificultades de aplicación surgen cuando hay conflictos entre derechos o cuando los recursos son insuficientes. Por ejemplo, la decisión de mantener a un niño con su familia de origen en una comunidad de alto riesgo debe balancearse con la disponibilidad de programas de fortalecimiento familiar efectivos y seguros. La revisión periódica de casos por parte de comités interinstitucionales busca garantizar que este principio no quede en mera declaración.
Prevención de la violencia infantil: estrategias del CONANI
La prevención de la violencia infantil República Dominicana exige un viraje desde la respuesta puntual hacia la intervención temprana y el fortalecimiento de factores protectores. El CONANI, en coordinación con el GANA, ha diseñado una estrategia cuatripartita que integra articulación interinstitucional, programas comunitarios, educación integral y empoderamiento de la niñez. Esta aproximación reconoce que la protección efectiva no es solo reactiva, sino fundamentalmente preventiva.
La directora ejecutiva Alexandra Santelises ha planteado que los próximos pasos incluyen la expansión de todos los programas de promoción de derechos, prácticas de crianza positiva, proyectos de vida, habilidades para la vida, educación sexual integral y animación sociocultural. Esta expansión está dirigida no solo a los menores, sino a las familias, comunidades y autoridades locales, reconociendo que la prevención es una responsabilidad compartida que requiere cambios estructurales en la cultura institucional y comunitaria.
El presupuesto asignado para estos programas ha incrementado un 40% en el último año fiscal, reflejando el compromiso del gobierno actual. Sin embargo, expertos independientes señalan que aún es insuficiente para cubrir las diez provincias priorizadas, mucho menos para una cobertura nacional efectiva. La sostenibilidad financiera y la medición de impacto son desafíos pendientes.
Fortalecimiento de la articulación interinstitucional GANA-CONANI
El Gabinete de Niñez y Adolescencia (GANA) ha transformado la coordinación gubernamental para la prevención de violencia infantil República Dominicana. Liderado por la primera dama Raquel Arbaje, GANA integra 13 instituciones gubernamentales, incluyendo el Ministerio de Salud, Educación, Interior, Trabajo y la Policía Nacional. Esta estructura permite decisiones conjuntas, compartir información sensible de manera segura y articular respuestas rápidas ante emergencias.
Las reuniones mensuales del GANA producen planes de acción interinstitucional con responsables claros y plazos definidos. Por ejemplo, ante un brote de casos en una comunidad específica, el GANA puede activar simultáneamente patrullajes de la Policía Preventiva, despiegue de brigadas de salud mental, raciones alimentarias del Programa de Comedores Económicos y talleres de crianza positiva por parte del CONANI.
La presidenta honorífica del GANA, Raquel Arbaje, enfatiza que “hemos comprobado que es posible lograr cambios reales” cuando los organismos trabajan en sinergia. Este enfoque ha permitido reducir tiempos de respuesta en casos críticos y evitar duplicación de esfuerzos, maximizando el impacto de recursos limitados.
Programas de promoción de derechos y prácticas de crianza positiva
Los programas de crianza positiva son la piedra angular de la prevención primaria. El CONANI, a través de sus centros territoriales y alianzas con ONGs, imparte talleres gratuitos donde padres y cuidadores aprenden técnicas de disciplina no violenta, comunicación asertiva y gestión emocional. Estos programas utilizan metodologías participativas, role playing y seguimiento domiciliario para asegurar la internalización de nuevas prácticas.
Los contenidos incluyen reconocimiento de emociones infantiles, establecimiento de rutinas y límites claros sin agresión, refuerzo positivo de conductas deseables y técnicas de timeout apropiadas al desarrollo del niño. Los facilitadores son profesionales con formación especializada en trauma infantil y terapia familiar. Las evaluaciones preliminares muestran reducciones del 35% en conductas agresivas parentales y mejoras significativas en el clima familiar.
El fortalecimiento familiar también incluye apoyo económico condicionado a la participación en estos programas. Las familias que completan los módulos reciben bonos alimentarios, kits de higiene y prioridad en programas de vivienda social. Esta estrategia reconoce que la pobreza es un factor de riesgo y que el apoyo material es condición necesaria para el cambio conductual sostenible.
