2025: Avances digitales, computación cuántica y ciberataques

En 2025, la tecnología seguirá transformando la salud y la seguridad digital a pasos agigantados. La Inteligencia Artificial (IA) aplicada al ámbito sanitario permitirá tratamientos personalizados y dispositivos que detecten enfermedades con anticipación, mientras que la computación cuántica promete cambiar la forma en que resolvemos problemas complejos.

Sin embargo, este panorama también traerá retos importantes, como el auge de la ciberdelincuencia respaldada por IA, así como la necesidad de cifrado postcuántico para proteger nuestra información.

IA médica y salud personalizada

Una de las mayores promesas tecnológicas para 2025 es la adopción masiva de la Inteligencia Artificial en el sector salud.

Los avances que comenzaron a gestarse en 2024, con compañías como Pfizer o BioNTech investigando soluciones para tratamientos más eficaces, ahora toman mayor fuerza.

La medicina personalizada —donde los fármacos y terapias se adaptan a la genética, el estilo de vida y las necesidades particulares de cada persona— se perfila como uno de los grandes cambios venideros.

  • Medicamentos a la medida: La IA hace posible analizar millones de datos genéticos y clínicos para desarrollar fármacos altamente específicos. En vez de tratar a todos por igual, se busca atacar la enfermedad de manera más directa y minimizar los efectos secundarios.
  • Enfoque en el cáncer: En el tratamiento oncológico, las terapias dirigidas pueden centrarse en mutaciones genéticas específicas, lo que incrementa la probabilidad de un mejor pronóstico y reduce los daños colaterales.
  • Interés de farmacéuticas: Empresas líderes, como Pfizer y BioNTech, apuestan por ensayos clínicos con IA para diseñar medicinas basadas en algoritmos que predicen la reacción del cuerpo ante ciertos compuestos.

Este cambio revolucionario requiere, no obstante, de un marco regulatorio estricto y de la colaboración entre organismos de salud, centros de investigación y empresas tecnológicas para garantizar la seguridad y eficacia de los tratamientos.

Dispositivos inteligentes en crecimiento

Otro aspecto relevante para la salud en 2025 es la expansión del mercado de aparatos y wearables inteligentes, como relojes y anillos que monitorizan datos biológicos. Aunque desde 2024 se han visto avances —por ejemplo, Apple y Samsung obtuvieron permisos para diagnosticar la apnea del sueño—, el siguiente paso implicará refinar la precisión de estos dispositivos y avanzar hacia el diagnóstico preventivo.

  • Medición de signos vitales: Algunos relojes y anillos ya miden frecuencia cardíaca, presión arterial y calidad del sueño. Gracias a la IA, estos datos se integran para crear perfiles de riesgo y avisar al usuario antes de que surjan problemas graves.
  • Prevención de enfermedades: Las mejoras en algoritmos permiten detectar patrones sutiles que podrían indicar una infección inminente. Por ejemplo, cambios en la frecuencia cardíaca o en la temperatura corporal podrían delatar el inicio de un virus respiratorio.
  • Limitaciones y riesgos: A pesar de las ventajas, hay estudios que sugieren que estos dispositivos pueden generar ansiedad o conductas obsesivas. La sobreinterpretación de datos —como la cantidad de pasos dados en el día— puede afectar la autoestima de los usuarios y fomentar hábitos poco saludables si no se interpretan adecuadamente.
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En consecuencia, la clave será fomentar el uso responsable de estos aparatos y formar a los usuarios para entender cuándo una lectura anómala merece atención médica profesional y cuándo es un simple margen de error tecnológico.

Computación cuántica: una nueva era

Posiblemente, el avance más disruptivo en 2025 sea la consolidación de la computación cuántica. Este salto tecnológico abre la puerta a resolver problemas imposibles de abordar con los ordenadores clásicos, cuyo funcionamiento se basa en bits (ceros y unos).

  1. La diferencia entre bits y cúbits:
    • Un ordenador tradicional prueba soluciones de manera secuencial: o es “1” o es “0”.
    • Un ordenador cuántico trabaja con “cúbits”, que pueden representar simultáneamente 0, 1 o cualquier punto intermedio. Con esto, pueden procesar múltiples soluciones al mismo tiempo.
  2. Ejemplo ilustrativo:
    • Ordenador clásico: Para encontrar la llave correcta de una puerta, probaría cada una por separado hasta dar con la que abre.
    • Ordenador cuántico: Intentaría todas las llaves a la vez, reduciendo drásticamente el tiempo de búsqueda.
  3. El caso de Google y Willow:
    • En diciembre de 2024, Google presentó “Willow”, un prototipo de ordenador cuántico que resolvió un cálculo sumamente complejo en menos de 5 minutos.
    • La supercomputadora clásica más poderosa habría necesitado diez “sillones de años” (una cifra astronómica) para la misma operación, superando con creces la propia edad del universo.

Aunque la computación cuántica todavía se encuentra en fases iniciales, su potencial para acelerar descubrimientos científicos, mejorar la IA y transformar industrias como la farmacéutica y la financiera es inmenso. Sin embargo, con todo poder, llegan también desafíos en materia de seguridad.

