¡Desmiente el ministro! No hay obstáculos para inscribir a hijos en escuelas

El ministro Ángel Hernández dice que haitianos en las escuelas dominicanas son menos de un 7%

Por: Francisco González

SANTO DOMINGO.- El siempre cuestionado y desprestigiado ministro de Educación de la República Dominicana, Ángel Hernández, ha tratado de desmentir a los miles de madres dominicanas que denuncian que sus hijos no están siendo aceptados en las escuelas por falta de aulas, porque se está dando preferencia a los haitianos ilegales.

Hernández ha afirmado que los haitianos sin documentos solo serían el 7 % de los estudiantes inscriptos en el siempre deficiente sistema educativo del país.

Para tratar de justificar el creciente número de haitianos sin documentos existente en las escuelas dominicanas el funcionario se refirió a que los hijos de los dominicanos ilegales en Estados Unidos y España son aceptados en las escuelas de esos país.

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Pero, la realidad desmiente a Ángel Hernández, porque las madres y padres dominicanos que se encuentran en condición irregular en España y en Estados Unidos, no tienen a sus hijos en esos países, contrario a las haitianas indocumentadas, que entran por una frontera que nadie cuida junto a sus vástagos, y otras que «paren como curíos» en el país sin ningún documento de identidad.

“Existe lo que es un cupo preferente, que es aquel donde un padre dura un día o dos esperando una inscripción en un centro porque quiere que su hijo estudie ahí, ya que considera que es una buena escuela; pero no significa que en otro lado de ese mismo sector no hay un lugar para ese estudiante”, ha explicado el ejecutivo estatal en su intento por justificar la gran cantidad de haitianos indocumentados que ocupan las aulas dominicanas, en detrimento de los niños dominicanos.

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Argumentó además que la ley de educación dispone que todos los habitantes del país, incluyendo a los que están violando la Ley de Migración, tienen derecho a la educación, según declaraciones para el Listín Diario.

Sin embargo, las madres dominicanas viven denunciando que tienen que madrugas, y hacer largas filas para tratar de inscribir a sus hijos en las escuelas, lo que muchas veces no es posible, porque se privilegia a los haitianos indocumentados.

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