Educación sexual integral y habilidades para la vida
La educación sexual integral (ESI) es un componente esencial para prevenir abusos sexuales y embarazos adolescentes. El CONANI ha desarrollado un currículo adaptado al contexto dominicano que se imparte en escuelas públicas, centros comunitarios y a través de plataformas digitales. La ESI cubre anatomía, consentimiento, relaciones saludables, prevención de ITS, planificación familiar y detección de situaciones de riesgo.
Las habilidades para la vida son módulos complementarios que enseñan a los adolescentes a tomar decisiones informadas, resolver conflictos pacíficamente, resistir presión de pares y desarrollar autoestima. Estos programas se implementan en clubes juveniles y espacios seguros en comunidades de alto riesgo, con liderazgo de jóvenes empoderados que actúan como pares educadores.
La evaluación de impacto de la ESI en territorios piloto demuestra reducciones del 23% en embarazos adolescentes y aumento del 45% en conocimientos sobre consentimiento y derechos sexuales. Además, los menores que participan reportan mayor capacidad para identificar y denunciar situaciones de abuso, rompiendo el silencio que tradicionalmente protege a los agresores.
Proyectos de vida y animación sociocultural para adolescentes
Los proyectos de vida son intervenciones psicosociales que ayudan a adolescentes en riesgo de deserción escolar, violencia o explotación a visualizar un futuro positivo y desarrollar planes concretos para alcanzar metas educativas y laborales. Los facilitadores trabajan individualmente y en grupos, identificando talentos, intereses y barreras personales. Los participantes acceden a tutorías, pasantías laborales y microbecas para emprendimientos juveniles.
La animación sociocultural implica la creación de espacios seguros donde jóvenes participan en artes, deportes, música y expresiones culturales como herramientas de prevención. Estas actividades fortalecen la resiliencia, fomentan la cohesión grupal y ofrecen alternativas al ocio inseguro. El CONANI ha establecido centros juveniles equipados con bibliotecas, estudios de grabación y campos deportivos en territorios prioritarios.
La participación en estos programas se correlaciona con reducciones significativas en conductas delictivas juveniles, aumento en la retención escolar y desarrollo de liderazgo comunitario. Adolescentes que participan se convierten en agentes de prevención primaria, educando a pares más jóvenes y movilizando a sus comunidades contra la violencia.
Instituciones clave en la respuesta: GANA, CONANI y especialistas
El sistema de protección infantil República Dominicana cuenta con instituciones especializadas cuya coordinación determina la efectividad de las respuestas. El CONANI es la autoridad rectora, con presencia territorial en todas las provincias, mientras el GANA proporciona la coordinación política de alto nivel. El Hospital Pediátrico Dr. Hugo Mendoza y los Hogares de Paso completan la red de atención directa a víctimas.
El panel multisectorial celebrado el 13 de noviembre de 2025 reunió a estos actores clave con académicos de la UASD, UNIBE y expertos en derecho y salud. Este tipo de espacios permite validar estrategias, compartir evidencias científicas y alinear criterios operativos. La periodista Edith Febles, como moderadora, facilitó un diálogo que integró perspectivas técnicas con voces comunitarias.
La participación de la Dra. Dhamelisse Then, directora del Hospital Pediátrico Dr. Hugo Mendoza, aportó la perspectiva médica sobre las secuelas físicas del maltrato, mientras que Rosa Morillo, directora de Hogares de Paso, compartió experiencias sobre los desafíos de la reintegración familiar. La socióloga Luisa Mateo Dicló contextualizó el fenómeno en las desigualdades estructurales, y la abogada Dilia Leticia Jorge Mera aclaró las implicaciones de la reforma legal.
Rol del Gabinete de Niñez y Adolescencia (GANA)
GANA opera como un comité de alto nivel que reporta directamente al presidente de la República. Su mandato incluye la formulación de políticas públicas transversales, el seguimiento a la implementación de programas y la movilización de recursos presupuestarios. La primera dama Raquel Arbaje ha liderado iniciativas emblemáticas como la campaña nacional “Cada Uno un Faro de Luz”, que busca sensibilizar a la sociedad sobre la responsabilidad compartida en la protección infantil.