Auge de la ciberdelincuencia en 2025

El año 2024 marcó un incremento notable en la ciberdelincuencia, con ataques cada vez más sofisticados y el uso de la IA para engañar a los usuarios. En 2025, se espera una intensificación de este panorama:

  • Más robos de datos y ransomware: Expertos de Google prevén un alza en los ataques donde se secuestra información y se exige un pago para liberarla. Además, los ciberdelincuentes podrían enfocar sus esfuerzos en sectores de infraestructura crítica, como bancos o sistemas de salud.
  • IA como aliada del ciberdelito: Herramientas de IA generativa pueden crear correos de phishing muy convincentes, que imitan de forma casi perfecta el tono y el estilo de un banco o una institución. Asimismo, el malware podrá “aprender” sobre la marcha y evadir las medidas de seguridad.
  • Ingeniería social avanzada: Además del phishing, se perfeccionan las estrategias de engaño y manipulación, como el uso de deepfakes en llamadas de voz o videollamadas falsificadas para persuadir a empleados y directivos.
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A pesar de este panorama sombrío, la misma IA también se utilizará para detectar comportamientos anómalos, bloquear intentos de intrusión y actualizar dinámicamente las defensas informáticas. El reto radica en mantenerse siempre un paso por delante de los atacantes.

Cifrado postcuántico: la próxima frontera en seguridad

Con el avance acelerado de la computación cuántica, los métodos de cifrado tradicionales (como RSA o AES con claves estándar) podrían volverse obsoletos, pues un ordenador cuántico sería capaz de descifrarlos con enorme facilidad. Para prepararse, la industria está desarrollando nuevas técnicas de criptografía postcuántica.

  • ¿Por qué es necesario un cifrado postcuántico?
    • Un ordenador cuántico potente puede resolver los algoritmos de factorización en un tiempo drásticamente menor que uno clásico, lo que pondría en peligro claves que hoy se consideran seguras.
  • Estado de la investigación:
    • Organismos como el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) de Estados Unidos están liderando concursos y pruebas para establecer los algoritmos más resistentes a la computación cuántica.
  • Transición gradual:
    • Aunque la computación cuántica aún no está masificada, las instituciones financieras, gubernamentales y tecnológicas ya trabajan en planes de transición para implementar este cifrado.

La preparación para la era cuántica no solo involucra cambiar los algoritmos de seguridad, sino también concienciar a las empresas y al público en general sobre la importancia de actualizar constantemente los sistemas y proteger su información.

Contexto y antecedentes

Este panorama no surge de la nada. El 2024 fue un año convulso y marcado por varios hitos tecnológicos que prepararon el terreno para lo que veremos en 2025:

  • Deepfakes y procesos electorales: Las elecciones en algunos países se vieron salpicadas por campañas de desinformación que emplearon deepfakes para manipular la opinión pública.
  • Robots millonarios: La aparición de inteligencias artificiales con acceso a grandes recursos económicos abrió interrogantes sobre el control y la supervisión de estas entidades.
  • Gobiernos vs. redes sociales: Varias naciones endurecieron regulaciones a plataformas digitales para frenar la propagación de noticias falsas y discursos de odio.
  • Google y la computación cuántica: El anuncio del prototipo Willow no solo agitó el mundo científico, sino que encendió la alarma en el ámbito de la seguridad.
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Si bien muchos avances resultan prometedores, se hace necesario promover la colaboración internacional para encauzar la tecnología hacia fines positivos. Foros y acuerdos multilaterales, similares a los que han surgido para regular la inteligencia artificial, podrían ser claves para manejar los riesgos de la computación cuántica y la IA.

Perspectivas y retos

  1. Regulaciones y políticas públicas:
    • Gobiernos y organismos internacionales deberán legislar en torno a la IA médica, la privacidad de datos y la propiedad de los algoritmos.
    • La capacidad de la computación cuántica para descifrar claves también exige tratados globales que establezcan límites y reglas de uso.
  2. Formación y talento humano:
    • El auge de estas tecnologías demandará ingenieros y científicos con una combinación de habilidades en computación cuántica, ciberseguridad e IA.
    • Las universidades y centros de capacitación tendrán que actualizar sus programas para formar profesionales capaces de responder a los desafíos actuales.
  3. Responsabilidad social y ética:
    • Es fundamental considerar el impacto de la IA en el empleo, la salud mental y la equidad.
    • En la medicina personalizada, la recopilación masiva de datos genéticos y biométricos plantea cuestionamientos sobre la privacidad y el uso ético de la información.
  4. Colaboración entre sectores:
    • Empresas tecnológicas, instituciones académicas y gobiernos deben trabajar en conjunto para definir estándares comunes de seguridad y calidad.
    • Compartir hallazgos y buenas prácticas acelerará la transición hacia un entorno digital más seguro y eficiente.

Mirada al futuro

En definitiva, 2025 llega con enormes promesas y desafíos en el plano digital. La IA aplicada a la salud puede allanar el camino hacia una medicina más personalizada y efectiva. La computación cuántica abre horizontes inéditos para el procesamiento de datos y la solución de problemas complejos, desde la industria farmacéutica hasta la predicción del clima. Paralelamente, la ciberdelincuencia se servirá de la IA y la computación cuántica para lanzar ataques más sofisticados, lo que obliga a reforzar la seguridad y apostar por la criptografía postcuántica.

El futuro inmediato nos exige, entonces, un esfuerzo coordinado en investigación, legislación y concientización pública. Resulta imperativo mantener un equilibrio entre el entusiasmo por las novedades tecnológicas y la cautela ante los riesgos que conllevan, de modo que la humanidad aproveche al máximo estas herramientas sin caer en brechas de seguridad o desigualdades.

Ya veremos cuáles de estas predicciones se cumplen y qué otras sorpresas nos deparará el 2025. Lo cierto es que, si el 2024 fue un año agitadísimo en lo digital, la innovación seguirá pisando el acelerador, impulsada por la demanda de soluciones más eficientes y por una competencia global que no se detiene.

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