Inundación en el elevado de Santiago evidencia la falta de mantenimiento de la alcaldía
Inundación en el elevado de Santiago
SANTIAGO, 31 de octubre 2025 (Noticia.do) La inundación en el elevado de entrada a Santiago, ubicada en la autopista Duarte, ha generado un profundo malestar entre los ciudadanos y evidenciado la falta de mantenimiento por parte de la Alcaldía de Santiago. Este evento, ocurrido la tarde del jueves 30 de octubre, paralizó por completo el tránsito hacia la ciudad y puso en evidencia la vulnerabilidad de las infraestructuras urbanas frente a fenómenos naturales.
El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) y el Instituto Dominicano de Meteorología habían emitido alertas por las lluvias asociadas al huracán Melissa, sin embargo, la ausencia de medidas preventivas por parte del gobierno municipal fue determinante en el colapso del drenaje. Miles de conductores quedaron varados en medio de la tormenta, enfrentando horas de congestión y desesperación.
La situación ha despertado un debate urgente sobre la negligencia en la gestión de infraestructuras críticas y la necesidad de que la Alcaldía asuma con transparencia su responsabilidad ante este grave fallo.
Causas del colapso del drenaje en el elevado
Falta de mantenimiento y revisión preventiva
De acuerdo con reportes ciudadanos y expertos en ingeniería urbana, el drenaje del elevado no ha recibido un mantenimiento adecuado en años. La acumulación de sedimentos, hojas y basura habría bloqueado las salidas de agua, impidiendo el flujo normal durante la tormenta. Esta omisión de la Alcaldía constituye un riesgo recurrente en temporada de lluvias.
El elevado, con más de 30 años de funcionamiento, nunca había presentado un colapso de esta magnitud, ni siquiera durante la tormenta Olga en 2007, cuando cayeron más de 250 mm de lluvia en pocas horas. La comparación deja en evidencia la falta de atención técnica en la actualidad.
Fuentes cercanas a la municipalidad han reconocido que no se realizaron las inspecciones programadas en el sistema pluvial durante los últimos meses, lo que pudo haber evitado esta emergencia.
Acumulación de desechos y obstrucción de desagües
El mal manejo de los desechos sólidos en la ciudad también ha contribuido al problema. La falta de limpieza en los desagües pluviales y la ausencia de campañas de concienciación ciudadana provocan que los residuos terminen bloqueando los sistemas de drenaje. Esta práctica pone en riesgo la seguridad vial y agrava el impacto de las lluvias intensas.
Vecinos de sectores como Villa María, Villa Olga y La Española reportaron que el agua alcanzó niveles alarmantes, provocando daños en vehículos y viviendas cercanas. La combinación de desechos, sedimentos y lluvias torrenciales creó el escenario perfecto para la inundación total del elevado.
La situación demanda una respuesta integral que combine mantenimiento técnico y educación ciudadana, pues el problema del drenaje no es solo de infraestructura, sino también de cultura ambiental.
Impacto de las lluvias provocadas por el huracán Melisa
El huracán Melisa trajo consigo intensas lluvias que superaron las expectativas de los organismos meteorológicos. No obstante, las autoridades locales no implementaron medidas preventivas acordes con la magnitud del fenómeno. La falta de coordinación entre la Alcaldía de Santiago y las entidades de emergencia agravó la crisis.
Los pronósticos advertían sobre la posibilidad de acumulaciones superiores a los 200 mm de lluvia, sin embargo, no se realizó ninguna intervención preventiva en los sistemas de drenaje de puntos críticos como el elevado de la Autopista Duarte. Este descuido técnico derivó en un colapso total del tránsito.
La ciudadanía ha expresado su frustración por la falta de previsión, señalando que los avisos meteorológicos fueron ignorados por completo por las autoridades municipales.
Consecuencias del bloqueo vial en Santiago
Caos vehicular y desvíos en rutas principales
El cierre del elevado provocó un caos vehicular sin precedentes en toda la ciudad. Miles de vehículos fueron desviados hacia rutas secundarias, lo que generó congestión en vías como la Avenida Fello Vidal, 27 de Febrero, Estrella Sadhalá y la Juan Pablo Duarte. La movilidad en Santiago colapsó durante horas.
Muchos conductores denunciaron la falta de presencia policial y de personal de tránsito para dirigir el flujo vehicular, lo que agravó aún más la situación. Algunos quedaron atrapados por más de tres horas en medio de la tormenta.
El impacto económico también fue considerable, afectando comercios, entregas y el transporte público que depende de estas rutas para conectar con el centro de la ciudad.
Afectaciones a sectores y comunidades cercanas
Los barrios cercanos al elevado sufrieron inundaciones parciales, cortes eléctricos y daños materiales. Residentes reportaron que el agua entró a viviendas y negocios, generando pérdidas considerables. En sectores como La Moraleja y La Española, los niveles del agua superaron los 50 centímetros.
Las lluvias también afectaron infraestructuras complementarias, como aceras, drenajes secundarios y áreas verdes, evidenciando la falta de planificación urbana sostenible. La población exige acciones inmediatas y soluciones estructurales a largo plazo.
La emergencia ha sido calificada por muchos como una “tragedia evitable”, producto directo de la inacción municipal.
Reacciones de los ciudadanos y transportistas
Las redes sociales se llenaron de críticas hacia la Alcaldía y el alcalde Ulises Rodríguez. Transportistas, comerciantes y ciudadanos comunes coincidieron en que la falta de mantenimiento y limpieza del drenaje fue la causa principal del desastre.
“Esto no fue un fenómeno natural impredecible, fue el resultado de la negligencia”, expresó un representante del transporte urbano. Otros llamaron a una auditoría del presupuesto de mantenimiento urbano, señalando posibles irregularidades.
