¿Existe el acoso entre pareja? – Perspectivas del Dr. Luis Vergés

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Maxwell Reyes

Santiago.-El acoso en las relaciones de pareja es una realidad cada vez más reconocida en la sociedad, y se manifiesta de formas sutiles y violentas que afectan tanto a hombres como a mujeres.

En una entrevista en el programa «El Día», el psicólogo clínico doctor Luis Vergés profundizó en este tema, explicando cómo el acoso no siempre es sexual y puede darse entre parejas en dinámicas de poder, manipulación y control emocional.

¿Qué es el acoso entre pareja?

Según el doctor Vergés, el acoso entre pareja se caracteriza por un desequilibrio de poder donde una de las partes utiliza el chantaje, la intimidación o las amenazas para someter a la otra.

Esto no solo ocurre en situaciones de violencia física, sino también a nivel psicológico, donde una persona puede ser víctima de un acoso emocional persistente. Este tipo de acoso genera un ambiente de miedo y dependencia emocional que puede ser devastador para la salud mental de la víctima.

Las dinámicas de poder en las relaciones

En la entrevista, el doctor Vergés explica que, en muchos casos, el acoso en la pareja se manifiesta a través de una relación de poder desequilibrada.

Esto puede darse por razones económicas o emocionales, cuando una persona siente que tiene más control que la otra.

“En las parejas, hay situaciones donde una persona tiene más poder que la otra, lo que la coloca en una situación de vulnerabilidad. Esto ocurre especialmente cuando una de las partes depende emocional o económicamente de la otra”, explicó Vergés.

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Estrategias de acoso: Chantaje e intimidación

Una de las estrategias más comunes del acoso, según el psicólogo, es el chantaje emocional. Esto se da cuando una persona en la relación amenaza a la otra con romper la relación, tomar represalias o manipular situaciones si no obtiene lo que quiere.

“El chantaje emocional es una de las formas más comunes de acoso en las parejas. El acosador utiliza la vulnerabilidad de su pareja para someterla, imponiendo su voluntad a través de la intimidación y el miedo”, afirmó Vergés.

El acoso emocional puede ser más difícil de identificar porque no deja marcas físicas, pero las secuelas psicológicas son profundas y a menudo no se reconocen hasta que el daño es considerable. El acosador se aprovecha de la dependencia emocional o económica de la víctima para mantenerla bajo su control.

La diferencia entre el acoso y el enamoramiento

El doctor Vergés también abordó una confusión común: la creencia de que el acoso puede confundirse con el enamoramiento. «El enamoramiento implica reciprocidad y voluntariedad, mientras que el acoso es una imposición. En el enamoramiento, ambas partes consienten las interacciones; en el acoso, una de las partes intenta forzar algo que la otra no quiere», aclaró el psicólogo.

Esta confusión puede ser peligrosa, ya que algunas personas pueden justificar comportamientos intrusivos o manipuladores como un exceso de amor o preocupación. Sin embargo, cuando una persona insiste en mantener el control a pesar de las negativas de su pareja, se trata de acoso.

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¿Qué hacer si te sientes acosado por tu pareja?

Si una persona se siente acosada dentro de su relación, el Dr. Vergés recomienda buscar ayuda profesional. «Lo primero es calmarse, reconocer la situación y buscar apoyo, ya sea de un profesional de la salud mental o de una red de apoyo cercana», señaló. Es importante identificar los signos del acoso temprano para poder tomar medidas antes de que el daño emocional sea irreparable.

El acoso en diferentes contextos

Además del acoso en las relaciones de pareja, el Dr. Vergés también habló sobre el acoso en otros ámbitos, como el laboral y el social. El acoso laboral ocurre cuando una persona utiliza su posición de poder para intimidar a un subordinado, haciéndolo sentir inferior o amenazado en su empleo. En estos casos, el acoso puede tomar la forma de microagresiones, descalificaciones constantes o incluso la negación de oportunidades de crecimiento laboral.

En las relaciones sociales, el acoso también puede manifestarse cuando una persona intenta controlar a otra a través de la manipulación psicológica, utilizando tácticas como el aislamiento social, la desvalorización y el menosprecio.

¿Cómo reconocer a un acosador?

El doctor Vergés enfatizó que los acosadores suelen tener un perfil psicológico particular. «El acosador es alguien que ve una vulnerabilidad en su víctima y se aprovecha de ello. Cuando una persona muestra fortaleza emocional y establece límites claros, el acosador suele desistir de sus intentos de control», explicó. Sin embargo, es fundamental que la víctima identifique el acoso y tenga estrategias para enfrentarlo, como establecer límites claros y buscar apoyo externo.

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La relación entre el acoso y la salud mental

El acoso tiene consecuencias devastadoras para la salud mental de las víctimas, y el Dr. Vergés subrayó la importancia de abordar estos problemas con urgencia. «El acoso en cualquiera de sus formas, ya sea emocional, físico o sexual, tiene un impacto profundo en la estabilidad emocional y psicológica de las personas. Es fundamental que las víctimas reciban el apoyo necesario para sanar y reconstruir su vida», señaló.

Además, el acoso en las relaciones de pareja no solo afecta a la víctima directa, sino que también puede influir negativamente en el bienestar de los hijos u otras personas cercanas. Las dinámicas de poder desequilibradas dentro del hogar pueden crear un ambiente tóxico y dañino para todos los involucrados.

El acoso entre pareja es una problemática grave que afecta la salud mental y emocional de quienes lo sufren. Es fundamental que tanto las víctimas como la sociedad en general reconozcan estos comportamientos como formas de violencia y tomen las medidas necesarias para erradicarlos. La búsqueda de ayuda profesional, el establecimiento de límites claros y la creación de redes de apoyo son algunas de las estrategias que pueden ayudar a combatir el acoso y a restaurar el bienestar emocional.

El Dr. Luis Vergés nos recuerda que la clave para superar el acoso es no quedarse en silencio y buscar las herramientas adecuadas para enfrentar esta situación. La violencia en las relaciones de pareja no debe ser normalizada ni tolerada.

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