Entre las funciones de GANA están la aprobación del Plan Nacional de Acción por la Niñez y Adolescencia, la coordinación de emergencias nacionales que afecten a menores (como huracanes o brotes epidémicos), y la promoción de alianzas con sector privado y cooperación internacional. GANA también monitorea el cumplimiento de compromisos internacionales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la infancia.
La efectividad de GANA se mide por indicadores como reducción en tasas de mortalidad infantil, aumento en cobertura educativa y disminución de casos de maltrato. Los informes semestrales muestran avances graduales pero sostenidos en áreas como vacunación y escolarización, aunque la reducción de la violencia intrafamiliar presenta tasas más lentas de cambio, evidenciando la complejidad de modificar patrones culturales arraigados.
Acciones ejecutivas del CONANI ante casos de violencia
El CONANI opera 24/7 a través de su línea gratuita de emergencia 1-2-3 y presencia física en oficinas provinciales. Ante una denuncia, se activa un protocolo de respuesta inmediata que incluye evaluación de riesgo, visita domiciliaria, examen médico forense si es necesario y, en casos críticos, medida de protección provisional que puede involucrar traslado a Hogares de Paso o custodia temporal con familiares extensos bajo supervisión.
El proceso de atención es multidisciplinario: trabajadores sociales evalúan el entorno familiar, psicólogos brindan terapia de trauma a la víctima, abogados representan los intereses del menor en tribunales y personal médico documenta lesiones y secuelas. Este enfoque integral busca que la niñez no revictimice durante el proceso de justicia y que reciba apoyo psicosocial continuo.
El CONANI también ejecuta medidas de restitución familiar cuando se considera seguro. Esto involucra terapia familiar, seguimiento domiciliario mensual durante al menos un año, y participación obligatoria en programas de crianza positiva. La decisión de restitución se revisa trimestralmente y puede revertirse si se detectan señales de recaída. La tasa de reincidencia en casos con seguimiento activo es menor al 15%, comparada con 40% en casos sin monitoreo.
Hospital Pediátrico Dr. Hugo Mendoza y atención médica El Hospital Pediátrico Dr. Hugo Mendoza, dirigido por la Dra. Dhamelisse Then, representa la línea de frente en detección y atención médica de violencia infantil República Dominicana.
Todo menor que ingresa con lesiones inusuales, quemaduras específicas o signos de desnutrición severa activa automáticamente el protocolo de sospecha de maltrato. Los pediatras están capacitados para realizar evaluaciones forenses y documentar evidencia médica que es crucial en procesos legales.
El hospital cuenta con una Unidad de Atención a Víctimas de Violencia Infantil equipada con profesionales de salud mental, trabajadores sociales y personal legal que acompaña a las familias desde el momento de la detección.
Esta unidad opera como puente con el CONANI, asegurando derivación inmediata y continuidad de cuidados. La Dra. Then ha implementado capacitaciones mensuales para todo el personal hospitalario sobre detección temprana de signos sutiles de abuso.
Además de la atención curativa, el hospital desarrolla programas de prevención primaria en comunidades aledañas, ofreciendo charlas sobre crianza segura, identificación de enfermedades que pueden ser confundidas con maltrato (como enfermedades óseas metabólicas) y promoción de la lactancia materna y nutrición adecuada. Esta aproximación preventiva ha reducido la incidencia de lesiones por maltrato en un 18% en su área de influencia directa.
Hogares de Paso del CONANI para casos de abandono
Los Hogares de Paso del CONANI son refugios temporales para menores en situación de alta vulnerabilidad. La directora Rosa Morillo explica que estos espacios están diseñados para ser el más parecido posible a un hogar familiar, con madres sustitutas capacitadas, rutinas estructuradas y acceso a educación y salud continua. La estancia promedio es de 3-6 meses, tiempo durante el cual se ejecutan planes de restitución o búsqueda de familia extensa idónea.