El malestar general ha elevado la presión sobre las autoridades locales, que ahora enfrentan la exigencia de rendir cuentas de manera pública.
Responsabilidad de la alcaldía de Santiago
Falta de prevención ante alertas meteorológicas
El incumplimiento de los protocolos de prevención establecidos por el COE y las autoridades meteorológicas pone en evidencia la falta de planificación de la Alcaldía de Santiago. Pese a las alertas emitidas, no se activaron los equipos de mantenimiento ni se inspeccionaron los sistemas de drenaje.
Esta omisión refleja un patrón de improvisación y de respuesta tardía ante emergencias que se repite en la gestión municipal. Los expertos advierten que el costo de no invertir en prevención siempre será mayor que el costo del mantenimiento regular.
Los organismos civiles exigen que se establezca un plan permanente de revisión de infraestructuras, especialmente en zonas vulnerables como el elevado de la Autopista Duarte.
Exigencia de transparencia y rendición de cuentas
Organizaciones sociales y líderes comunitarios han solicitado al alcalde Ulises Rodríguez un informe técnico transparente sobre las causas de la inundación y el estado actual de los drenajes urbanos. La ciudadanía demanda conocer el destino de los fondos asignados al mantenimiento de infraestructuras.
La rendición de cuentas se ha convertido en una exigencia moral y política. En un contexto donde las lluvias se intensifican cada año por el cambio climático, la prevención y la gestión responsable son más urgentes que nunca.
Expertos sugieren que el informe técnico debe ser público y auditado por un ente independiente para garantizar su credibilidad.
Respuesta del alcalde Ulises Rodríguez
Hasta el momento, el alcalde Ulises Rodríguez no ha emitido un comunicado detallado sobre el evento, limitándose a prometer una investigación interna. No obstante, la población exige acciones concretas y soluciones inmediatas, no solo declaraciones.
Los ciudadanos piden la creación de un plan integral de drenaje urbano y la ejecución de obras de mantenimiento preventivo antes de que inicie la próxima temporada ciclónica. La confianza en la gestión municipal dependerá de la respuesta a esta crisis.
El silencio o la demora en actuar podrían tener un alto costo político y social para la administración actual.
Medidas urgentes para evitar futuras inundaciones
Planes de mantenimiento del drenaje urbano
Expertos en urbanismo recomiendan establecer un calendario de limpieza y supervisión permanente del sistema de drenaje pluvial, priorizando los puntos críticos como elevados, túneles y avenidas principales. La prevención es la herramienta más eficaz frente a los eventos climáticos extremos.
La Alcaldía de Santiago debe destinar recursos específicos a la reparación y sustitución de estructuras dañadas, además de monitorear en tiempo real el comportamiento del sistema pluvial durante las lluvias.
Una gestión eficiente del drenaje urbano no solo evita pérdidas materiales, sino que protege la vida y la movilidad de miles de ciudadanos.
Coordinación con organismos de emergencia
La coordinación interinstitucional entre la Alcaldía, el COE, la Defensa Civil y la Policía Nacional es esencial para una respuesta rápida. Es necesario crear un protocolo de actuación preventiva que se active ante cualquier alerta meteorológica.
La comunicación oportuna entre autoridades locales y nacionales puede marcar la diferencia entre un evento controlado y una crisis de gran magnitud.
Además, se propone la implementación de sistemas de alerta temprana y monitoreo ciudadano a través de aplicaciones digitales para reportar obstrucciones o daños en el drenaje urbano.
Infraestructura resiliente ante fenómenos climáticos
La construcción de una infraestructura resiliente debe ser una prioridad para las autoridades municipales. Santiago necesita una planificación urbana moderna que incorpore el cambio climático como variable estructural en el diseño de sus obras públicas.
Materiales más resistentes, sistemas de bombeo eficientes y soluciones basadas en la naturaleza —como jardines pluviales y canales de drenaje verde— son estrategias efectivas que otras ciudades del Caribe ya están aplicando.
Solo con inversión, planificación y transparencia se podrá evitar que un evento similar vuelva a ocurrir en el futuro.
La responsabilidad municipal ante la seguridad ciudadana
La inundación del elevado de Santiago no fue un accidente fortuito, sino el resultado de la negligencia en el mantenimiento y la falta de planificación preventiva. Este hecho debe servir como un llamado de atención a la Alcaldía de Santiago y a todas las autoridades responsables de garantizar la seguridad ciudadana.
Es imperativo que se asuma la responsabilidad política y técnica, se transparenten las investigaciones y se establezca un plan de acción inmediato para reparar los daños y prevenir futuros colapsos.
Santiago necesita una gestión municipal comprometida, que priorice la vida, la movilidad y el bienestar de su gente por encima de los intereses políticos. La prevención debe convertirse en política pública permanente.
Preguntas frecuentes
¿Por qué se inundó el elevado de Santiago?
La inundación fue causada por la falta de mantenimiento del sistema de drenaje, la acumulación de basura y la falta de medidas preventivas por parte de la Alcaldía.
¿Qué hizo la Alcaldía de Santiago ante la emergencia?
Hasta el momento, la Alcaldía ha prometido una investigación, pero no ha presentado un informe técnico público ni asumido responsabilidad directa por la falta de mantenimiento.
¿Qué medidas se pueden tomar para evitar otra inundación?
Implementar un plan de mantenimiento continuo, limpiar los drenajes con frecuencia, mejorar la infraestructura pluvial y coordinar acciones con el COE y Meteorología.
¿Cómo afecta esto la confianza en la gestión municipal?
El evento ha deteriorado la confianza de los ciudadanos en la gestión municipal, generando críticas por la falta de transparencia y prevención ante fenómenos climáticos.