Los hogares operan bajo estándares internacionales de cuidado residencial alternativo, priorizando siempre la familia biológica o extensa sobre la institucionalización. Durante su estancia, los niños reciben terapia psicológica, apoyo escolar y participan en actividades recreativas que fortalecen su autoestima y habilidades sociales. La relación con la familia de origen se mantiene mediante visitas supervisadas cuando es seguro, preparando la transición.
Actualmente, el CONANI opera 12 Hogares de Paso a nivel nacional, con capacidad total para 250 niños. La cobertura es insuficiente, con listas de espera en provincias como San Pedro de Macorís y La Vega. La directora Morillo ha gestionado una ampliación presupuestaria para 2026 que permitirá abrir cuatro nuevos hogares y aumentar la capacidad existente en 30%, priorizando zonas fronterizas y comunidades bateyes donde la vulnerabilidad es crítica.
Acciones territoriales y próximos pasos
La prevención efectiva requiere intervención territorial focalizada. El CONANI y el GANA han identificado diez territorios prioritarios para el despliegue intensivo de programas: Santo Domingo Norte y Este, Santiago, San Cristóbal, San Pedro de Macorís, La Vega, Duarte, Puerto Plata, La Romana y la provincia de Independencia. La selección se basó en indicadores de incidencia de maltrato, tasas de deserción escolar, embarazo adolescente y pobreza multidimensional.
En cada territorio se están desplegando equipos multidisciplinarios que realizan diagnósticos comunitarios participativos, identificando factores protectores y de riesgo locales. Estos equipos conforman mesas territoriales de protección infantil que incluyen alcaldes, directores escolares, líderes comunitarios, iglesias y organizaciones de base. Esta estructura permite que las soluciones sean contextualizadas y sostenibles.
La primera fase de intervención territorial incluye jornadas masivas de sensibilización, capacitación de agentes comunitarios en detección de riesgo, establecimiento de puntos de denuncia locales y contratación de trabajadores sociales comunitarios. Se espera que para finales de 2026, el 80% de los territorios prioritarios cuenten con redes funcionales de prevención primaria.
Jornadas de sensibilización en diez territorios prioritarios
Las jornadas de sensibilización son el componente más visible de la estrategia territorial. En cada territorio prioritario se realizan eventos masivos con música, teatro foro, testimonios de sobrevivientes y stands informativos de servicios disponibles. La participación comunitaria es masiva, con alcances de hasta 5,000 personas por evento. La meta es desestigmatizar la denuncia, promover la crianza positiva y distribuir material educativo.
Los materiales incluyen guías de crianza sin violencia, folletos sobre derechos del niño, números de emergencia y protocolos de denuncia. Se distribuyen en escuelas, consultorios médicos, iglesias y negocios locales. La campaña mediática que acompaña estas jornadas incluye spots radiales y televisivos en horarios de máxima audiencia, utilizando mensajes validados con enfoque culturalmente apropiado.
La evaluación de estas jornadas muestra aumento del 60% en llamadas a la línea de emergencia del CONANI en las semanas posteriores al evento. Además, las escuelas reportan mayor número de solicitudes de apoyo psicosocial, indicando mayor disposición de la comunidad a reconocer problemas y buscar ayuda. Este efecto de “ventanilla abierta” es crucial para la prevención secundaria.
Involucramiento de las autoridades locales y comunidades
La participación de las autoridades locales es indispensable para la sostenibilidad de las intervenciones. Los alcaldes tienen potestad para destinar recursos municipales a programas de protección infantil, crear espacios seguros en parques y centros comunitarios, y movilizar policía municipal para patrullajes preventivos. El GANA ha firmado convenios con la Liga Municipal Dominicana para estandarizar la creación de Oficinas Municipales de Niñez y Adolescencia en las 158 municipalidades del país.
La participación comunitaria se activa a través de la capacitación de líderes locales, madres comunitarias, promotores de salud y maestros rurales como primeros respondedores. Estas personas reciben formación en detección de signos de maltrato, primeros auxilios psicológicos y derivación apropiada. Se les equipa con teléfonos móviles y material de consulta rápida.
La sociedad civil también juega un rol crucial. Organizaciones como Save the Children, UNICEF, World Vision y fundaciones locales cofinancian programas, aportan expertise técnica y realizan monitoreo independiente. Esta alianza público-privada ha permitido multiplicar la cobertura y calidad de intervenciones, aunque requiere mejores mecanismos de rendición de cuentas y coordinación estratégica.
Prevención de la violencia infantil República Dominicana requiere acción colectiva
La violencia infantil República Dominicana es una crisis nacional que no puede resolverse desde un solo sector ni con medidas aisladas. Los datos del ENHOGAR-MICS 2019, que revelan que el 62% de la niñez experimenta disciplina violenta, son una llamada de emergencia que demanda respuestas integrales, sostenidas y participativas. El marco legal existe; las instituciones como CONANI y GANA están operando; los expertos han identificado las causas y soluciones. Lo que se requiere ahora es un pacto nacional que articule esfuerzos y recursos con el nivel de urgencia que la situación amerita.
La prevención efectiva demanda que cada actor juegue su rol: el Estado debe garantizar presupuesto, coordinación y justicia oportuna; las familias deben comprometerse con prácticas de crianza positiva y buscar ayuda cuando la necesiten; las comunidades deben crear redes de apoyo y vigilancia colectiva; y los profesionales deben estar capacitados para detectar, denunciar y acompañar. Como afirmó Raquel Arbaje, “cada uno de nosotros debe ser un faro de luz donde esté, porque la vida de un niño hay que defenderla con el alma”.
Los próximos dos años son cruciales para validar si las estrategias territoriales y programas de prevención logran revertir la tendencia. El compromiso es ambicioso pero alcanzable con voluntad política, inversión adecuada y participación ciudadana activa. La ciudadanía dominicana tiene la oportunidad de construir un país donde cada niño y niña crezca empoderado, seguro y capaz de desarrollar su potencial pleno. Este es el momento de actuar con decisión, pues el futuro de la nación se construye sobre la protección de su niñez hoy.
Preguntas frecuentes
¿Cuáles son las cifras oficiales de violencia infantil en RD?
Según la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (ENHOGAR-MICS 2019), el 62% de niñas y niños de 1 a 14 años ha experimentado algún tipo de disciplina violenta en el hogar. El CONANI recibe anualmente cientos de casos formales de abuso físico, sexual, negligencia y abandono. Además, se estima que por cada caso reportado, existen 5 casos no denunciados, lo que ubica la dimensión real del problema en niveles críticos.
¿Qué hace el CONANI ante los casos de maltrato y abuso?
El CONANI opera una línea de emergencia gratuita 1-2-3 disponible 24/7. Ante una denuncia, activa un protocolo de respuesta inmediata que incluye evaluación de riesgo, visita domiciliaria, examen médico forense y medidas de protección provisional como traslado a Hogares de Paso si es necesario. El caso es atendido por un equipo multidisciplinario de psicólogos, trabajadores sociales y abogados que garantiza seguimiento continuo y representación legal del menor.
¿Cómo denunciar casos de abuso infantil en República Dominicana?
Existen múltiples vías de denuncia segura y confidencial: llamando a la línea gratuita del CONANI 1-2-3; acudiendo directamente a cualquier oficina provincial del CONANI; denunciando en hospitales públicos o pediátricos que tienen protocolos de detección obligatoria; o comunicándose con la Policía Nacional (911) o la Policía Preventiva comunitaria. Las denuncias pueden ser anónimas y están protegidas por ley. El personal del CONANI está obligado a mantener confidencialidad y proteger al denunciante de represalias.
¿Qué programas existen para prevenir la violencia infantil?
El CONANI y GANA implementan: 1) Talleres de crianza positiva para padres en comunidades y escuelas; 2) Programas de educación sexual integral en centros educativos; 3) Habilidades para la vida y proyectos de vida para adolescentes; 4) Animación sociocultural en centros juveniles; 5) Jornadas de sensibilización comunitaria en 10 territorios prioritarios; 6) Fortalecimiento familiar con apoyo psicosocial y material; 7) Capacitación de autoridades locales y agentes comunitarios como primeros respondedores. Todos los programas son gratuitos y buscan empoderar a familias y comunidades para romper el ciclo de violencia.
